A propósito de la 1era Reunión Nacional de la Federación Unitaria de los Trabajadores y Trabajadoras Automotrices, Autopartes y Conexos (FUTAAC), realizada el pasado 21 de enero del 2014, tuvimos la oportunidad de entrevistar a quien fuera elegido presidente de esta nueva herramienta gremial, Christian Pereira, trabajador, militante revolucionario de la corriente Marea Socialista y padre de familia, quien nos estuvo conversando de la situación del sector automotriz y de la situación política en general.
Marea Socialista: ¿Cómo se ha desarrollado esta 1era Reunión Nacional de la FUTAAC?
Christian Pereira: Estamos muy satisfechos con esta 1era reunión nacional. Más de 50 dirigentes sindicales de 12 diferentes sindicatos del sector de diversos estados del país estuvieron presentes en esta ocasión. El momento no ha podido ser más oportuno, ya que la actual situación nacional nos reclamaba estas instancias.
MS: ¿Cuál es la actual situación del sector?
CP: Las repercusiones de la política del gobierno en el sector pues nos tienen verdaderamente preocupados. Hoy en día vemos que los efectos de las leyes y medidas desarrolladas desde el año pasado en el ámbito automotriz, han incidido negativamente en la producción, y atentan contra más de 12.000 trabajos directos, y cerca de 30.000 empleos indirectos. Esto lo hemos venido denunciando desde hace meses en los distintos entes del gobierno nacional.
MS: ¿Por qué se ha visto afectada la producción?
CP: En los últimos meses hemos visto una fuerte caída en la producción debido a la dinámica especulativa que ha permeado a la economía venezolana en general, en la cual se evidencio como los empresarios han hecho mal uso de las divisas entregadas por el gobierno. Pero la situación se agudizo desde el pasado 4 de diciembre, fecha del Decreto Presidencial 625, la cual autoriza y facilita la importación, por parte de personas naturales y jurídicas, de autos ensamblados. Hoy en día la única planta que está produciendo es la Toyota, en promedio diario 10 unidades. El resto de las plantas, como por ejemplo Cryshler, para este trimestre no tienen licencia de importación, y solo hay material para 130 unidades, lo cual representa la cantidad total que producimos en 3 días. Para el resto del trimestre no hay material.
MS: ¿Cuáles otras consecuencias ha traído este Decreto?
CP: Luego de que se dio a conocer la resolución, cerca de 57.000 cuentas con solicitudes para la importación de autos ensamblados fueron registradas en diferentes bancos. Esta disposición de compra amenaza la producción nacional y los empleos de miles de trabajadores, ya que esta cifra representa casi la totalidad de lo producido por el sector durante un año. Cabe acotar que 60.000 unidades fueron producidas durante el 2013. Por otro lado, se han visto afectados beneficios y conquistas logrados en los diferentes contratos colectivos, tales como el beneficio de la producción o, como se le conoce, cupo, que permite la compra de un auto anual a cada trabajador. La rifa de vehículo como incentivo, los planes de retiro, entre otros.
Rechazamos categóricamente que se tilde de mafiosos o se nos criminalice por defender los intereses de los trabajadores. El gobierno sabe, los empresarios saben, el país tiene que saber, que los beneficios de la producción son una conquista de los trabajadores, que este no representa ni un 10% de la producción nacional anual y que este beneficio no es la causa de los altos precios de los autos en la actualidad, como se lo quiere hacer ver. Son las empresas y los concesionarios que manejan el 90% de la producción los que especulan.
MS: ¿Cuáles son las exigencias que le hacen los trabajadores automotrices al gobierno? ¿Cuáles acciones se plantean en lo inmediato?
CP: Hemos sido muy insistentes en el llamado al gobierno a que se siente a discutir con los trabajadores las problemáticas de producción que tenemos hoy en las empresas. No solo en el sector automotriz, sino en el aparato productivo en general. Pero el gobierno insiste en sentarse con los empresarios y hacerles caso a ellos. Hoy nuestra principal exigencia es que nos escuchen, y nuestras acciones en lo inmediato es hacer todo lo posible por hacernos escuchar. Este decreto violenta clausulas de la convención colectiva, amenaza la producción, pone en riesgo nuestros puestos de trabajo, en fin, va por el camino incorrecto. Los trabajadores automotrices, con democracia, con amplitud, y con mucha combatividad, saldremos a defender nuestros derechos en cualquier escenario.