A pesar de los malos augurios aquella mañana fría, no parecía deparar grandes sorpresas. Todo se presentaba como de costumbre, la gente participando masivamente, conscientes de que en esta democracia revolucionaria, la decisión mayoritaria de la gente, es la que finalmente, es anunciada por el árbitro electoral.
Las colas eran inmensas y como siempre, repletas de camaradas chavistas
los cuales eran fáciles de identificar, como en otras oportunidades,
por sus colores al vestir y por la alegría contagiante que los
caracteriza durante los eventos electorales. Todo parecía indicar otra
victoria aplastante.
Transcurrido el día, siendo ya las 4:00 pm, se presentía la gran
debacle que se venía gestando en el Estado, sobre todo en el Municipio
Capital.
Increíble pero cierto! En un Estado en donde el chavismo siempre ha
sido una fuerza imbatible, en esta oportunidad parecíamos leones
domesticados. La fuerza revolucionaria acostumbrada a derrotar con
contundencia, en esta oportunidad, disminuyo significativamente. En las
elecciones presidenciales, la revolución viene de sacarle a la oposición
una ventaja de más de 173.000 votos. En las elecciones para gobernador
fueron más de 51.000, los votos de ventaja a favor. Por la alcaldía de
Sucre, la ventaja fue de 15.636 votos.
El nuestro, es un Estado donde los 15 alcaldes y 8 de los 9 diputados
al Consejo Legislativo, fueron elegidos por la tarjeta revolucionaria.
En otras palabras, casi la totalidad de los cargos de elección popular,
se encuentran en el poder de dirigentes del chavismo. Pero en estas
elecciones parlamentarias salimos bien, pero bien apaleados. La
oposición, en la sumatoria de votos de los 3 circuitos sacó solo 13.302
votos menos que el chavismo. En el circuito 3, conformado por 4
municipios, entre ellos el Municipio Sucre, el cual representa cerca del
42% de los votos regionales, se pierden los 2 diputados nominales,
siendo la diferencia en este municipio capital de 20.041 votos a favor
de los oposicionistas.
Pero ¿cuáles son las razones que conllevaron a que una oposición
inexistente, le disputara la mitad de los diputados al chavismo y la
mayoría de los votos en el Estado, perdiéndose estrepitosamente en el
Municipio Sucre?. Las opiniones varían de acuerdo a la óptica con que se
mira, pero la que recorre las calles y en la que coinciden muchos
analistas, refleja un evidente voto castigo, debido entre otras cosas, a
las deficiencias administrativas en el gobierno regional. Las cuales se
expresan en la falta de pago a los trabajadores del ejecutivo,
incumplimiento del beneficio de cesta tickets, acumulación de pasivos
laborales y la negativa a ser cancelados en su totalidad. Todo esto, a
pesar de que el gobierno nacional, cumple con la asignación
correspondiente del situado y la aprobación de los créditos adicionales
solicitados. Además de estas, innumerables situaciones tristes y
lamentables que acontecen. También se da, el chantaje en contra de los
trabajadores y la militancia, las prácticas cuarto republicanas en la
repartición de bolsas de comida y enseres en días previos a las
elecciones, compra de votos en las colas, la corrupción descarada en
algunos espacios de gobierno, la asechanza y deformación de dirigentes
del partido. Al parecer, éstos fueron algunos de los elementos que
incidieron en los resultados conocidos, a pesar de los llamados
realizados a no castigar el presidente por los errores de otros.
Pero ¿quién es culpable, el pueblo? Los resultados en el circuito 3,
reflejan hacia donde apuntaban los votantes: Hernán Núñez (AD) 94,457
(27,30%), Hermes García (PODEMOS) 92,292 (26,67%), Yaritza Vallenilla
(PSUV) 78.138 (22,58%), José Maestre (PSUV) 77.207 (22,31%). Es
necesario que existan correcciones profundas, para que no se ponga en
riesgo, nuestro proyecto revolucionario.
(*) Lcdo.