Mi disparate favorito fue hasta hace días: “Lo peor que tiene este gobierno es que no reprime”. Lo atesoraba en mi colección de desatinos como el más logrado desde el punto de vista de la falta impecable de toda lógica.
Pero ahora me vino uno que lo supera ampliamente: La gente tuvo que poner su dinero en el Stanford Bank Venezuela por temor a que Chávez se lo quitara. Es una variante del disparate aquel que decía que las pérdidas causadas por el Paro Patronal de 2002-2003 eran culpa de Chávez por no renunciar. Se llama en Ciencia Lógica la Falacia de la Falsa Causa. Lo mismo que culpar a la víctima de un atraco porque se resistió.
En 2002 mi amiga Carolina Espada contó una reunión que hubo luego de los acontecimientos de Caperucita. Todos se echaban la culpa cabe el Lago de los Dragones Soñolientos. La mamá por haberla mandado a esa hora, la abuela por antojada, el leñador porque llegó tarde. Dice Carolina:
“Todos estaban deshechos por el dolor y por la culpa. Tan afligidos que enmudecieron. Pensaban que no podrían volver a sostenerse la mirada nunca-jamás. Entonces, hubo un burbujeo y una luz en lo más hondo del lago. De allí emergió un hada transparente y brillante, que cabalgaba en el lomo de un dragón somnoliento.
”Y el hada dijo: 'La culpa la tiene el lobo'”.
http://www.analitica.com/bitblioteca/espada/lobo.asp
Ahora viene esto de Stanford. Se cae la economía capitalista por una más de sus neuróticas crisis y la oposición, en vez de criticar ese trastorno, dice: “¡Ja! Ya van a ver lo que le espera a Chávez con esta crisis”, como si hubiese sido Chávez quien la provocó. Es más o menos lo que dicen los sapientísimos analistas de la oposición sobre el resultado del referendo del 15 de febrero: prácticamente sostienen que el “no” ganó y el “sí” perdió. Fuera de los que dicen que hubo fffRRRaude, sin alegar una sola prueba que no sea la papeleta de Tarek.
Pero volvamos a mi disparate favorito. Entre los implicados en este fraude (este sí es un fffRRRaude) están Luis Giusti, el principal animador del Sabotaje Petrolero, quien declaró poco antes que Venezuela no aguantaría siete días sin petróleo. Fue asesor petrolero de Bush y empleado de varias trasnacionales del petróleo. No me gusta usar la palabra vendepatria porque se ha abusado mucho de ella, pero ahora tendré que usarla: Luis Giusti es un vendepatria. Estuvo en el gobierno de CAP II. Casi na.
Con este lance del Stanford Bank se viene abajo el entramado ideológico y práctico del neoliberalismo, pues los principales cabecillas de esa gran estafa no solo están complotados en todo golpe y acción antidemocrática desde 1998, Opus Dei, Cedice, Súmate, UCAB, UCV, etc., sino que tienen sus reales en ese banco y en otros parecidos. No sé cómo van a hacer con ese problema, porque a Washington no le gusta que le birlen su plata y encima se rían.
Durante este rrrÉgimen millones de personas han comenzado a tener propiedad privada, sean los terrenos donde tienen sus precarias viviendas en los cerros, sea una vivienda digna, sea una vivienda secundaria, sea un automóvil, sea un negocio, sea un realero ganado por y bajo este rrrÉgimen (ojalá no lo tengan en el Stanford Bank). Son los que temen que les quiten esas cosas. Y tienen razón: se las pueden quitar los atracadores de la oposición que, si vuelve, les cogerán el apartamentico que están pagando a crédito porque reinstaurarán el crédito indexado. Pero hay gente tan bolsa de valores que le tiene más miedo a Chávez que al crédito indexado y al Stanford Bank.
Te recomiendo un artículo anónimo intitulado “Venezolanos adinerados dicen que Chávez los llevó a invertir en Stanford”, en la versión en Internet de El Universal, haciendo clic en el siguiente enlace:
http://economia.eluniversal.com/2009/02/20/eco_ava_venezolanos-adinerad_20A2232923.shtml
rhernand@reacciun.ve