Realmente no me había percatado del disfraz hasta que un televidente de nuestro programa En Voz Alta, que trasmite Anzoátegui TV todos los días desde las 12:30 pm hasta las 2 pm, envió un mensaje criticando unos pendones del candidato adeco Carlos Andrés Michelangelli que aspira a la Alcaldía del Municipio Bolívar del Estado Anzoátegui, aunque paso diariamente por la Avenida Intercomunal, creí que eran pendones de Guillermo Martínez el candidato del Gran Polo Patriótico, de Chávez, de los revolucionarios.
Si usted detalla esos pendones se va a encontrar unas cuantas sorpresas; la primera es que no es un pendón de algún candidato chavista, sino de un candidato adeco que viste franela roja y gorra tricolor, la segunda, el candidato adeco deliberadamente omite su nombre y sólo coloca su apellido y en tercer, lugar por si eso fuese poco, oculta el logo de su partido, son tres elementos que me plantean varias interrogantes. ¿Qué estará pasando para que este connotado líder de Acción Democrática use el color que simboliza al chavismo? Mi primera deducción es que si estuviese ganando cómodamente en las encuestas y en los estudios de opinión ningún asesor de imagen o de campañas electorales le recomendaría cambiar el color blanco que simboliza su partido por el rojo rojito.
La otra pregunta que me salta inmediatamente es ¿Por qué oculta su nombre? Es claro que al amigo Carlos Andrés sus asesores le han dicho que hay que omitir su nombre pues su este tiene una pesada carga histórica en nuestro país. Carlos Andrés Pérez es recordado como un Presidente destituido por corrupto y además destituido con los votos de los diputados de su propio partido Acción Democrática que tenia amplia mayoría en el extinto Congreso de la República, responsable de los miles de muertos del Caracazo, fiel creyente del neoliberalismo salvaje y de los funestos ajustes macroeconómicos recomendados por el FMI y considerado uno de los hombres que mas pervirtió y corrompió la administración pública en nuestro país, centenares de dirigentes estudiantiles asesinados durante sus dos periodos de gobierno no son poca cosa. Por eso es claro que si su candidatura está estancada y no crece, por supuesto que le van a recomendar ocultar su nombre que simboliza lo más nefasto de la IV República.
No se qué sentirá un adeco, no solo de los viejos militantes, sino de los jóvenes, cuando ve que su candidato oculta su nombre: Carlos Andrés, no usa el color que históricamente ha simbolizado e identificado a su partido y lo que es aun más relevante, paga una publicidad sin que por ningún lado aparezca el logo ni el nombre de su partido. Qué dirán de esa frase que tantas veces AD utilizó en campañas electorales “Adeco es adeco hasta que se muera”, sin dudas que al pueblo adeco esa estrategia de puro marketing político no debe simpatizarle para nada.
Es claro que los opositores, en especial los contratistas que se creían ya dueños del presupuesto de obras de la Alcaldía de Barcelona, esos mismos sátrapas que saquearon en el pasado los presupuestos municipales y cuanto terreno había en el municipio, deben estar sacando sus cuentas y las deben tener en la garganta ya que la candidatura de Guillermo Martínez prendió en el pueblo chavista como pólvora. La inquebrantable unidad de los partidos revolucionarios y de los movimientos sociales del Gran Polo Patriótico, el carisma del candidato, la solidez de su propuesta de hacer de Barcelona la “Gran Barcelona”, su compromiso de defender el legado de Hugo Chávez, de preservar los logros de la revolución y de avanzar en la construcción y consolidación del Poder Popular sellarán la derrota de la derecha que saqueó a este municipio.