Henrique Capriles Radonski no es ni será competidor para el presidente Hugo Rafael Chávez Frías, eso está perfectamente demostrado y soportado en las encuestas y los análisis políticos serios, incluso -aunque no lo admiten en público-, los saben y lo comentan a lo interno los mismos líderes de la oposición.
Sin embargo, el abanderado de la burguesía en su afán de querer ser presidente no dejaba de hacer bulla tanto por su torpeza, su mutismo, su casa por casa sin propuesta, o por lo que sea, pero hacía ruido y al fin y al cabo ese era su objetivo, sólo que desde que el candidato de la patria hizo la visita a Maracaibo y superó hasta las expectativas de los mismos rojos rojitos en cuanto a cantidad de gente se refiere, el aspirante de la ultraderecha y los adversarios del proceso, sobre todo en este municipio, entraron en el silencio de ese boxeador que coge un gancho y no puede responder a las preguntas del réferi que quiere verificar si está en condiciones de seguir peleando.
El comandante con esa visita y ese discurso contundente, más que dejar claro su triunfo a la Presidencia de la República, acabó con esa versión antichavista según la cual esta región es de opositores. Aunque decir esto es una necedad, bien se sabe que el máximo líder de la revolución venezolana ya ha ganado Zulia. El problema -como lo dijo en el barrio Cuatricentenario- : es que triunfa él y no sus candidatos, pero Chávez como tal es evidente que se lleva la victoria en esta calurosa entidad.
El candidato de la patria hizo señalamientos fuertes acerca del desastre y la imposibilidad de ejecutar los proyectos de envergadura en el Estado con la derecha enquistada en la Gobernación zuliana, y la actitud de los políticos de la oposición fue excesivamente parca, demostrando con ello que no se reponen de ese huracán rojo rojito que inundó a Maracaibo. Algunos fingieron no sentirse aludidos, prefirieron callar y se les comprende. Es difícil responderle a alguien con tantos principios y argumentos como Chávez.
Cuando el Presidente pasaba por su precaria situación de salud, los opositores se burlaban diciendo que gobernaba por Twitter y actualmente cuando se observa recuperado corren en cada uno de sus actos de masa. Algunos con el fin de desmeritarlo dicen que le llevan la gente en buses, y yo me pregunto ¿cuál es el problema? Lo verdaderamente meritorio es que cuando dice que va a cualquier sitio por más distante que sea, se moviliza el país entero. Eso no es contraproducente para ningún candidato, eso es más bien grandioso y en el caso del comandante es señal inequívoca de que tiene el triunfo seguro.
¡Eso sí!, les recuerdo lo que siempre advierte el mismo Chávez: cuidado con el triunfalismo, hay que votar. La cita es roja rojita el próximo 7 de Octubre. Prohibido faltar.
@AlberMoran