Trincheras de Ideas

El plan subversivo en Álvarez Paz y en el paro de transportistas

Como sucede frecuentemente en la sociedad venezolana actual, dinamizada por un proceso revolucionario, los acontecimientos políticos marchan a una velocidad vertiginosa y ese cúmulo de acontecimientos configuran un cuadro coyuntural signado por muchos elementos de carácter subversivo, lo que sugiere o dibuja un plan golpista que viene siendo derrotado por el gobierno revolucionario y por el pueblo movilizado.

Vistos los hechos o acontecimientos separadamente parecen inconexos, producidos aisladamente, que nada tienen que ver uno con otro, pero si se analizan en profundidad y en su dialéctica llegaremos a la raíz de los mismos, al hilo conductor que los une y veremos cómo todos –o casi todos– se concatenan y percibiremos que detrás de cada hecho hay un plan previo que busca subvertir, golpear y destruir la Revolución Bolivariana y defenestrar al líder del proceso, comandante Hugo Chávez.

Veamos rápidamente la secuencia de los hechos. El manejo mediático en el sentido amarillista, sensacionalista y destructivo de la crisis energética. Se pretende hacer responsable al gobierno de la terrible sequía generada por el cambio climático y el fenómeno El Niño. A ninguna de las medidas tomadas para ahorrar agua y luz, se les concede valor; el acelerado proceso de buscar la alternativa de generar energía no hidráulica sino térmica, se lo invisibiliza, se lo oculta o banaliza. Más de un mes en esa ofensiva mediática por los medios terroristas de comunicación anti patrióticos más emblemáticos: Globovisión, El Nazional y Universal, Unión Radio…

Las declaraciones, primero, del presidente de Fedecamaras incitando un golpe militar por el nefasto programa ‘Aló ciudadano’. Luego las no menos infames declaraciones del fascista y golpista Oswaldo Álvarez Paz, por el mismo programa, afirmando impúdicamente que Venezuela es el paraíso del narcotráfico, canallesca afirmación que expone al país al odio internacional y prácticamente llama a potencias extranjeras a agredir un país forajido.

Por supuesto, ninguna de las dos declaraciones fueran hechas a motus propio, es decir, porque quisieron expresar criterios personales, no, ellas forman parte de un plan golpista dirigido desde la Embajada Norteamericana, por el Comando Sur, por la CIA.

Luego se produce la ofensiva mediática impulsada por el gobierno fascista de Colombia y la extrema derecha española, creando una truculenta historia de los nexos del gobierno venezolano con las FARC y los etarras vascos. Un miserable juez, con pretensiones imperialistas, se abroga la extra territorialidad y pretende juzgar en España al gobierno de Venezuela. El fascista de Aznar y ese cubil de alimañas que es el PP, conspira contra Venezuela como lo hizo en abril de 2002 y dirige tras bambalinas al juez de marras.

Vino después el intento de paro de transporte público por parte de los mercenarios conductores de algunas líneas y dirigidos por el ultra derechista alcalde Ledesma. La concreción fue el 22 de marzo, pero desde finales del 2009 se venía preparando y promoviendo la hora 0. El plan, temerario en exceso, pues no tenían fuerzas para semejante proyecto abiertamente golpista, lo lanzaron desesperadamente y, como era de esperar, fracasaron estruendosamente y ahora deberán atenerse a las consecuencias de su grave irresponsabilidad. No pasemos por alto que tanto los panfletos Tal Cual y El Nuevo País jugaron adelantado, sin haber comenzado el paro ya daban como un hecho el mismo, la conexión en el plan de unos y otros resulta más que evidente.

En el marco de esa tentativa de subvertir a Caracas con un paro del transporte se produce un hecho que no puede silenciarse y que a nuestro juicio debe enlazarse con todo lo que ha acontecido, me refiero al asalto de un puesto policial en Tacagua, donde un comando de 16 delincuentes someten fácilmente a los policías de guardia y se llevan todo el numeroso parque allí guardado. ¿Un grupo hamponil entrenado por los paramilitares que decide dar ese golpe, nunca antes ocurrido en Venezuela? ¿Qué uso se le iba a dar a esas armas robadas: sólo asaltos o robos o, además de eso, emprender un conjunto de acciones militares, terrorismo y crear las condiciones para una segunda fase del plan golpìsta?

¿Y dónde debemos dejar el criminal incendio del cerro Guaraira Repano? Es evidente que manos criminales le prendieron fuego a la hermosa montaña sin importarle el daño que le han hecho y no puede uno sino volver al pasado reciente, cuando Jhon Goicochea llamó a incendiar a Caracas; o grupos de estudiantes de la Universidad Metropolitana hicieron una prueba piromaníaca con la montaña caraqueña; o las “garritas blancas” que incendiaron las acacias de la avenida Bolívar en violentas manifestaciones pasadas; ¿serían empresarios que quieren urbanizar el cerro como lo hicieron con las edificaciones Terrazas del Ávila y otras?). La crueldad y maldad de acción debe hacer reflexionar a quienes aún piensan que opositores terroristas, émulos de Nerón, puedan volver a gobernar este país.

No existen hechos aislados ni casuales, por ello debemos monitorear cada uno de los pasos que dé la contrarrevolución, estar alertas y con la guardia en alto.

(humbertocaracola@gmail.com)


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Humberto Gómez García

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

 humbertocaracola@gmail.com      @hgcaracola

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