El revolucionario estado Aragua no ha tenido suerte en cuanto a gobernadores se refiere.
Durante la gestión de Didalco Bolívar se realizaron negocios millonarios a costa de la salud del pueblo aragüeño, a través de sus empresas de equipos y suministros médicos, como Mara-Clinic Import C.A. y Farmalab S.A. las cuales estaban a nombre de uno de sus testaferros, el colombiano Alejandro Ramírez Saavedra y con éstas proveyeron a hospitales y ambulatorios del estado quedándoles una buena tajada, lo que le costó entre otros presuntos delitos, la orden de aprehensión y cárcel al estar acusado por su sucesor Rafael Isea por delitos de corrupción (unos $10 millones en obras que nunca se realizaron) que evidenciaban delito de peculado doloso propio, sustracción de dinero y mal uso de los recursos del pueblo, afirmó Rubén Mendoza, vocero nacional de los Círculos Bolivarianos de Venezuela.
Sin embargo, en el mandato del pseudo-revolucionario Rafael Isea quien aprovechándose de la amistad del comandante Chávez logró ser el gobernador de Aragua, siguieron los mismos negocios con las compras de insumos médicos para los centros de salud, con la diferencia que éste se encargó de aparentar dotando algunos y desmantelando otros hasta el punto de cerrarlos, como es el caso del Hospital del Mar en las costas aragüeñas del municipio Mario Briceño Iragorry; pero llama la atención, que a éste se le imputa por malversación de fondos en el caso de la restauración del teatro de la Opera de Maracay (TOM), paralización de cinco obras entre ellas el distribuidor Simón Bolívar y un complejo deportivo, aparte del desvío de 58 millones de dólares y de 9 millones de euros de la gobernación, sin hacerse mención del despilfarro, desmantelamiento y desaparición de costosos aparatos hospitalarios. Por cierto que ocurrirá con la justicia en este caso?.
No obstante, lo que me trae a esta nota, es la recién aparición de miles de equipos médicos entre ellos: Camas clínicas, camas ginecológicas, infantómetros, balanzas pediátricas, vitrinas para medicamentos, lavadoras industriales (desmanteladas, sin motores), estetoscopios, tensiómetros clínicos, pipetas, tubos de ensayos, etc., etc., etc., en unos galpones donde va a funcionar la nueva Proveeduría del Transporte del gobierno bolivariano de Aragua y con los cuales se pudo haber dotado no solamente al Hospital Central o al Hospital Civil de Maracay, sino también, a los CDI, Barrios Adentro, ambulatorios, entre otros módulos de dicho estado.
Ahora bien, todos estos insumos se están deteriorando y venciendo por el mal trato del polvo y la humedad, es decir, por la desidia y negligencia de las autoridades gubernamentales, ya que los lotes datan de fecha 07-07-2010 y 07-09-2012 y cabe destacar, que muchos de estos lotes están identificados “Oficina de Bienes Inmuebles, Inventario Julio 2010” con el logo “Gobierno Bolivariano de Aragua” que identifica la gestión de Rafael Isea y otros pocos identificados Oficina de Bienes Inmuebles Inventario 2012 con el nuevo logo del actual gobierno de Tareck El Aissami.
He de recalcar que según investigaciones realizadas, estos equipos fueron trasladados a este lugar con el fin de desaparecerlos desde el mes de Diciembre del año pasado, provenientes de un galpón ubicado en el sur de Aragua presuntamente del prófugo Rafael Isea y están bajo la custodia de la gobernación actual, pero como entre cielo y tierra todo se sabe, se filtró la información de que por allí han transitado médicos de clínicas privadas, ciudadanos comunes, concejos comunales y hasta alcaldes para aprovechar la rebatiña antes de que los incineren o fundan, pero habría que preguntarse ¿Cómo es que estos equipos los están desmantelando y mandando a incinerar o a fundir sin dárseles el correcto uso? ¿A qué se debió la orden de desaparecerlos? ¿A quién o a quiénes se protege con la omisión de la denuncia? ¿Por qué no se dejaron bajo la custodia de Corposalud-Aragua y dotar a los centros de salud que tienen déficit de equipos médicos?
Por razones éticas el pueblo aragüeño se merece una explicación, si tiene un gobierno decente, con relación al chanchullo que se esconde tras esta operación. Ya está bueno de que en el pueblo donde nació la revolución siga galopando la impunidad, la negligencia y la desidia, por lo que claman a gritos que paguen con cárcel quienes han estado jugando inclementemente con su salud.