Hace unas semanas escribí en aporrea.org acerca del prometido ferry nuevo para el pasado mes de junio de 2013, alentando la esperanza de los margariteños de disponer de un sistema de transporte marítimo de vanguardia o al menos eficiente. La ironía carcomía nuestra fe y las dudas mermaban toda posibilidad de credibilidad en La Nueva Conferry. Sin embargo, se hizo la luz. El Estado venezolano dio la gran sorpresa. Llegó el buque e hizo el viaje de pruebas, sólo que lo esperábamos en Punta de Piedras y no en el puerto de El Guamache. El mismo inició operaciones a finales de agosto 2013 y circularon mensajes de textos y Feibuk (Léase Facebook o fasebuk, en criollo) que presagian un transporte de ferry de altura.
Aproveché mi viajecito a El Tigre (de ida me tocón un “ferry estrés” sin aire y con cinco horas de travesía) para retornar a la Isla de Margarita en este buque cuya nacionalidad de fabricación no logré entender a quien lo anunció por el parlante, pero sí el año de fabricación, 2001 y no como se decía a través de Radio Bemba que era una nave de origen español de los tiempos de 1970, inservible y etcétera.
El ferry Virgen del Valle II sorprende por varias cosas.
Hay orden y pulcritud y el personal de la empresa cumple a cabalidad sus funciones. El embarque y desembarque se realiza con procedimientos de seguridad y protocolo. La puntualidad es de tipo cinco estrellas. La travesía es rápida y silenciosa. Aproximadamente dos horas y veinte minutos por cuanto las maniobras de atraque exigen mayor rigor y cuidado. El espacio interno del buque es una maravilla. Dispone de decenas de baños muy aseados para damas, caballeros y niños. Hay un solo tipo de boletería que estandariza el servicio VIP, pues a bordo todos somos personas importantes. Eso se hace sentir a cada momento que el circuito cerrado de cámaras 8 x 8 (esto en realidad no lo entiendo) advierte niños barajustados o maletas fueras de posición. Además SE PROHIBE consumir licor a bordo. Aplaudo a la Nueva Conferry por esta prohibición. Es mejor entrar borracho al barco para dormir la siesta etílica abordo que empeorar la situación emborrachándose a bordo y estrellarse en la avenida Juan Bautista Arismendi o peor aún, dejar la vida en otra vía de Anzoátegui, Miranda, Sucre, Monagas y más allá.
Los asientos del barco son de una comodidad inusitada. Paredes enchapadas en fina madera y tuberías doradas como en un sueño. El piso es al estilo parqueté o machihembrado. Los cafetines bastante caros (un café cuesta cuarenta bolívares, según. Yo no compré nada a bordo), pero tenían insumos y se percibió la buena atención al público. Quien quiera que dirija esta nueva nave reciba nuestro agradecimiento junto a su equipo.
Ojalá sea cierto que El Estado adquirió este barco y no que sea alquilado. Ojalá lleguen otras naves similares. Ojalá construyan pronto el atracadero adecuado al barco en el muelle de Guaraguao para evitar la incomodidad para el pasajero sin auto desde y hacia Guanta, aunque el salón de espera que allí construyeron también es cómodo. Resaltan los sitios destinados para cargas de equipos telefónicos móviles y computadoras portátiles. Se nota gentileza en el personal. Eso nos llena de alegría y optimismo. Demuestra que podemos mejorar siempre que actuemos de buena fe y con sentido de respeto a los demás. Y los pasajeros somos los demás. Pagamos un servicio de transporte marítimo y nos merecemos un buen servicio de transporte marítimo. Ojalá reparen pronto los demás ferrys (estrés) y también se ofrezca un servicio rápido, cómodo, puntual y seguro. Se los agradeceremos en el alma. Y la virgen del Valle agradecerá que lleven su nombre a bordo y en alto del mismo modo que ella nos lleva en su corazón y nosotros a ella, la Madre de Dios, nuestra Vallita.
Para La Nueva Conferry, gracias por este ferry Virgen del Valle II.