Un discurso amenazante en lenguaje propio del atorrante, acompañado de gestualidad vacilante, con frases iniciales de párrafo repetidas tres y cuatro veces, activó en la Asamblea Nacional el 5 de Enero 2017, otra candidatura presidencial de la derecha maltrecha, pitiyanqui y demoledoramente escasa de contenido, para entusiasmar al país. Fue la característica de J B, heredero de H R A, dando comienzo a lo que se percibe continuidad de infortunadas actitudes del Poder Legislativo, en la desacertada oposición antibolivariana y vende patria, pitiyanqui y capitalista salvaje, que sigue empeñada en las salidas anticonstitucionales, en lugar de proyectos viables que tanta falta le hacen a la decencia, y honorabilidad de la política.
Pésima copia de Ramos Allup, menos avejentado e igual en su trogloditismo mental desfachatado, similar a Pedro Carmona, Julio Borges, quien retó a un periodista a mostrarle pruebas de su participación golpista, provocó de nuevo revivir lo que desde entonces le enseñan a cada rato, sus pedidos para sacar a Hugo Chávez y los Poderes Ejecutivo, Judicial y Legislativo. Poco o nada le importó el ridículo de permitirnos comprobar, que no solo es pésimo matemático al referirse a la exitosa Gran Misión Vivienda Venezuela, sino que calcó la frase de Joselo "la misma miasma", para dar bienvenida en la A N al 2017, propinándole coces al diálogo que preside un representante de El Vaticano (petición opositora), acompañado por 3 ex presidentes latinoamericanos y un español. En síntesis, un discursillo electorero lleno de nada.