En
el momento histórico por el cual atravesamos y vivimos en nuestra
Revolución Bolivariana, Pacífica y Democrática, sin duda que hacen
necesaria la existencia de un partido que asegure la movilización
electoral,pero, nuestra corriente radical del PSUV en un Estado tan
estratégico como el Estado Bolívar,debe de la misma manera asegurar la
formación ideológica, la coherencia y la sincrinización de las acciones
populares, sean estas ofensivas o defensivas.
La
Corriente Radical del PSUV en Bolívar debe entender que tenemos que
ejercer nuestra función como "maquinaria electoral",pero,asumir
fundamentalmente, convertirse en un instrumento para la transformación
de la sociedad, desde los sistemas de dirección y gestión general hasta
la cotidianidad ciudadana.
Sin
embargo, deben nuestras autoridades regionales de nuestro Partido
Socialista Unido de Venezuela, se ha venido produciendo una imposición
de la lógica de la maquinaria, donde se concibe el hecho electoral como
un fin en sí mismo, y no como una tarea en la lucha por democratizar
radicalmente la sociedad venezolana.Nuestra amplia base social de la
Revolución termina instrumentalizada bajo la forma de "masa de
maniobra"electoral en cada proceso comicial, y lo que es peor, con
formas organizativas que todos los años se redefinen en función del
mismo, perdiendo por ende su condición de sujeto de la Revolución.
Una
de las grandes aspiraciones de nuestra militancia del Partido en
Bolívar es el de lograr la democracia interna, en cierto modo frustrada
por algunos militantes con cargos de dirección o de gobierno,los cuales
por manejar recursos o gestionar cuotas de poder,imponen sus lealtades
personales por encima de los auténticos y genuinos liderazgos populares,
leales a los principios revolucionarios.Por ello que nuestra Corriente
Radical debe exigir y ser contralora de la revisión de los mecanismos de
selección de nuestras autoridades y de nuestros candidatos y candidatas
y poner en una balanza sus ventajas y desventajas.
La
dinámica de nuestro Partido se agota en la gestión administrativa de lo
político, concéntrandose muchas energías en reuniones de información y
coordinación, en elecciones primarias para cualquier cosa,
desperdiciando muchas veces reservas de energía necesarias que deberían
estar en el terreno utilizándose en tareas verdaderamente necesarias
para nuestra nóvel revolución y junto al pueblo.
Y
este confinamiento es lo que nos esta alejando de la cotidianidad con
nuestro pueblo,al desconocimiento de sus demandas y
problemáticas.Empezamos a concebir al Partido como un ente separado y
"superior" al pueblo que debe conducirlo, y el trabajo revolucionario
cotidiano junto con las masas populares es sustituido, en ciertos casos,
por una especie de "contienda electoral".Lo que provoca un natural
sentimiento de rechazo hacia ese tipo de prácticas. (Continuará...).
(*) Militante
del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)
j_martorano@hotmail.com