Sistematizando los saberes sociopolíticos

Claves para una praxis ética contralora que construya el Estado que queremos y necesitamos

Los saberes populares no son una abstracción más. Son saberes que se concretan a través de prácticas en las realidades cotidianas y se producen desde el colectivo. Son fuerza creadora y por tanto, liberadora y transformadora mientras estas sean producto de la conciencia colectiva, grupal e individual para una acción política. Los saberes populares resultan de un imaginario alimentado y entramado por las identidades originarias (aquellos de propiedad ancestral aún presentes no solo en las comunidades indigenistas a lo largo y ancho de nuestro territorio nacional sino que coexisten en nuestra cotidianidad y que el mestizaje no pudo destruir y desaparecer pero que es necesario reconocer y visibilizar); hegemónicas (como resultante de procesos alienantes tales como el colonialismo y el neoliberalismo de reciente data donde se imponen los intereses de las élites o grupos); contrahegemónicas (aquellos saberes cuya intención es hacer prevalecer los intereses colectivos y por tanto confrontan las practicas hegemónicos de turno) y emergentes (capaces de dar respuestas oportunas o no a nuevas realidades). Todas se cruzan para dar forma y direccionalidad a la vida en común.

Los saberes populares pasan desapercibidos en cuanto la homogeneización y transculturización del conocimiento impuesto desde afuera por el establishment o centros oficiales del poder como suelen ser el orden académico y mediático, negando su existencia y disminuyendo su potencial en la vida de los ciudadanos y de las instituciones. Lo importante de esto es cómo la sociedad y las comunidades reconocen y valoran, así cómo visualizan y socializan los saberes y formen parte natural de la riqueza espiritual de los pueblos que se traduce en cambios y transformaciones radicales. Bien nos recuerda Aquiles Nazoa cuando afirma: “Creo en los poderes creadores del pueblo” y esto no lo podemos interpretar y reducir al mundo de las artes sino de la vida del ser humano en su integralidad.
Se puede afirmar que en Venezuela existe una cultura de contraloria social ya sea desde el mundo indigenista, colonialista, republicano en su etapa agraria y petrolera. Bien lo afirmaba Carlos Escarrá quien lo denominaba “las iniciativas de revisión propias del pueblo” y que era necesario la formación a la gente, a fin de que se emprendiera un proceso espontáneo, como pueblo organizado.

En esta direccionalidad a continuación van a encontrar sistematizados el tema de la praxis ética contralora basada en el estudio de 400 artículos de Aporrea y que permiten ver no solo el potencial sino además la validez de ellos en el empeño de un sentir nacional de cambios profundos en la construcción de una nueva institucionalidad como mandato del pueblo que se formalizó hace 12 años cuando en la carta magna estableció la democracia participativa. Hoy obliga a hacer inventario que permita saber cómo lo estamos haciendo y si lo estamos haciendo correctamente para lograr los fines últimos de la Revolución Bolivariana como es la “consolidación definitiva del proceso revolucionario y la fundación total y absoluta de la nueva sociedad que tanto queremos. ¿Cómo lograr que este sistema tan necesario se consolide en toda la sociedad? Con educación y comunicación a todos los niveles sociales y sostenidos en el tiempo- instaurar en la sociedad un nuevo ideal moral- liderazgo – aplicando las sanciones no a la impunidad

Saberes contralores o “iniciativas de revisión propias del pueblo”

El ejercicio de la Contraloría Social contribuiría a fortalecer al sujeto de derecho, impulsando la revolución cultural que implica la cultura de la participación en un sistema democrático real. Esto implica la formación de la ciudadanía, y la comprensión que la participación es un ejercicio inherente al desarrollo de las cualidades de ese sujeto político: el hombre y la mujer nueva son ante todo, sujetos de la política pública, legisladores en su quehacer cotidiano, hacedores de la vida en colectivo y corresponsables del bienestar individual y colectivo de su comunidad y territorio, que incluye el ejercicio de la Contraloría Social.

Para alcanzar la consolidación de la Contraloría Social, se hace necesario aparte de de ejercerla por parte del pueblo, concretarla en hechos correctivos y ejemplificantes, eficaces y contundentes en el ejercicio de la potestas. Motivar en la potestas (funcionarios elegidos y designados) el sentido y ejercicio del respeto a los auténticos detentadores del poder en una sociedad como lo es el pueblo (potentia). Por otro lado, lograr que el pueblo de una vez por todas asuma su rol protagónico en el ejercicio y disfrute del poder y su soberanía.

Cuando el pueblo se empodere de la práctica de la Contraloría Social se facilitaría la consolidación del Socialismo Bolivariano, ya que serian erradicados tantos vicios que hoy privilegian la desidia, ineficiencia y muchos males arraigados en la cultura funcional de la burocracia del Estado. Moriría lo que Ernesto “Che” Guevara identificó como “el burocratismo.” Ahora bien responder qué es necesario cuesta mucho, sin embargo es simple decir que puede empezarse con una fuerte avanzada informativa y formativa a la vez, sin despreciar la sanción penal, conjugando estos dos factores estoy convencido que es un buen inicio.

¿Cómo convertir la praxis contralora y el proceso de prevención, vigilancia, supervisión y control de la gestión pública y comunitaria, como de las actividades del sector privado que incidan en los intereses colectivos y sociales, para hacerlo un hecho normal y cotidiano en la vida de los ciudadanos y en aquellos que dan el servicio a la colectividad? ¿Cómo quebrar a ese Estado burocrático, corrupto, inepto e impune si quienes actúan desde dentro del mismo para corregir los vicios son expulsados? Cómo hacer de la Contraloría un producto de combate popular.

La Contraloría Social es una excelente herramienta de control y de direccionalidad. No se reduce a una simple observación, requiere de una sistematización de datos referenciales (Metas, Resultados esperados), que hace posible un observar en función de la situación incluida en el diagnóstico y lo que el proyecto se propuso modificar: “deber ser”. Si nos interesa una acción de gobierno efectiva, la Contraloría Social es la herramienta. La CS debe actuar para que la trasparencia caracterice la actuación pública

No hay recetas pre elaboradas para el cumplimiento exitoso de esta transición, pues las fórmulas ensayadas hasta el presente no han conseguido producir la transformación civilizatoria anhelada. Sólo podemos señalar que el medio o instrumento utilizado para alcanzar nuestra meta, debe ser consistente con el fin perseguido. Y si ese "otro mundo posible" que soñamos ha de fundarse en la solidaridad, la equidad, el diálogo, el protagonismo popular y el respeto a las diferencias, las estrategias o medios que se utilicen (como el partido político, por ejemplo) no pueden contradecir estos valores, pues estaríamos condenándonos a nosotros mismos a errar el camino.

“La batalla contra la corrupción depende mucho de la Contraloría Social rápida, de que llegue y sea efectiva”. La Contraloría Social debe tener una función mucho más específica, es decir, se requiere en cada comunidad de establecer equipos responsables de estas funciones y que el estado reconozca como tal. De esta forma se acaba con la indiferencia de los funcionarios públicos para con la Contraloría Social.

La conformación de la Contraloría Social sustentada en la CRBV (Art.62), los Lineamientos Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007 y en el Nuevo Mapa Estratégico. La Contraloría Social busca prevenir conflictos sociales ya que detecta problemas que puedan ser generados por las instituciones públicas, cuando pierden la direccionalidad de los programas y proyectos, los cuales pueden ser causados tanto por acción como por omisión. La Contraloría Social, que nace con el espíritu de que las comunidades generen sus propios procesos de lucha contra la corrupción que va más allá de los Consejos Comunales, la Contraloría Social también es para las instituciones públicas, o ¿habrá algún interés de que no sea así?

La Contraloría Social habrá de convertirse en el principal ejercicio democrático. No tiene sentido hablar de control si no se pueden establecer acciones correctivas tras diagnosticar desviaciones en el desempeño de funcionarios y dependencias. La verdadera Contraloría Social ocurrirá cuando se ejerza un verdadero impacto sobre las decisiones administrativas y judiciales y sobre la reducción de la corrupción administrativa y el incremento de la eficiencia y eficacia gubernamental. ¿Quién debe hacerle Contraloría Social a los consejos comunales? La Contraloría Social debe significar que el pueblo puede auditar las obras en sus propias comunidades, a fin de lograr que contraloría se haga de manera ética.
Un Estado educador que forme el ciudadano contralor

En el fondo de la Ley Orgánica de Contraloria Social en su artículo 4 sobre los fines sugiere que la Contraloría Social se ejerza en sincronía con la contraloría formal, la cual forma parte del mismo aparato administrativo del Estado, esa condición debe estar acompañada con un entrenamiento formal que le dé instrumentos y rudimentos al ciudadano. Es pertinente que los Ministerios de Educación en sus dos estamentos, formen al ciudadano. La Contraloría Social debería ser una materia obligada junto con la formación ética y moral del ciudadano, como parte constitutiva e integral del pensum de todas las carreras y en todos los niveles de la formación educativa, y debe tener un significativo peso específico. En otras palabras, la Contraloría Social debe asumirse como los procesos de alfabetización, la llave para poder acceder al conocimiento y práctica ciudadana. Sí no somos capaces de ejercer Contraloría Social en los dos sentidos, -activo y pasivo- no seremos ciudadanos completos.

Para que la Contraloría Social funcione, el Estado debe promover de manera inmediata e inicial, la creación de la misión contraloría y debe tener la misma capacidad de convocatoria y penetración que tuvo en su momento la misión Robinsón, luego crearse una Oficina Central de Contraloría Social, con representación a nivel estatal y nacional, que debe ser la coordinadora de la creación, dentro de norma, de todos los colectivos contralores, debe ser la promotora y facilitadora de esta formación de manera correcta, pero por sobre todas las cosas, debe ser la garante de la implementación de los recursos monetarios necesarios para que, ciertamente, las contralorías sociales a nivel comunal puedan operar, amén de que la participación de la empresa privada de manera directa es una enorme fantasía, pero en lo que respecta a destinar recursos para el funcionamiento de estos colectivos, ahí sí que tienen clara responsabilidad, y la ley debe garantizar la obligatoriedad, así como el escalafón del aporte a la Contraloría Social, por cada una de las empresas privadas que funcionen dentro del ámbito muy general del servicio público.

Al consultarse a algunos aporreadores sobre qué instituciones deben incidir en la garantía de los fines de la Contraloria Social conforme la ley se expresaron del siguiente modo:

a) En cuanto a “Promover y desarrollar la cultura de control social como mecanismo de acción en la vigilancia, supervisión, seguimiento y control de los asuntos públicos comunitarios y privados que incidan en el bienestar común”: las Instituciones públicas de los Poderes Públicos y empresas privadas; Cada institución Estadal debe crear mecanismos contralores desde los funcionarios o servidores públicos; Los entes del Estado orientados a la Participación, al Poder Popular, a las Comunas, a la Educación y a la Cultura; La Contraloría General de la República y demás Contralorías de los diferentes Estados; y los entes encargados de proteger al usuario y consumidor de productos y servicios.

b) Respecto a “Fomentar el trabajo articulado de las instancias, organizaciones y expresiones de poder popular con los órganos y entes del Poder Público, para el ejercicio efectivo de la función de control social.”: Todos los poderes públicos desde el ámbito comunitario, parroquial, municipal, regional y nacional; las Instancias como el Consejo de Planificación Pública, y el Ministerio del Poder Popular para las Comunas.

c) En cuanto a “Garantizar a los ciudadanos y a las ciudadanas en el ejercicio de la contraloría, obtener oportuna respuesta por parte de los servidores y servidoras públicos sobre los requerimientos de la información y documentación relacionados con sus funciones de control.”: Todos los entes, ministerios, Poderes Públicos del Estado y empresas privadas están obligados por la prevención y corrección de conductas, comportamientos y acciones contrarios a los intereses colectivos a garantizarnos a los ciudadanos y ciudadanas el derecho de que se nos rindan cuentas públicas, transparentes y periódicas sobre una gestión, de acuerdo con el programa presentado o a las actividades que desarrollan; Defensoría del Pueblo, Ministerio del Poder Popular para las Comunas y la Contraloría General de la República y demás Contralorías de los diferentes Estados.

d) Respecto a “Asegurar a los servidores y servidoras públicos, los voceros y voceras del poder popular y todas las personas que, de acuerdo a la ley, representen o expresen intereses colectivos, rindan cuentas de sus actuaciones ante las instancias de las cuales ejerzan representación o expresión”: Todos los poderes públicos desde el ámbito comunitario, parroquial, municipal, regional y nacional; El órgano competente de acuerdo a la materia Contraloría General de la Republica; En principio a la Asamblea de Ciudadanos donde tienen su ámbito de acción supervisados por el Ministerio del poder popular para las Comunas

e) Y finalmente para “Impulsar la creación y desarrollo de programas y políticas en el área educativa y la formación ciudadana, basadas en la doctrina de nuestro Libertador Simón Bolívar y en la ética socialista, especialmente para niños, niñas y adolescentes, así como en materia de formulación, ejecución y control de políticas públicas”: las Instituciones públicas del poder público parroquial, municipal, regional y nacional; Ministerio del Poder Popular para la Cultura, Ministerio del poder popular para las Comunas, Ministerios del Poder Popular para la Educación en sus dos ámbitos, Misiones Educativas, Movimientos Sociales, Tarea fundamental del partido PSUV

Esta actuación institucional debe estar acompañada en la formación de principios y valores, que los establece la misma ley enfatizando lo siguiente: conciencia política en los derechos y deberes individuales y colectivos y su garantía por parte de las instituciones públicas y privadas, el interés y el respeto hacia lo colectivo, la honestidad y la transparencia en los actos públicos, la información y la rendición de cuentas, la solidaridad, la corresponsabilidad, el sentido de pertenencia y cuidado hacia el bien común, la justicia, la igualdad y la equidad, la eficacia y la eficiencia de los servicios como deber social y para el bienestar, el voluntariado y la valentía, así como una cultura de evaluación y de sanciones y penas al que infringe la ley.

En todas estas finalidades es importante que el Estado promotor de este cambio, y especialmente el Gobierno Bolivariano asuman esta actividad de formar, educar, promocionar, difundir de manera permanente y desde todas sus instancias.

Movilización, Participación y Organización de la Contraloría Social

Luego de reconocer la existencia de los saberes contralores, su potencial y su necesidad de valorarlos no sólo de modo individual y colectivo sino desde el mismo Estado, es necesario tomar conciencia que aún persisten las prácticas hegemónicas o comportamiento irregulares como el burocratismo, corrupción, ineficiencia e ineficacia e impunidad haciéndose evidente las contradicciones existentes no sólo en el Poder constituyente sino también del Poder Constituido. Grupos de ciudadanos siguen instrumentalizando las Instituciones para hacer prevalecer sus intereses. No obstante, voces y miradas pronuncian sus palabras que permiten alertar que no se ha logrado la Refundación del Estado que queremos y anhelamos.

La Contraloría Social pasa por la asunción de la participación y el protagonismo del pueblo (entendido no como masa sino como diálogo entre diversas subjetividades) como valores fundacionales del socialismo del siglo XXI que ya comienza a echar raíces en nuestro continente. ¿Cómo organizarse para la Contraloría Social? ¿Cómo develar actos de corrupción que no dejan rastros? Una labor de zapa para detectar delincuentes de cuello blanco. ¿Cómo hacer la CS una práctica cotidiana y no resultar un simple espectador? La Contraloría Social como ejercicio directo de la soberanía popular puede intervenir en otros medios de control para asegurar que cumplan sus delicadas funciones.

Impulsar la movilización, la participación y la organización a través de la formación y educación no será suficiente si el propio pueblo no toma riendas en el asunto y materialice su acción en verdadera praxis emancipatoria para avanzar en lo oportuno en una praxis revolucionaria, sin retorno.

El ejercicio de la contraloría social está en estrecha relación con los derechos, intereses y expectativas de los ciudadanos y las comunidades. Nadie se moviliza, participa o se organiza si no hay renovación del quehacer sociopolítico y que construye a su vez ciudadanía e institucionalidad emancipada y emancipadora del siglo XXI pero su punto de partida es la canalización de sus críticas, reclamos, quejas y demandas de modo oportuno y sistemático que permita al Estado hacerse a sí misma al responder al poder constituyente en su garantía del derecho por lo que los poderes públicos están obligados a crear instancias de participación ciudadana que fortalezca la Contraloria Social (objetivo estratégico de la Propuesta del Candidato de la Patria Comandante Hugo Chávez Para la gestión Bolivariana socialista 2013-2019) contenida en el objetivo nacional de la convocatoria y promoción de una nueva orientación ética, moral y espiritual de la sociedad, basada en los valores liberadores del socialismo en el marco del II Objetivo Histórico que señala “Continuar construyendo el socialismo bolivariano del siglo XXI, en Venezuela, como alternativa al sistema destructivo y salvaje del capitalismo y con ello asegurar la “mayor suma de seguridad social, mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de felicidad” para nuestro pueblo.”

alicesocorro2000@yahoo.es


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Alice Peña Maldonado

Profesora de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Lic. en Comunicación Social Magister en Comunicación Organizacional. Dra. en Ciencias para el Desarrollo Estratégico.

 alicesocorro2000@yahoo.es

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