"El Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico es un chiste de mal gusto," según el activista estudiantil Cesar Romero

Junio 15 - Cesar Romero es militante la organización política Marea Socialista y estudiante de ingeniería metalúrgica de la UCV. En las últimos meses se ha sumado, como decenas de estudiantes y trabajadores, al rechazo al decreto del Arco Minero del Orinoco, por considerarlo atentatorio a la soberanía, a los derechos indígenas y al ambiente. Hablamos con Cesar para pedirle su opinión sobre los últimos anuncios en materia minera que hizo el Presidente

Aporrea: Cesar, tenemos entendido que la semana pasada se introdujo un recurso de nulidad constitucional contra el decreto 2248 que establece la zona del Arco Minero del Orinoco para la explotación de oro, coltan y otros minerales por parte de empresas transnacionales. Al día siguiente el presidente Maduro decreto la protección de las cuencas de los ríos que podrían verse afectados en este proyecto. ¿Esto hace viable el proyecto del Arco Minero?

Cesar Romero: Existen una infinidad de herramientas legales que protegen los recursos naturales de las zonas que involucran el Arco Minero. El problema no es ese. Yo creo que esto este decreto de preservación de las cuencas de los ríos es una respuesta a medias a lo que venimos denunciando múltiples organizaciones y ciudadanos en general. La minería, inclusive la artesanal, es una actividad esencialmente destructiva. Ya en estos momentos, sin que las trasnacionales hayan puesto un pie en el Amazonas, hay situaciones sumamente delicadas en el ámbito medioambiental. Por otro lado los métodos de la mega-mineria implementarían las empresas transnacionales en el Arco Minero han sido denunciadas y rechazadas en países como Argentina, Perú, Costa Rica y Bolivia, por su consumo de enormes cantidades de agua, uso de soluciones cianuradas altamente contaminantes y destrucción del suelo.

A: El día 8 de junio el presidente también decretó la creación de un Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico. ¿Qué opinas de esta medida?

CR: Creo que es un chiste de mal gusto. Todo se resume en una frase que se viene expresando en el movimiento: "la minería limpia es una mentira sucia". No hay mega-minería aplicada por las transnacionales que sea ecológica o amigable con los ecosistemas. Su única preocupación es la rentabilidad. El ambiente, la salud de los habitantes de las zonas cercanas y los trabajadores son cuestiones secundarias para ellos. Solo en los últimos 20 años se han reportado a nivel mundial más de 40 fallas en presas de colas, que son vertederos de los desechos de las minas los cuales contienen cianuro y metales pesados. Estos desastres contaminan directamente las aguas subterráneas, ríos y demás fuentes hídricas cercanas, aniquilando así la biodiversidad y generando enfermedades en las poblaciones aledañas.

Otro de los problemas serios que pueden ocurrir en la mega-minería es el "Drenaje Ácido de Mina", producto de la reacción de oxígeno y agua con rocas que presentan contenidos de sulfuros. Dicho contacto produce ácido sulfúrico y este puede deparar en el fenómeno de lluvia ácida. Los DAM no se generan en todas las minas, pero cuando se dan las condiciones para que ocurran las reacciones químicas, estos representan uno de los peores pasivos ambientales en al ámbito de la minería que se pueden mantener durante décadas o siglos. Además, de matar todo organismo vivo presente en las corrientes de agua con las que entren en contacto (por sus bajos contenidos de pH), los controles de daños pueden llegar a implicar un costo anual de 6000 millones de dólares, en los casos más severos.


Por otros lado, el proyecto del Arco Minero establece una serie de flexibilizaciones en el ámbito laboral, medioambiental y hasta de derechos políticos, porque es básicamente una zona económica especial. A nivel mundial e incluso histórico, el proceso de ingreso de inversiones extranjeras se hace bajo las condiciones que imponen las empresas que harán las inversiones. El proyecto del Arco Minero es una concesión en las condiciones de apertura propias de los proyectos neo-liberales. Eso nada tiene que ver con la ecología, como ya lo hemos visto en otras partes de América latina. Personalmente creo que es necesario planificar la actividad minera. Tomando como principios fundamentales: la soberanía, la ecología y respeto por la vida, se deben responder las siguientes preguntas ¿que minerales se van a explotar? ¿para qué? y ¿cómo se van a explotar?. A lo que el gobierno está respondiendo con una entrega directa del futuro de las próximas generaciones.

A: ¿Qué relevancia tiene para el proyecto del Arco Minero el anuncio del presidente Nicolás Maduro, de la suspensión del mercurio en el uso dela minería?

CR: Es totalmente irrelevante para ese proyecto. Es una banalización del tema. Desde hace décadas las empresas transnacionales no utilizan mercurio para la extracción del oro. Utilizan mezclas de agua con cianuro (de sodio o patasio) para dicho proceso. Es la forma más eficiente de extraer gramos de oro por cientos de toneladas de mineral. Como te explique anteriormente el cianuro también es altamente contaminante, sobretodo cuando se une con otros metales, como ocurre en este tipo de minería.

A: Por otro lado, ¿Por qué se sostiene que se atenta contra los derechos de las poblaciones indígenas si el gobierno ha difundido que este proyecto goza con un amplio consenso en la comunidad indígena?

CR: A través de diferentes comunicados y expresiones publicas, organizaciones indígenas como ORPIA y COIAM, además de etnias indígenas como YEKWANA-SANEMA y PEMON, por nombrar solo algunas, se han pronunciando en contra del desarrollo de esto proyecto. Tampoco podemos olvidar a las poblaciones no indígenas que seguramente se verán afectadas por la contaminación y uso indiscriminado del agua. Las futuras generaciones y toda la población venezolana se vera afectada con este proyecto.



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