¿Qué pasa en la CVG y en las Empresas Básicas?

¿Qué pasa en la Corporación Venezolana de Guayana, la otrora empresa impulsora del desarrollo de Guayana? Esta ciudad es obra de la acción creadora de la CVG. Del trabajo duro y creativo de hombres y mujeres que dieron su vida por esta empresa y por la región. Pero de pronto se ha paralizado. Dejó de ser el ente promotor e impulsor del crecimiento armónico de esta Ciudad Guayana, para convertirse en una entelequia. Me duele, como cevegista, ver esta empresa en condiciones de minusvalía. ¿Por qué? ¿Qué ha pasado? ¿No le inyectan dinero? ¿Se perdió la mística de trabajo? ¿Se fueron los hombres y mujeres que querían con pasión a esta empresa emblemática? ¿Es cuestión gerencial? ¿La olvidó el Gobierno Central? Si es así, ¿Con qué propósito? Son muchas las interrogantes que surgen, y, a simple vista no le encuentro como entrarle a este tramado de órdenes y contra órdenes. Es decir, de contradicciones, inconcebibles, cuando nuestro gobierno revolucionario requiere de este bastón productivo, para generar divisas para el país.

Por la CVG han desfilado unos cuantos presidentes. Nombrarlos sería una pérdida de tiempo. Pero lo cierto es que el gobierno del presidente Chávez le inyecto millones y millones de bolívares en su gestión. Pero esos dineros se esfumaron. Y a estas alturas existe un cúmulo de problemas agobiantes. Pero hay uno que debe ser atendido con prontitud por el nuevo presidente de la institución, como es el General Carlos Osorio, quien a primeras de cambio ha demostrado venir dispuesto a poner orden, donde reina el caos. Lo primero que debe atender, general Osorio son las peticiones de los sindicatos. Estos reclaman 40 millones de bolívares, para cada cvegista, por retardo por más de tres años de la Convención Colectiva. ¿Por qué señor general no atender a los jubilados, como debe ser. Hombres y mujeres, ha entrados en años, que requieren que implementen un mecanismo para que gocen de la cesta ticket, o bien con otro nombre, pero que nos llegue a nuestros bolsillos un dinerito más para paliar un poco la carestía de los alimentos y de las medicinas. A usted se le ve como un hombre consustanciado con el pueblo, de allí la esperanza de que pronto los trabajadores y empleados, así como los jubilaos tengamos buenas noticias. Respecto a la CVG, en general, usted tendrá que hacer lo que sus antecesores no han podido hacer. Tiene una a su favor: el presidente Nicolás Maduro, está resteado a dale soluciones a los problemas. Y además, cuenta con los hombres y mujeres que le apoyarían con todas sus fuerzas, experticias y conocimiento.

Demosle unas pinceladas a la historia. La Corporación Venezolana de Guayana fue creada el 29 de diciembre de 1960, dependiente de la presidencia de la República, siendo su primer presidente el general Rafael Alfonzo Ravard. Al decir de mucho sino el mejor, uno de los mejores presidentes que ha tenido esta institución. En el 2001, bajo el decreto 1.531, firmado por el primer mandatario nacional, Hugo Chávez Frías, publicado en la Gaceta Oficial número 5.563, 12 de noviembre del 2001, pasó a depender de la Secretaria de la Presidencia. Pero más tarde fue adscrita a al Ministerio de Industrias y Minería (MIBAN). La CVG, para el entonces aún no había perdido su poder. Es decir, tenía injerencia directa sobre los recursos forestales, hierro, bauxita, oro, diamantes, aluminio, entre otros. Y, además, estaba integrada por unas 15 empresas, por lo menos. Veamos: Venalum, Bauxilum, Proforca, Ferrominera Orinoco, Minerven, Carbonorca, Alcasa, Conacal, Tecmin, Alunasa, Cabelum, CVG Internacional y hasta Fundeporte. (No sé se si me escapa alguna). Esa era la verdadera Corporación Venezolana de Guayana.

¿Qué es la CVG, en los actuales momentos? ¿Cómo llegó a convertirse en una simple oficina grande inoperante? ¿O en un cascarón vació? El General Francisco Rangel Gómez, cuando asumió su presidencia, la CVG estaba en el estelero, y el militar la levantó. Su gestión ha sido la mejor de estos últimos tiempos, pero de allí en adelante cayó hasta más no poder. Otro militar llega a conducir su destino: el General Carlos Osorio. Tiene usted, señor General, la gran responsabilidad de rescatar a esta noble institución, emblema del empuje y el desarrollo de una ciudad y una región. Y como jubilado que soy de la CVG, le pido por favor, que nos otorgue un bono alimenticio para paliar un poco la carestía del costo de la vida, y para las medicinas que a la edad que tenemos la mayoría de los jubilados se nos va todo el dinerito que recibimos. Y los pasivos laborales que nos deben cancelar, ya que es un derecho adquirido.

Hablemos un poco de las Empresas Básicas de Guayana. ¿Cómo se encuentran? ¿Cuáles son los niveles de producción? ¿Cómo se comportan los equipos gerenciales? ¿Hay o no mafias controladoras en el seno de estas empresas? ¿Qué va a pasar con estas factorías? ¿Cuál es el destino de Ciudad Guayana, dependiente, como lo ha sido, de estas empresas? ¿Qué se hizo la mística por el trabajo? ¿Qué se hacen hecho los dineros que se ha dado, desde la gestión de Hugo Chávez, hasta Nicolás Maduro, a cada empresa para esto y para aquello? ¿Por qué existen tantos pasivos laborales? ¿Por qué hay deudas con los jubilados de todas las empresas, o casi todas?, pero sobre todas las cosas, ¿Qué se ha hecho con las inmensas sumas de dinero de que se les han entregado tanto a la CVG como a las empresas? Los administradores saben el destino que se le han dado a esos dineros, vayan tras ellos… y que canten, aún no sabiendo cantar.

Ojo pelado, General Carlos Osorio. Nuestro Presidente Nicolás Maduro está empeñado en darle duro, con todo, a los corruptos. Eso está muy bien y el pueblo de Guayana lo aplaude, pero hay que ser implacable con los mafiosos de corrupción que están enquistados en las altas posiciones de las Empresa Básicas. Usted, General Carlos Osorio, tiene una tarea titánica, y tal vez por eso el Presidente Maduro lo designó Presidente de la CVG, para que con su don gerencial, ya demostrado en otros cargos, saque del foso a la CVG y a estas empresas y las rescate para el bienestar para todo el pueblo guayanés. Le apoyamos, pero no se olvide de los trabajadores, activos, jubilados y pensionaos, quienes ha sido, son y serán el motor que mueve el desarrollo y el crecimiento de este pueblo. Gobierne con los trabadores y así le cumplirá a su Presidente. La historia no perdona. LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA ESTÁ EN DEUDA CON GUAYANA Y SUS EMPRESAS. Soy chavista hasta los tuétanos, pero estas cosas no se pueden callar, y menos avalar.



¡Chávez, vive, la lucha sigue!

Teofilo_santaella@yahoo.com


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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

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