Luchas revolucionarias siempre han existido en todas partes del mundo y seguirán habiendo, pero sólo donde haya unidad del pueblo esas luchas podrán ser victoriosas y consolidar cambios positivos importantes.
Francisco de Miranda no logró una amplia alianza de clases y razas (unión del pueblo) para defender la primera república y terminó siendo derrotado por Monteverde al punto de firmar una bochornosa capitulación ante la Corona Española.
Pero la gran alianza policlasista y multiracial si fue lograda por Simón Bolivar y a partir de allí Venezuela aplastó militarmente al colonialismo de España y se consolidó como república independiente.
Igual hizo Hugo Chávez, unió fuerzas. que hicieron factible la victoria contra AD y Copei. Ninguna izquierda había logrado vencer al bipartidismo burgués venezolano hasta que Jugo armó esa plataforma de civiles, militares, socialistas, nacionalistas, inclusive gente de derecha, obreros, campesinos, empresarios y hasta bandidos infiltrados que en su momento fueron útiles.
Como estudioso de la política tengo certeza que si Hugo hubiera ensayado una alianza químicamente pura integrada sólo por revolucionarios nunca habría triunfado en las elecciones presidenciales de 1998 porque el fantasma del comunismo habría espantado a los votantes y los poderes económicos se habrían radicalizado contra el candidato bolivariano al punto de desconocer el resultado electoral.
Chávez ganó tiempo, acumuló fuerzas, fue consolidando su organigrama de gobierno, gradualmente fue superando adversidades y adversarios hasta que finalmente habló de socialismo y aplicó medidas anti capitalistas como una distribución popular de la renta petrolera.
Chávez ha sido el estratega político más efectivo de la historia de Venezuela. Hoy debemos orientarnos en sus enseñanzas para actuar correctamente como revolucionarios.
En la batalla del 6-D hay dos opciones:1) Votar por la MUD y restaurar el modelo neoliberal y represivo contra la disidencia (disparen primero y averigüen después. 2) Votar por el chavismo y mantener abierta la puerta hacia la construcción del socialismo y el buen vivir corrigiendo las graves fallas de estos tres años de guerra económica.
Son diversas y respetables las opciones revolucionarias en las elecciones del 6-D pero se pierde la lucha al votar por la segunda mejor opción numérica de la fuerza chavista. Debe ser la primera pues sólo ella puede evitar el triunfo del lobo fascista disfrazado de caperucita roja.
Superada la amenaza de un retorno al pasado del país pre chavista, nuestra lucha ideológica se mantendrá enérgica contra la corrupción, el burocratismo, el sectarismo, el culto a la personalidad, el rentismo petrolero y la improductividad económica.
Siempre desde adentro del chavismo, emplearemos los métodos honestos de la crítica constructiva, reclamo de rectificación, el trabajo voluntario y las propuestas socialistas. Seguiremos militando en la Revolución Bolivariana como alternativa socialista para Venezuela; con perseverancia y probidad, en el entendido que hoy más que nunca este proceso político debe someterse a las 3R de las que tanto habló Chávez o de lo contrario fracasará.
Sólo existe una manera de salvar a la Revolución Bolivariana y que el PSUV gane el 6-D. No se trata solamente de movilizar votos sino que prevalezca en dirigentes y militantes un alto sentido de unidad del pueblo para cumplir su misión política, así lo hicieron líderes ejemplares como Bolívar y Chávez.
