Guasdualito 05/11/2013
El bestial desespero de la más recalcitrante derecha en nuestro país con el apoyo incondicional de los gringos demuestra que el plan diseñado por la CIA está en marcha para generar situaciones donde el pueblo que ha luchado por tener lo que ahora tiene se convierta en el enterrador de lo que el comandante Chávez logro en nuestro patria, es decir que la esperanza sea asesinada por los esperanzados. No obstante esta derecha que no pudo sacar en vida al comandante hoy se plantea y se jacta de gritar a todo pulmón que hay que salir del presidente electo democráticamente Nicolás Maduro sea por los medios que sea, iniciando estos con una guerra económica implementada por los sectores que aun poseen empresas, las cuales fabrican productos de primera necesidad, acaparando y escaseando jugando sin escrúpulos con la necesidad de nuestro pueblo.
La guerra contra la corrupción como fenómeno galopante igual que una garrapata que vive de su huésped se ha presentado, manifestado y demostrado en todos los niveles de la vida política del país tanto de sectores de oposición así como integrantes de algunas áreas de nuestro gobierno. Ante esta situación el gobierno del presidente obrero tiene la vía de radicalizar la lucha, la cual manifestó en el discurso ante la asamblea nacional cuando solicito el apoyo para la ley habilitante, este discurso le dio esperanza al pueblo y a la militancia que desfilo y acompaño desde los inicios al comandante Chávez e incluso hasta después de su desaparición física. Nuestro pueblo debe y tiene que preparar una ofensiva que valla mas allá de lo electoral contra los enemigos del pueblo, es decir tomar acciones más contundente contra aquellos que intentan revivir un oscuro futuro para nuestro país y aun mas contra aquellos que desempeñan funciones de gobierno y se quedan con el fenómeno de la corrupción, la burocracia y el clientelismo.
El campesino que hoy posee tierras a lo largo y ancho del territorio gracias al esfuerzo realizado por el comandante Chávez de expropiar a los grandes terratenientes tienen el deber de dar la orientación de producción aunado con la obligación que tiene nuestro gobierno con la planificación de entrega de recursos así como el control y seguimiento de estos recursos que permita dar el paso cualitativo para generar productividad interna, claro está que esto pasa por una revisión exhaustiva de todas y cada una de las instituciones involucradas en la otorgación de créditos.
Hoy resaltamos que la lucha contra los grandes terratenientes se concreto pero también genero otro caos como el de la gran cantidad de pequeñas propiedades privadas en las cuales es cierto que el gobierno ha hecho un inmenso esfuerzo por mecanizar y apoyar pero estas no dieron el salto a constituirse en propiedades colectivas nutridas de socialismo.
Nuestro proceso debe pasar por la implementación de una nueva política económica donde el campo sea la principal herramienta para garantizar la alimentación del pueblo dado a esto es necesario que se reoriente los esfuerzos no a la expropiación pero si revisar las grandes extensiones de tierras recuperadas las cuales ya están en parcelamiento. Con todo esto es fundamental la socialización profunda del agro mas no con maquillaje para esto debemos detectar el estado de ánimo del pueblo y andar en consonancia con él. La reorientación de las empresas industriales del país requiere de la participación obrera como herramienta de consolidación del poder trabajador requerimiento principal en la sostenibilidad del espacio y el tiempo; los responsables de la dirección del estado deben ser un amigo, un aliado que camine al lado de los trabajadores mas no que los trabajadores lo vean como un señor en el trono, manifestamos esto dado que el trabajador que opera una maquina de empaquetado de harina consume esa misma harina con la familia así como la consume el campesino que siembra el maíz en el campo y es allí donde hay esa entrega profunda no por el trabajo si no por la responsabilidad hacia el país.
