Sr. Director:
Abrigo la esperanza que lea lo que aquí narro.
Increíble pero cierto; son las cosas que por más cacúmen que uno les eche, no es posible entenderlas.
Resulta que tengo un familiar muy cercano, menor de edad, niña, a quien le fue renovado el pasaporte el 25 de abril del 2005 por un periodo de cinco (05) años hasta el 25 de agosto del 2010; la renovación se hizo en Caracas con exoneración.
Con motivo de sus vacaciones, sus padres decidieron enviarla con un tío que vive en Trinidad, previo el cumplimiento de las disposiciones de la LOPNA; su hermano a quien también le fue renovado su pasaporte en la misma fecha, ha viajado sin contratiempos, durante esas fechas y acaba de regresar de Suecia donde estudia su carrera; a la niña al llegar a Maiquetía, desde el Aeropuerto de SANTO DOMINGO le dijeron que había una correspondencia de hacía tres días, en la que se ordenaba que nadie que tuviese el pasaporte en esas condiciones de renovación, con sello húmedo VIGENTE, podía salir del país.; imagínense Usted la desazón y reacción tanto de ella como de su tío, ante tamaña incongruencia, pues por un lado se renueva un pasaporte y por otro sin previo aviso se anula la renovación lo que, y más en temporada alta como esta de vacaciones escolares, no es otra cosa que la apertura de una puerta a la corrupción para que se aprovechen tanto las mafias internas como externas que viven a cuenta de medidas inconcebibles como la que aquí registro.
Consecuencia de esta medida descabellada, el tío perdió su vuelo porque no podía dejar a su sobrina sola, por lo que tuvo que viajar a Maracay a dejarla donde una su hermana, tía de la menor, para intentar viajar al día siguiente a la Isla.
El advenimiento del nuevo Director y las medidas iníciales, me dieron un hálito de satisfacción que incluso me motivaron para escribir positivamente en una de mis anteriores “Pildoritas”, pero lo que ahora sucede muy cerca de mi proximidad familiar, me hace pensar, como seguramente lo harán quienes lean esta carta y muchos venezolanos que vivan esa critica situación. que aquí la corrupción no tiene salida, pues es ilógico que después que alguien está a punto de abordar un avión, sea de esa manera impedido de viajar cuando en su documento existe una autorización que expresa una vigencia suficiente, que le permite utilizarlo hasta su vencimiento, cuando sí debe entrar en vigencia la decisión, es decir a medida que la renovación se vaya venciendo.
Es en estos casos, si hay buena gerencia, es cuando la discrecionalidad del funcionario debe salir a relucir, pues el daño más que económico, emocional, que se le causa a una niña ilusionada en sus vacaciones es irreparable.
Sr. Director, al pie de mis pildoritas siempre aparece mi dirección de correo, si usted, me responde, tal vez lograría, si la explicación me satisface, que un revolucionario auténtico, que abrazó este proceso, a cambio de nada, por simple convicción, recupere su esperanza.
Ojala y cosas como éstas que son las que ponen en duda promesas y buenas intenciones, para acabar con la corrupción, usted las elimine y dé pie para que quienes tienen ese sello en sus pasaportes y viajan antes del vencimiento del mismo, puedan hacerlo, porque no son culpables de que se interrumpa una providencia a mitad de camino, sin pensar en los perjuicios que se le puedan causar a un ciudadano o ciudadana, lo que es peor, en este caso a una menor.
Me sentiría satisfecho si tengo la suerte de me lea y mas si me responde. Le deseo que los éxitos, que pareciera ha venido logrando, no sean empañados por medidas tal lamentables como ésta.
Atentamente. Su compatriota.
yuviliz40@hotmail.com