Para una organización política y para unas autoridades municipales que están en la política y tienen como es natural, las aspiraciones de continuar desempeñándose en esta actividad, este es un dato sobre los cuales deben trabajar permanente. No es un dato cualquiera, es una información elemental y primaria que un alcalde o alcaldesa debe tener muy memorizada y estar repitiendo permanente. En los pocos o muchos momentos de ocio, dependiendo de las circunstancias, un alcalde o una alcaldesa deberían repetir estos datos varias veces al día.
Me imagino a la alcaldesa del municipio Simón Bolívar, diciéndose muy calladamente: “El municipio Bolívar tiene 454.005 habitantes y necesito tener muy presente este dato para seguir con vida en la política” Esto mismo, debería suceder con el alcalde del Municipio Juan José Sotillo. Lo veo venir de su casa a la oficina, diciéndole muy calladamente a su conciencia revolucionaria: “El municipio Sotillo tiene 264.044 habitantes y debo estar pendiente de este dato si quiero seguir con vida en la lucha política y si tengo interés en aportar con mi trabajo y gestión al proceso revolucionario”. Este querer decir, ocurre en mi imaginación, porque esta información, tengan la absoluta seguridad, no pasa por la mente de estas dos autoridades municipales. Si este dato pasara fugazmente por estas mentes, estarían en condiciones de producir una deducción, que le permita tener conciencia sobre la importancia electoral de estos dos municipios en el estado.
Esta deducción con otro pequeño esfuerzo intelectual, plantearía una hipótesis de trabajo que ha debido estar en su escritorio o como parte del contenido de un protector de pantalla de su computador, desde el mismo momento en que asumieron la conducción de estos municipios. Esta deducción estaría más o menos planteada en estos términos: "El trabajo que hagamos o dejemos de hacer en este pequeño espacio geográfico pero inmensa geografía humana, repercutiría positiva o negativamente en el proceso electoral 2012".
Lamentablemente no es así. Ninguno de estos datos y deducciones pasan por las mentes de estas dos personas. La alcaldesa del Municipio Simón Bolívar, Señora Inés Sifontes y el Alcalde de Sotillo Stalin Fuentes, creo que están muy convencidos que administran un gran desierto y las únicas preocupaciones que ocupan sus rutinas diarias, es procurarse todos los días un lugar muy sombreado donde reposar ante el inclemente sol de ese desierto.
Los hechos nos comunican que en ambas alcaldías la gestión está muy lejos de parecerse a una propuesta socialista. Uno que por lo general recorre los barrios más populosos de estos dos municipios, no encuentra una situación por la cual sentir alguna satisfacción y sostener, aun con desesperanza, que hay problema pero se observan algunos pañitos calientes.
En esto, definitivamente hay que agradecer el aguante de los militantes del PSUV en estos municipios, que con sus angustias a cuestas porque no ven una atención más o menos regular, se mantienen muchos al lado del proyecto revolucionario, aunque los niveles de rechazo de estas dos autoridades suben porque no hay una iniciativa dirigida a colocarle un techo a una situación muy alarmante que puede comprometer seriamente la victoria para el 2012.
Así como se agradece el aguante de una parte de la militancia que permanece ahí con la esperanza de ver una gestión revolucionaria en una de estas dos alcaldías, tenemos que lamentar la indiferencia con la cual, la dirección política del estado ha venido observando este asunto. Cuesta creerlo y cuesta más decirlo, que las autoridades del PSUV regional no parecen tampoco tener conciencia de estos elementales datos y de deducir, que la mala o buena gestión en estas dos alcaldías ponen en sitio seguro o muy inseguro la victoria del año 2012.
Debo invitar a las autoridades del PSUV del estado con el respeto que me merecen, a tomar en consideración la situación de estos dos municipios y tener presente en una discusión, los datos de los tres últimos procesos electorales en estos dos municipios. Si revisan esta información, tendrán la oportunidad de una mayor facilidad para deducir muchas cosas y tomar las decisiones que deben tomarse. El tiempo se hace cada vez más corto, pero hay espacio para enderezar los rumbos.
Es tiempo de definir responsabilidades y reconocer que lo que pase en estos dos municipios tendrá su repercusión. No tiene sentido un arrepentimiento después de lo sucedido en el proceso electoral del año 2012.