Las aves podrían ayudar a detener o limitar el mayor ecocidio de Sudamérica el Arco Minero del Orinoco ofreciendo alternativas económicas al país y a los mineros.
Se requiere prohibir la tenencia de aves silvestres, declarar una veda absoluta a la cacería en el país y la reactivación de Profauna como ente autónomo.
El 10 de enero se celebra el día mundial de las aves, siendo la primera efeméride ambiental. Este día fue creado por Naciones Unidas como una estrategia para concientizar al público sobre la importancia ecológica y cultural de las aves para las sociedades humanas y para lograr alianzas internacionales para preservar estos seres.
Importancia de las aves y de la fecha.
Muchas de ellas son dispersadores de semillas y/o polinizadores. Por ende ayudan a la reproducción de las plantas y fomentan el desarrollo de los bosques garantizando los beneficios ambientales que estos brindan, como producción de oxígeno, agua potable y en el caso de Venezuela hidroelectricidad
Las aves carroñeras mantienen limpios los ecosistemas e incluso zonas urbanas y rurales al alimentarse de cadáveres.
Todas las culturas del mundo se han inspirado en las aves o han tomado sus atributos para definir valores culturales como la libertad, la espiritualidad, la nobleza, el poder, la paz, la inteligencia, entre otros.
Son utilizadas como símbolo de la realeza, también figuran en monedas, billetes, escudos, banderas, y han inspirado canciones, poemas y las bellas artes en todos los géneros.
Las aves podrían en Venezuela ayudar a detener el mayor ecocidio de Sudamérica el Arco Minero del Orinoco. El mayor tesoro de Venezuela son sus bosques, su agua potable y su biodiversidad. La industria del turismo de aves representa una alternativa rentable para la reconversión laboral de miles de mineros que laboran en los estados Bolívar y Amazonas que podrían obtener buenas ganancias como guías de turismo, a la par del desarrollo de artesanías, posadas, transporte fluvial y terrestre.
El ecoturismo representa una fuente de divisas rápida, segura y de bajo impacto para el gobierno, frente al agresivo arco minero. Solo en Estados Unidos existen registrados 82 millones de observadores de aves, dispuestos a viajar a los países de Sudamérica catalogados como megadiversos; esto da una idea del mercado potencial que se tiene y que no es aprovechado por el país.
Vienen generando una creciente industria del turismo de baja intensidad o turismo de observación de aves o pajareando (birding), que genera miles de puestos de trabajo y millones de dólares. Este año adquieren doble importancia pues la ONU decreto el 2017 como el año del turismo sostenible para el desarrollo.
Costa Rica afirma haber obtenido más de 480 millones de dólares en el año 2000 por el birding. México refiere haber obtenido más de 26 millones de dólares solo por turismo de observadores de aves como promedio anual y en Perú un estudio en 2014 determino que el pajareo puede generar más de 7 millones de dólares de inicio anualmente.
Otro estudio realizado en septiembre 2016, demostró que los turistas estarían dispuestos a pagar 300 dólares diarios por observar aves en la Colombia post-conflicto, lo que podría generar más de 9 millones de dólares y 7500 puestos de trabajo anualmente, en especial para los guerrilleros desmovilizados del conflicto armado y los pobladores rurales afectados.
Este último dato es alentador para Venezuela, por la cercanía y la relación estrecha en cuanto a clima, población, vialidad y comercio con la hermana república.
Tipos de turistas observadores de aves
Según los estudiosos del turismo los ‘birdwatcher’ (observadores de aves) se clasifican en: los hardcore, turistas especializados cuyos viajes están dedicados exclusivamente a la observación de aves y los softcore, aquellos que realiza un viaje al extranjero para observar aves y los ocasionales, es decir aquellos viajeros que dedican menos del 40% de su tiempo a la observación de aves
Avifauna de Venezuela en cifras
Se tiene 1.463 especies de las 10.507 especies conocidas del mundo. Esto es el 35,4% de especies de la región neo tropical, el 14% de las especies del mundo, el 43% de las aves de Sudamérica. En tan solo el 1,25 de la superficie del planeta y el 10,75 de la superficie de américa del sur. Nuestras aves están agrupadas en 80 familias y 21 órdenes.
Venezuela ocupa el sexto lugar en cantidad de aves, detrás de Colombia (1903 especies), Perú (1838 especies), Brasil (1798 especies), Ecuador (1652 especies), Indonesia (1604 especies), Venezuela (1463 especie).
Somos el país de américa donde existen las mayores densidades poblaciones de aves, superando a Brasil y Colombia, debido a la diversidad de sus hábitats.
El P.N Henry Pitiier (Aragua) es el lugar con más registros de aves (también el mejor estudiado) con 582 especies; esto es un promedio de 5, 4 especies por cada 10km2 seguido del P.N. el Tamá (Táchira) con 555 especies, 3.9 especies/10km2 solo superado por Uganda a nivel mundial.
Cuenta el país con 55 especies endémicas, ocupando el 5to lugar en américa en este renglón. Endémica, quiere decir el único lugar del mundo que viven es aquí y además 48 especies casi endémicas; es decir especies compartidas con otro país, pero que en Venezuela cuentan con más del 50% de su área de distribución.
El 15% de la avifauna venezolana está considerada en alguna categoría de extinción, esto representa 217 especies según el libro rojo de la fauna edición 2015.
Venezuela segundo país del continente en recibir especies migratorias
Venezuela ocupa el segundo lugar, después de Colombia, en especies viajeras; al recibir 135 visitantes de Norteamérica, 10 especies migran desde Centroamérica y 23 vienen del sur del continente. En promedio duran en Venezuela entre 4 a 8 meses y luego continúan su viaje hasta el próximo año que retornan al país. En Barquisimeto visitan dos especies la golondrina (Prognea tapera) y el Atrapamoscas Tijereta (Tyrannus savana), ambas del sur y que llegan a varios puntos de la ciudad a finales de junio hasta octubre aproximadamente.
El tráfico de especies, la cacería, la destrucción de sus hábitats y el cambio climático amenazas para las aves
Cada año mueren millones de aves por el tráfico, la cacería, muchas de ellas para tenerlas como mascotas. Otra amenaza es la destrucción de sus hábitats por la deforestación, incendios forestales, construcción de viviendas y la agricultura. Un indicador de estos los encontramos en la expansión de la frontera agrícola en el caso del estado Lara. Más del 40% de las regularizaciones o adjudicaciones de tierras se hacen en los municipios Andrés Eloy Blanco, Moran y Simón Planas, que a su vez son los lugares con más humedad, y más biodiversidad. Por cuanto la actividad productiva amenaza a la fauna.
Por otro lado el cambio climático ha originado más tormentas, huracanes, retardo de las lluvias o inundaciones y todo esto perjudica la reproducción y supervivencia de las aves.
El uso irracional de agroquímicos viene afectando a las aves, las cuales se contaminan al consumir plantas, semillas, granos, polen, insectos o invertebrados que han estado en contacto con los plaguicidas y perjudica la dureza del cascaron, por tanto muchos nidadas se pierden o se intoxican, tal como lo demostró Rachel Carson en su libro primavera silenciosa (publicado el 27 de septiembre de 1962 en E.E.UU) y que promovió la prohibición del uso del DDT y otros plaguicidas en el mundo.
Vacíos legales en Venezuela.
El cardenalito y otras especies silvestres tienen prohibida su caza y su comercialización; tanto en la ley de fauna silvestre como en la nueva ley penal de ambiente. Pero existe un gran vacío o contradicción; porque no está prohibida su tenencia. Tampoco se prohíbe a lo canaricultores tener canarios de color rojo; los cuales son obtenidos de la cruza con el cardenalito. Hasta en el billete de cien bolívares, el Cardenalito está condenado a desaparecer.
Los compradores o las personas que mantienen animales en su hogar, se ponen en contacto con cazadores y traficantes de manera directa o indirecta. Con la crisis económica durante el 2016 aumento la venta de animales silvestres de manera pública, en mercados como el San Juan y el Obelisco en Barquisimeto.
¿Se puede comercializar la vida?
Los países limitan o prohíben la venta de sus aves nacionales, pero permiten la venta de aves exóticas o de otros países. De esta forma las aves de Venezuela se comercializan “legalmente” en Trinidad y Tobago, Curazao, Aruba, Estados Unidos y Europa. Aquí en Venezuela podría ser comercializadas libremente cualquier ave de otros países, mientras no pertenezca al inventario de aves nacionales. Esto es la contradicción que permite el tráfico de especies internacional.
Es necesaria activar una real, honesta y franca colaboración entre países y no permitir a nivel mundial la venta de ningún ave. Excepto aquellas que puedan convertirse en plagas, por su gran cantidad y ante la propuesta de matarlas para ejercer su control; sería más ético capturarlas vivas y venderlas o reproducirlas en zoocriaderos.
En Venezuela existe cacería de control para el Gallito azul (Purple gallinule), el pato Yaguaso cariblanco (Dendrocygna viduata), el pato Yaguaso colorado (Dendrocygna bicolor), el pato Guirirí pico rosado (Dendrocygna autumnalis), acusados de atacar las plantaciones de arroz en los llanos centrales. Se presentan las aves como plagas que deben ser cazadas, por alimentarse en sus territorios originales invadidos por campos agrícolas.
Recuerden que la alteración en el ecosistema la originó el ser humano al eliminar al depredador natural de la especie.
(www.diversidadbiologica.info.ve).
En el lago de valencia, en la reserva de fauna de Juan Manual en el estado Zulia se practica la cacería de estas especies para alimentarse por parte de comunidades vecinas.
Por otro lado el Alcaraván (Vanellus chilensis), está recomendado como benéfico para la agricultura por alimentarse de gusanos y otros parásitos que afectan los cultivos, a la par de ser uno de los más nombrados en canciones llaneras.
Medidas urgentes de conservación y gestión.
En este día los animalistas hacemos el exhorto al estado venezolano para que se prohíba de manera contundente la tenencia de aves y otros animales silvestres; además se deben combatir la tenencia de “pajaritos”, loros y guacamayas como una horrible tradición de los venezolanos. Las cosas malas nunca pueden ser consideradas tradición por el hecho de ser comunes. SI así fuera tenderíamos que considerar el “bachaqueo”, el acaparamiento, y la especulación como tradición también en el país.
Se requiere una mejor y más eficiente guardería ambiental para combatir el tráfico en terminales, aeropuertos, mercados y carreteras y la reactivación de PROFAUNA como instituto autónomo para mejorar la gestión de la fauna. Desde la liquidación del ministerio del ambiente la gestión de la biodiversidad y el ordenamiento territorial vienen perdiendo jerarquía constitucional, relegadas a oficinas dentro del ministerio de ecosocialismo y aguas y sin la dotación y presupuesto que amerita una nación catalogada entre las 10 naciones megadiversas del planeta. Es una lástima, que en el alto gobierno no entiendan que significa esta condición y las responsabilidades internacionales que esto acarrea.
Finalmente los ambientalistas deben unir esfuerzos para lograr que se decrete una veda absoluta a la cacería de todas las especies en Venezuela entre el 2017 al 2020 para poder salvar las especies. La cacería nunca puede ser considerada un deporte. Matar no es deporte, ni arte, ni tradición, ni cultura.
…¡Que vivan las aves en su día!. Feliz año nuevo a los animalistas. Este 2017 debe ser el año de la reactivación del movimiento ambientalista venezolano.
José Gregorio Infante ecoinfante@gmail.com guardeamvenezuela@gmail.com