Parte del análisis que he estado realizando sobre el estado Anzoátegui me han estado llevando hacia un punto que se identifica como Consejo Legislativo Estadal -CLE-, cuya existencia y dinámica ha debido estar en una probable agenda de cambio del Estado que supuestamente muere. No cometo una equivocación al decir probable agenda de cambio del Estado, porque si de verdad se estuviera produciendo un lento, pero real cambio institucional en Venezuela; los Consejos Legislativos Estadales estarían liquidándose y ese vacío, que no sería tal, debería estarse ocupando con una propuesta mucho mas cercana con la idea o tesis del nuevo Estado, que intenta asomar su cabeza en un parto de la nueva institucionalidad que aún no logra quebrar fuente.
Tomé la decisión de escribir este análisis porque en otros que he estado haciendo y publicados en Aporrea, el dedo apunta a esta instancia legislativa y de control. En los momentos que intentaba iniciar las pesquisas para reunir información y conocer al CLE por dentro, un camarada del equipo municipal del Municipio Bolívar, que se ha vuelto como mi secretario privado en esta tarea, me hace entrega de un CD con un “bojote” de leyes aprobadas por el CLE y dos documentos físicos. El CD contenía todas las leyes aprobadas por el Consejo Legislativo del Estado Anzoátegui en lo que va de proceso revolucionario y los dos documentos físicos, contienen dos proyectos de leyes que probablemente ya forman parte del legado de leyes inútiles y que nadie conoce porque no tienen casi ninguna aplicabilidad.
Un primer proyecto tiene un nombre pomposo y se denomina así: “Ley de incentivo y Promoción de las Personas y Comunidades en la Defensa de sus Derecho a Obtener Bines y Servicios a Costos Reales y Precios Justos del Estado Anzoátegui” y el otro proyecto, su título es este: Reforma de la Ley de Regularización de la Tenencia de la Tierra de los Asentamientos Urbanos Populares del Estado Anzoátegui”.
La aparente inutilidad que le noto a este organismo se fundamenta en que tiene una competencia contralora que no ejerce y tiene una competencia legislativa raquítica -léase chucuta- porque me tomé la molestia de irme hasta cierto organismos y preguntarle cuáles leyes aprobadas por el Consejo Legislativo del estado Anzoátegui utilizan y todos se quedaron mudos y como diciéndose muy internamente: A este loco quien lo puso en esto. Pedí entonces hablar con el departamento legal o los abogados en esas oficinas y nadie me dio razones de una ley –una nada más- que siendo aprobada por el Consejo Legislativo estuviese siendo utilizada para algún procedimiento o actividad.
En esa búsqueda, me informaron que el CLE tiene “comisiones de trabajo” y me fui a conocer el monstruo por dentro. No me fue fácil la tarea de investigación y debía utilizar los denominados caminos verdes para reunir algunos datos. Por ejemplo, lo de control no le cabe. Me confirmaron que en todo el año 2011 no se hizo una reunión con cada uno de los directores de la gobernación para conocer cómo se utilizan los recursos y cómo los directores adscritos a la gobernación llevan una cosa que llaman plan operativo, que según me informan, es una especie de plan chiquito que antes exigía el Ministerio de Planificación y que ahora, debe solicitarlo el organismo que le corresponde la función de planificación en el País: Consejo Federal de Gobierno.
Me dicen que ocasionalmente se producen reuniones cuando algún particular o comunidad pide discutir una situación problemática. Nunca, según me dicen; el Consejo Legislativo del estado Anzoátegui trata de evitar los problemas o de conocerlo antes de su agudización. Este procedimiento, es una típica manifestación del síndrome de la gestión por emergencia o por lo urgente. Pedí que me averiguaran cuántas veces han llamado al Director de COVINEA, Ing. Isidro Colina, para interpelado por los puentes que tienen más de tres años con recursos asignados y por el bajo nivel -35%- de ejecución de recursos del Fondo de Compensación Interterritorial -FCI- en el 2011 y me dijeron que por esos motivos ni una sola vez. El Camarada del Equipo Municipal de Bolívar que me sirvió de enlace, me dijo a mamadera de gallo, que ni para tomarse un café han invitado al Ing. Isidro Colina, Director de COVINEA.
Este cuerpo legislativo con una competencia contralora, que seguramente gasta una bola de billete, no tiene idea del peligro que para el proyecto bolivariano significa el Ing. Isidro Colina al frente de COVENEA. No tiene idea y seguramente no tendrá de aquello para producir un profundo estudio sobre esta corporación.
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