Tenemos que asumir porque sí, que todos los sectores opositores, los mismos que se cag..on cuando el Comandante Hugo Chávez apareció por primera vez en TV, más los que han ido apareciendo posteriormente hasta el 06/D-2015 y otros cuantos por añadidura hasta la fecha del acto definitivo que garantice el referéndum, son inteligentes, aptos y por consiguientes están convencidos de sus actos y efectos al firmar en el intento de sacar a Nicolás Maduro de la Presidencia. Asimismo, saben perfectamente que la alternativa contra el chavismo en el gobierno, es decir, distribución equitativa de la riqueza patria con preeminencia hacia lo social-popular, que ellos vienen estigmatizando como populismo, no es otra cosa distinta al neoliberalismo promovido desde los organismos financieros internacionales que, entre otras cosas, nada más y nada menos, el fondo que persiguen es la disminución del tamaño del Estado.
Ahora, esto/as opositore/as en su amplio conocimiento saben perfectamente que el tamaño del Estado no es el referido al espacio físico o geográfico que abarca el territorio de la R. B. de Venezuela, aunque por ahora tengas sus intenciones ocultas de achicarlo más, (media luna en la frontera occidental) pues, sus diri-sin-gentes, en los cuales confían plenamente, siempre han hablado clarito y así lo hizo Carlos Andrés II, lo viene haciendo Macri en Argentina y se anuncia en Brasil con el golpe contra Dirma, que es lo mismo, en el cumplimiento del mandato del FMI. Se trata de la cantidad de gente que trabaja para/o en el Estado en cualquiera de sus instancias está siendo un estorbo, significando que una vez ganado el referéndum y tomando posesión en la jefatura de ese Estado, miles de empleados públicos deben ir a buscar trabajo al sector privado y experimentar con sus iniciativas propias y tener capacidad competitiva con la inversión (invasión) extranjera que se anuncia con plena libertad económica y desregulada de toda norma laboral que pudiera beneficiar a lo/as trabajado/as.
Entonces, para qué preocuparnos ahorita de que si tal o cuál funcionario/a público/a firma para revocar a Maduro, si a ello/as lo/as está moviendo la plena conciencia de sus actos. Ello/as no están siendo manipulado/as ni chantajeado/as o algo parecidos y en consecuencia son plenamente responsables de lo que hacen y hagan; además, recordemos que nuestra Constitución Bolivariana es garante de libre expresión y determinación en los actos lícitos, sobre todo los políticos de todos los ciudadanos. Lo que sí debemos entender y sin temor a dudas es que lo/as funcionario/as público/as que firmen conscientemente y en plena libertad de sus acciones, están y son consecuentes con el enunciado neoliberalismo, así, cuales héroes en esta guerra no convencional, están dispuestos a sacrificar el empleo público y facilitarle la llegada al neoliberalismo con la firma y acompañamiento hasta el final, lo que no sería otra cosa que un referéndum aprobatorio dentro de la administración pública para apoyar la disminución del tamaño del Estado, es decir, esto/as señor/as funcionario/as están de acuerdo con la salida de un número importante de empleado/as público/as en todas las áreas e instancias de la administración pública.
A todas estas, debemos saber cuáles son los empleados públicos dispuestos y empeñados en sacrificarse porque hasta ahorita nosotros no lo sabemos, por su puesto, esto se desprenderá del resultado que arroje el trabajo del equipo técnico recién conformado por el Presidente Maduro, para investigar la legalidad de las firmas, lo que se haría con estos funcionarios firmantes de no ganar el revocatorio es cuestión de esperar.
Eso sí, debemos estar bien pendientes y con ojo visor, a lo mejor hay que premiarlos por sus cometidos neoliberales y al estar dispuestos en el espíritu de sacrificio para dejar sus puesto de trabajo, como malamente no se le permitió en el pasado.
