Los conpiradores y traidores tiene rueda libre

Cuando a esta lamentable oposición, empobrecida de ideas, de lógica i de ética, se le acerca un proceso electoral, parece que los cortocircuitos sinapsiales de sus escasas neuronas, les crean olvidos, confusiones i los actos o hechos de violencia, acaso seguros de que serán derrotados, pues en 14 ó 15 procesos, apenas han ganado una por un suspiro -ni siquiera una nariz- empiezan a hacer acusaciones i agresiones, olvidándose de los desastres que hicieron o protagonizaron en los cuarenta años largos, de la Dictadura de Partidos (AD-COPEI) con más arbitrariedades, robos, escándalos, masacres, muertos i desaparecidos que en la dictadura de unos 8 años de Marcos Pérez Jiménez. ¡Qué de olvidos, afortunadamente recogidos en libros! I tal parece que no han dado a leer a “sus” nuevas generaciones. Luego, qué de confusiones i disparates hicieron mientras robaban impunemente (“cuanto hai pa’ eso, cómo voi allí, i otras frases célebres en las comisiones menores) o asentados en los documentos bancarios i los grandes intereses, en los robos descomunales, como el caso Cierra Nevada, los Jeep i todo lo recogido por Domingo A. Rangel i Pedro Duno en sus libros sobre la corrupción en Venezuela. Pero donde llama la atención produciendo indignación, es en los actos de violencia -también los menores- sin considerar las conocidas grades masacres campesinas o fecha como en el Caracazo que dice Chávez, inició la revolución bolivariana. Me refiero a cosas que sucedieron en las universidades o liceos, cuando los estudiantes protestaban; sobre todo en Caracas, donde el pueblo i la juventud son corajudos i luchadores de verdad (los marabinos, lo confieso, son un poco “leche fría” o cómodos) la policía reprimía con mayor violencia que la que querían acabar; los corrían a tiros i a planazos, los golpeaban sin misericordia, los pateaban i arrestaban con “esposas metálicas” i algunos pasaban días de detención sin juicio ni defensa alguna. Había que tenerlas bien puestas i en su sitio escrotal, porque los cobardes se quedaban en casa. Así se pueden hacer muchos ejemplos de represiones i las bombas lacrimógenas, la “ballena” i otros medios, eran poco usado. La ballena i el zarandeo agresivo lo vi hasta en Lovaina, Bélgica. Había protestas i el gobierno las permitió siempre que no interrumpiera la Avenue des Allieus que era el paso obligado por Lovaina, para ir de Bruselas a Liega, la capital industrial. Pues los estudiantes desacataron la orden i trancaron esa importante vía. Llegó la policía (hai una nacional que se ocupa de todo) i con ayuda de los bomberos, cerradas las calles laterales, introdujeron dos “ballenas” por los extremos, los corrieron i al salir a las calles laterales los arrestaban. Tengo un recorte de prensa, donde un “alzao” fue llevado como un trapo mojado por brazos i piernas; i eso era más benigno que los atropellos de aquí en la IV República. Yo hubiese querido ver a un hijo de papá i mamá como el tal Yon Goicochea, liderizando una protesta de las que hace, en aquellos tiempos. Este jovencito es un individuo que ni tiene cultura, ni preparación ni léxico apropiado, para discutir ideas filosóficas i políticas; lo demostró cuando tuvo la oportunidad en la Asamblea Nacional de lucirse como líder, i creo que ni siquiera con dos campeones estudiantiles como Héctor Rodríguez o Robert Serra hubiese aguantado un “round”, sino que Libertad Velásquez i las otras muchachas lo hubiesen apabullado. ¿Qué pasó? Que se retiró cobardemente con el rabo entre las piernas. Sin embargo, cuando lo entrevista un reportero en la calle, el pseudo líder (igual que los otros que lo rodean un tal Stalin i otros nuevos) vocifera que si el gobierno quiere que incendien la ciudad de Caracas. Un supuesto Neroncito de pacotilla. Yo creo que no tiene capacidad ni para encender un fogón de carbón de los de antes. Jamás lo he escuchado hablar sensatamente i con conocimiento de lo que expone…¿es ésta la juventud de relevo de los escuálidos?

Por eso, cuando una valiente periodista se introdujo en una manifestación que cerraba una importante avenida de Caracas, produciendo inmensas colas, dificultando la asistencia al trabajo, buscar los niños en las escuelas o tal vez impidiendo a una ambulancia llevar un herido al hospital o una mujer pariendo, estos jovencitos de una Universidad Privada (privada de lei, de autoridad, de elecciones i de ética) no eran más de 30 ó 40, ni siquiera 50 como se dijo, no sabía explicar sus motivos excepto que le mandaron a decir NO a la enmienda i a desestabilizar “para tumbar a Chávez” i la periodista ágil, inteligente i con valor, no pudo tomar una sola declaración. Da tristeza que las universidades privadas, con hombres como ese sacerdote antisocial i de poca cultura fuera de sus disparates teológicos como el terrorista urbano Ugalde, esté formando eunucos mentales, fuera de la civilización científica del siglo XXI. Los que quemaron el Guaraira Repano (nombre indígena del otrora Cerro del Ávila), sean estudiante, sean pirómanos infiltrados (ellos los debían conocer) cometieron un grave delito, pero los verdaderos responsables, son las autoridades universitarias. Creo que los debía multar, obligarlos a reparar el daño i hasta imponerles un cierre temporal o total. Esa “institución” no puede ser jamás una casa de altos estudios, o sea una Universidad. Empero como tienen lo que se llama “rueda libre” para delinquir i una impunidad inadmisible, los venezolanos tenemos el derecho a protestar i preguntarnos ¿Hasta cuando tanto desorden o bochinche como decía Miranda? ¿Hasta cuando la actitud de los socialistas utópicos de la Comuna de París?¿Hasta cuándo los actos de conspiración como el de los “cuatro fantástico”, o mejor cuatro cadáveres políticos, creen que es lógico que para reunirse a conspirar como hacen todos los días durante estos diez años, tiene que ser en el exterior i en un “Estado-Colonia” del Imperio del Norte? ¿La más elemental lógica no nos dice que era por estar participando extranjeros, inclusive de la Embajada de los Estados Unidos en Caracas? Ya es hora de detener a estos vende patria, cerrar a Globoterror, detener al energúmeno de Ravell, aplicar las leyes i los principios éticos a la radio, la televisión i a la prensa; someter a las guarimbas i demostrar que no son estudiantes normales, sino delincuentes, puesto que cometen delitos. Son “avanzadas” de los viejos cobardes. ¿Cómo se llaman entonces las personas, así sean familia de la Madre Teresa de Calcuta, cuando cometen delitos? ¡Sencillamente delincuentes! Fui profesor universitario por 33 años, más el tiempo que pasé en el bachillerato. Admiro i quiero a los estudiantes, pues yo lo fui, i mis hijos lo han sido; pero no es lo mismo un verdadero estudiante, que un lacayo de los poderosos oligarcas i golpistas, i también del Imperio. Necesitan entender i aprender, el concepto de patria, de dignidad i de soberanía. Los viejos no volverán, i los nuevos escuálidos, ¡No llegarán!

robertojjm@hotmail.com


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Roberto Jiménez Maggiolo


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