Venezuela resiste una de las agresiones más fuertes del Imperialismo que se traduce en una salvaje guerra económica, un bombardeo mediático envolvente, una guerra de baja intensidad que se vive en el paramilitarismo y sus bandas delincuenciales, y un sabotaje a todas nuestras operaciones económicas y financieras a nivel internacional. Nunca como antes Venezuela había estado tan acorralada por el Imperialismo y sus secuaces nacionales.
Ese contexto es el que explica el desabastecimiento programado, la escasez inducida y la inflación artificial, esta última auspiciada por una página web que hasta ahora no se sabe por qué no la han tumbado. Además, el Imperialismo ha penetrado por la vía de la compra de conciencias y de la corrupción, ofreciendo dólares a aquellos que se han dejado comprar, y cuando no, han sido víctimas del hampa. En medio de esta situación, la Asamblea Nacional, totalmente plegada al Imperialismo y a la burguesía parásita juega un papel fundamental para desmontar el Estado y las leyes del Poder Popular que progresivamente se han ido construyendo en la Revolución.
Sin embargo, a pesar del panorama desolador y amenazante que vive la Revolución, el pueblo de Bolívar y Chávez se organiza y resiste dando una batalla heroica, digna de nuestros antecesores, los Libertadores. Emulando al pueblo vietnamita que fue capaz de derrotar al Imperialismo, así mismo, el pueblo venezolano y sus diversas formas de organización del Poder Popular se organiza, enfrenta y va derrotando al enemigo, con avances, con retrocesos, pero con la mirada en el futuro.
Por lo anterior es que decimos que ahora más que nunca se hace vigente la sentencia de nuestro Comandante "Comuna o Nada". Para los Chavistas la visión de un Estado Comunal implica la construcción del Socialismo, es decir, el pensamiento bolivariano de la sociedad de mayor suma de felicidad social. La derrota del Imperialismo está asociada al triunfo que tengamos como pueblo organizado en la construcción del Estado Comunal. Cada Comuna que logremos organizar, y van hasta ahora 1.475 registradas, es una colina más que alcanzamos en nuestra batalla contra el Imperialismo.
Por eso debemos insistir en la formación de las Comunas en todos el país, logrando que el mayor espacio geográfico y la mayor población posible esté bajo la organización comunal, y promoviendo que estas utilicen todo el potencial productivo para generar riqueza colectiva en emprendimientos autogestionarios. Sin embargo, la Comuna debe tener también una formación permanente, desde el trabajo, desde la innovación en su entorno, que aproveche la experiencia práctica y que resalte los valores de la solidaridad, la cooperación, la colaboración y la complementariedad con las otras comunas. Estos valores son los que permitirán dar saltos en los niveles de agregación de las comunas, para ir construyendo las ciudades comunales, las federaciones, las confederaciones, para finalmente llegar al Estado Comunal. El trabajo comunal con esos principios señalados y que se oponen a la competencia, el individualismo y el egoísmo permitirá construir nuevas relaciones de producción que a su vez generarán un nuevo modo de producción, el Socialismo.
Pero la formación debe incluir, además de lo técnico y lo político, nuestra interpretación de la Historia, nuestro cuestionamiento al Capitalismo, debe estar sustentado en una visión originaria como decía Simón Rodríguez, con una concepción toparquista, que reivindique y estudie experiencias como la Comuna de París, pero también las experiencias comunales que desde nuestros ancestros indígenas hasta la actualidad se han dado en nuestro país.
Hoy la humanidad libra una cruenta lucha contra el Capitalismo y el Imperialismo, y es en Venezuela y en las comunas en donde se construye la esperanza de una sociedad de paz, de igualdad, de libertad y de justicia. Es en Venezuela en donde se libra la batalla final por el Socialismo, sintámonos orgullosos, comprometidos y alertas de la responsabilidad histórica que tenemos ante la Humanidad y ante los ojos de nuestros Libertadores, de Bolívar, de Sucre, de Miranda, de Zamora, de muchos más y por supuesto de nuestro Comandante Chávez.