Los comprometidos con el Proceso Revolucionario sabemos cómo y por qué el sector gubernamental local y las toldas partidistas secuestraron el control sobre los Consejos Locales de Planificación Pública, hasta convertir a la mayoría de ellos en simples apéndices de las Alcaldías o, en el mejor de los casos, en grupúsculos de poder político. Hasta el día de hoy las organizaciones populares de base sostienen una denodada lucha para que los CLPP regresen a su concepción ideológica original: centros articulados de participativismo popular activo con una importantísima labor que cumplir en relación con la elaboración del respectivo Plan Municipal de Desarrollo. Hace ya cuatro años, muchos de nosotros consideramos que, al formarse los CLPP sin comenzar por crear Consejos Comunales y Parroquiales, se estaban poniendo las carretas delante de los caballos o se estaban construyendo los edificios comenzando desde el pent-house. Hoy en día soy uno de los que digo: ¡Menos mal que se hizo al revés!
Al salir promulgada la Ley que rige la materia, desde las Alcaldías comenzaron a sonar las trompetas anunciando con bombos y platillos que, para impulsar la iniciativa legislativa y en atención al sacrosanto artículo 182 de la Constitución Bolivariana, ayudarían con todos los hierros a formar los CLPP. Comenzó la movilización de alcaldes y de concejales a granel, se celebraban tremendas asambleas populares a cada rato, se oían grandilocuentes discursos ensalzando el poder del pueblo… ¿y en qué pararon los CLPP? ¿Están bajo el control mayoritario del pueblo, tal como debería ser? Mejor no entremos en detalles. Ahora la preocupación es otra.
Al iniciarse la labor parlamentaria sobre la Ley Especial de los Consejos Comunales, el asunto no tuvo mayor resonancia –salvo para las comunidades-. Pero, en cuanto nuestro Presidente anunció que los Consejos Comunales recibirían recursos directamente, y al salir promulgada la Ley en abril de este año, empezaron otra vez a sonar las trompetas desde muchas Alcaldías anunciando su “apoyo irrestricto” para fomentar la creación y puesta en marcha de aquellos… con grandilocuencias y aspavientos sospechosamente parecidos a aquellos cuando se estaban formando los CLPP. Ya hay más de un grupo de personeros del sector público local en todo el país metidos hasta el cuello ayudando a formar Consejos Comunales.
¡MOSCA, COMPATRIOTAS! Dada la estructura orgánica de los CLPP, cuya cúpula está formada por alcalde, concejales y presidentes de juntas parroquiales, es muy difícil impedir la ingerencia directa de éstos en su conformación y puesta en marcha. NO PASA LO MISMO CON LOS CONSEJOS COMUNALES, CUYA CONFORMACIÓN ES ESTRICTAMENTE POPULAR. Agradecemos encarecidamente los deseos de colaborar de los alcaldes, concejales, personeros de juntas parroquiales y asociaciones de vecinos, goles y demás hierbas, pero… no, gracias. LOS CONSEJOS COMUNALES LOS FORMAMOS NOSOTROS SOLITOS, LAS COMUNIDADES, SIN AYUDA OFICIAL. Entendemos que es necesaria la participación en ello de entidades tales como el Fondo para el Desarrollo Microfinanciero (FONDEMI), vital para la adecuada conformación y funcionamiento de los Bancos Comunales, y hasta una que otro ayudita de FUNDACOMÚN, pero… hasta ahí. Lamentablemente, aquí pagan justos por pecadores. Es mucho el personero oficial que, con sincero espíritu revolucionario, está tratando de consolidar la figura de los CC; pero, por desgracia, escondidos entre ellos se mueven los CABALLOS DE TROYA, consistentes en personas y organizaciones “sociales” con sólidos vasos comunicantes con Alcaldías, Cámaras Municipales, Juntas Parroquiales, toldas políticas, etc., que sólo pretenden echar raíces en el entorno operativo de los CC para tener control sobre los recursos dinerarios y todo lo que viene tras ello: clientelismo, negociados, y pare usted de contar.
¡MOSCA CON LA COMISIÓN PROMOTORA, CON LA COMISIÓN ELECTORAL! ¡Mosca, mucha mosca, con las estrictas condiciones de elegibilidad de los integrantes del Banco Comunal, de la Unidad de Contraloría Social! ¡Mosca con el manejo de las Asambleas! En ulteriores entregas, procuraré desarrollar algunas recomendaciones para tratar de blindar, en lo posible, a las comunidades deseosas de contar con un Consejo Comunal auténtico, descontaminado y libre de ingerencias perniciosas a la buena salud del Participativismo Protagónico Popular. Es esencial que cuidemos y no nos dejemos secuestrar los Consejos Comunales… para que no se repita la historia de los CLPP.-
Ab. Eduardo Santana Gómez
eddie_2000_ve@yahoo.com