Quinto malo

Navarro, Giordani y yo, el culpable

Quisiera no distraerme en luchas mellizales. Preferiría concentrar todo mi esfuerzo intelectual y físico en combatir al enemigo histórico, tal como lo he hecho durante más de 40 años, pensando en la posibilidad de un mundo nuevo, de una sociedad de las y los iguales, del socialismo, del comunismo.

El pasado martes 8 de diciembre, me fui a la esquina caliente, en la plaza Bolívar de Caracas. Me había enterado de que allí estaba nuestro camarada y amigo (lo considero y admiro como mi amigo) Jorge Arreaza, dando la cara para escuchar a esa cuota de Poder Popular, ávida de crítica y autocrítica, a la vez que de orientaciones de unos de nuestros dirigentes revolucionarios. Para mí fue muy enriquecedor. Supongo que para el resto de los presentes también. Respuestas oportunas y veraces, además del exhorto para seguir defendiendo el legado de nuestro Comandante Chávez, en unidad.

Al día siguiente, miércoles, recibí una convocatoria (recuerdo, a quienes me leen que soy periodista y estoy al frente del medio de comunicación oficial, multisoportado, llamado Todasadentro) para asistir a una rueda de prensa con mis camaradas y amigos Héctor Navarro y Jorge Giordani. Hotel El Conde, en la esquina del mismo nombre, en Caracas, a las 11 de la mañana. Acudí, acompañado por el fotógrafo del medio que dirijo, sin ningún a priori de publicar el resultado de la información que allí se generaría. Confieso que mi inquietud no era sólo por periodista, sino por humilde militante revolucionario que desde la última fila de los soldados, me siento comprometido con el comunismo, con el socialismo y, particular y dignamente hoy, con nuestra Revolución Bolivariana y Chavista.

La sala estaba llena, completamente llena, de medios de comunicación, privados, comunitarios y oficiales, nacionales e internacionales, además de unas pocas y pocos militantes que, al igual que yo, compartimos un pensamiento crítico, claramente enfrentado al capitalismo, al imperialismo yanqui y a todas las formas de dominación que de ellos derivan. Escuché con mucha atención a Héctor Navarro, luego a Jorge Giordani y, de seguidas, a preguntas de algunas y algunos colegas.

El acto comunicacional se encontraba en ese intercambio con asistentes e irrumpió abruptamente, un ulular de sirena, voces y gritos. Un grupo de compatriotas, quienes se identificaron (a solicitud de una periodista) como "el Poder Popular de la esquina caliente" (un poco pretencioso y muy derechista, propio en Venezuela de la llamada Cuarta República y del puntofijismo que muchas y muchos de nosotros padecimos), abrogándose la representatividad del pueblo orgullosamente chavista.

A mí me recordó ese acto a los propios de las hordas fascistas de las falanges y de la derecha internacional. Lo quise atenuar y les pensé "estalinistas", para no ponerles tan lejos de las izquierdas. Allí se acabó la rueda de prensa, se acabaron las preguntas y las respuestas, se acabó el diálogo y se acabó la posibilidad de escuchar la crítica aunque no la compartiésemos.

Mientras yo escuchaba al autodenominado "Poder Popular de la esquina caliente", un exaltado "líder" de ese grupo (guardo fotos, por si acaso) se fijó en mí para increparme porque yo estaba "muy callado". Le pedí que escuchara y me dejara escuchar. Él insistió en lanzar improperios contra mí. Felizmente no le seguí sus provocaciones. De haber sido así, quizás no hubiese podido escribir esta nota.

Yo no sé quién envió a las hordas, de rasgos fascistas, que se ocuparon de intentar defender al camarada Nicolás Maduro ante el peligro de la crítica de "los dos ligaditos" (Chávez dixi), Navarro y Giordani, pero que terminaron dejándolo muy mal parado debido a tanta impertinencia, violencia verbal e intolerancia interna.

Creo que éste no es el camino para enfrentar la dura crisis de la Revolución Bolivariana y Chavista en sus roles de Gobierno, hoy. Tenemos que amarrar a nuestros locos, fomentar la discusión profunda, el debate argumentado, la crítica y autocrítica revolucionaria. De lo contrario, le haremos la tarea más fácil a la victoriosa "Mesa de la Unidad" en el parlamento venezolano.



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Iván Padilla Bravo

Director del semanario cultural "Todos Adentro", medio adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura. http://www.mincultura.gob.ve/

 ivanpadillabravo@gmail.com      @IvanPadillaB

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