Trincheras de Ideas

Un rábula infame llamado Julio Borges

¡Qué asco dan algunos individuos, pútridos de alma y corazón! Julio Borges, el fascista, el ultraderechista, abogadillo caga tinta que, afanado como está de llegar nuevamente a la Asamblea Nacional levanta la peor y más infame de las banderas, el chovinismo, el anti cubanismo más rastrero y pacato con tal de ganar adeptos, mejor dicho, votos de xenófobos como él, anti comunistas como él, que destilen odio hacia Cuba como él.

Pero este fascista criollo pasa por alto que su prédica anti cubana –rebotada por algunos corifeos igual de infames– no pasa de las alcantarillas y letrinas donde se mueve, pues venir a estas alturas a atacar a la Misión Barrio Adentro, probablemente la más humana de la revolución bolivariana, no puede considerarse propaganda sino contra propaganda, boomerang que se le devuelve inexorablemente al apóstata, cristiano de mentira, porque esa extraordinaria legión humanista de médicos cubanos que han construido Barrio Adentro, han salvado miles de vidas de venezolanos sin preguntarles si son chavistas o no, sin averiguar si tienen recursos o no, forman parte de lo más querido por nuestro pueblo.

¿Cuántos miembros de esa clase media a la que pertenece Borges, muchos de los que viven en El Cafetal y otras urbanizaciones del Este caraqueño no han tenido que acudir a los servicios clínicos de Barrio Adentro porque las prestigiosas –y costosas– clínicas privadas les han chupado hasta el último bolívar de su bolsillo y arrojado a la calle aún enfermos?

¿Por qué si Borges es tan duro y cruel con un grupo de hombres y mujeres nobles que dejaron atrás sus hogares, sus familias, padres, madres, hijos para venir a un barrio pobre, a pasar trabajo junto con el pueblo, pero a darle sus conocimientos para salvarles la vida o sanarlos, no hace una cruzada contra esas clínicas chupa sangre, que sin que les tiemble un músculo arrojan a la calle a un paciente que ya ha agotado su seguro y puede morir?

¡Hacia allí es que debe dirigir las críticas, hacia esa medicina mercantilista; hacia esos médicos mercenarios y tarifados; hacia aquellos que mercantilizaron la medicina y enterraron el humanismo! ¿Esa es la lucha por la defensa de la clase media? ¡No me defiendas compadre! dirán esos sectores que han sido beneficiados por Barrio Adentro.

Sembrar el odio como hace Julio Borges, es fácil para la gente de su mentalidad; pero, afortunadamente, esa prédica no llega al pueblo que se ha beneficiado con Barrio Adentro.

La crítica a personas cubanas de alto rango representando a la Misión Barrio Adentro u otra, es igualmente inútil. Aquí están 50 mil internacionalistas cubanos en la salud, el deporte, la cultura, es lógico que haya personas de alto rango representando esa enorme cantidad de profesionales, pero no son parte de la estructura ministerial venezolana.

Habla de la presencia de militares cubanos de alto rango en el Ministerio de la Defensa, ¿dónde están las pruebas de eso? Y se nos ocurre hacerle hacerle a Borges otra pregunta: ¿denunció alguna vez la presencia infamante, humillante de la Misión Militar norteamericana que sí tenía sede en Fuerte Tiuna? que se sepa, ¡nunca!

Las infamias de Borges no son sólo electorales u opositoras, se le ven claramente las costuras, forman parte del plan desestabilizador implementado por el gobierno yanqui contra Cuba y contra Venezuela. Borges es un loro parlanchín que repite lo que sus amos del Norte le ordenan, él no tiene voz propia, los cipayos jamás la tendrán.

(humbertocaracola@gmail.com)


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Humberto Gómez García

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

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