El INTI de Nueva Esparta, Atamo y Guacuco

Una burla en el burladero se convirtió la resolución emanada mediante la Gaceta Oficial Nº 40-267 de fecha 8 de octubre de 2013 para “desafectar” un lote de 204 hectáreas del llamado Valle de Atamo y Guacuco o simplemente Sabana de Guacuco. Durante 2010 los vecinos protestamos por la imposibilidad de traspasar bienes inmuebles, construir y vender viviendas, comprar y vender terrenos y demás operaciones mercantiles conexas (lograr la permisología para crear una panadería, por ejemplo o un auto lavado) y hasta cerramos la avenida Luisa Cáceres de Arismendi que comunica el sector Cocheima con el Centro Comercial Sambil, para graficarlo así en términos más comprensibles. Pero eso no fue guarimbadas. Fueron protestas legítimas.

El proceso electoral en ciernes propició todo tipo de especulaciones. El alcalde adeco del municipio Arismendi Richard Fermín se sumó a los reclamos con fines meramente electoreros. El candidato del PSUV, Luís Díaz también parecía una zaranda con todo tipo de promesas. Hasta el Ministro de Ambiente de entonces Dante Rivas emitió su opinión y reconoció la justa demanda de los pobladores. Luego se sumó el gobernador del estado, general Carlos Mata Figueroa. Mientras tanto los bolsas que vivimos en Los Cerritos, Catalán, Guate de Puerco, Chinguirito, Los Hatos y Sabana de Guacuco parecíamos niños malcriados y llorones esperando el tetero de la justicia divina de estos politiqueros.

Y la “justicia” y divina se hizo. Apareció el milagro del gobierno de calle con nuestro Presidente Nicolás Madura montado en las crines del potro. Rápidamente la gallina de los huevos de oro puso la Resolución en la Gaceta Oficial 40-267. ¿Todos felices y colorín colorado, este cuente se ha terminado? PUES NO.

Los propietarios que hemos intentado vender, traspasar a nuestros hijos y familiares nuestras bienhechurías o realizar acciones de compra-venta de terrenos para construcción o actividades turísticas a baja escala tropezamos con varias piedras en los zapatos. Por un lado el Instituto Nacional de Tierras con su representante local, se burla de la gente al negar el indispensable permiso de venta y traspaso. Por otro lado, obligan a cancelar gastos catastrales y de solvencia municipal como requisitos previos al trámite (infructuoso y absolutamente denegado) de la venta o traspaso por las trabas del INTI, sin que haya retorno de ese gasto sin provecho alguno. De igual modo, ni la Dirección de Ambiente de la Gobernación, ni el Ministerio del Ambiente Nueva Esparta ni el Ministerio de Agricultura y Tierras regional tienen competencia directa sobre este delicado asunto. ¿Qué solución queda? El limbo. El vulgar limbo.

La supuesta desafectación de 204,32 hectáreas de tierras que el concejal Luis Díaz y demás políticos se atribuyeron como una gran victoria popular fue el triste remedo de esa burocracia que tanto daño le ha hecho y le hace a nuestro proceso revolucionario bolivariano. La misma que combatió con rabia e impotencia nuestro Comandante Eterno.

Si el total de hectáreas afectadas desde 1987 durante la era Jaime Lusinchi cubre un área global de 546,81 hectáreas, al considerárseles Área Rural de Desarrollo Integrado (A.R.D.I.), ¿por qué no se procedió a darle una solución efectiva, real, verdadera y válida a esta situación? Los que vivimos en este valle sembramos ají en nuestros patios, berenjenas, plátanos y yuca pero el crecimiento demográfico nos exige dar tierras a las familias emergentes y urgen comercios que nos permitan tener acceso a bienes y servicios esenciales para esta comunidad. Necesitamos se construyan abastos porque no los tenemos. También carecemos de panaderías, carnicerías, farmacias, librerías, posadas, restaurantes, ventas de repuestos automotrices, etcétera. A veces hay que ir hasta Porlamar para adquirir un producto de limpieza del hogar, por ejemplo.

Los habitantes de estos sectores ejerceremos una vez más las presiones a que haya lugar hasta tanto el INTI regional aclare realmente sus competencias en este asunto. Ya basta de mendigarle a un funcionario un derecho que es legítimo e incuestionable. Además, hay amenazas directas de funcionarios de INTI Nueva Esparta sobre algunos propietarios para crearles el temor de que pueden perder sus tierras, obligándolos a ocuparlas sin tener recursos para construir. Esto es inadmisible y bochornoso. De ser así, si lo intentaran tan sólo, se van a llevar más de una sorpresa. Mejor no molesten el cascabel.


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José Pérez

Profesor Universitario. Investigador, poeta y narrador. Licenciado en Letras. Doctor en Filología Hispánica. Columnista de opinión y articulista de prensa desde 1983. Autor de los libros Cosmovisión del somari, Pájaro de mar por tiera, Como ojo de pez, En canto de Guanipa, Páginas de abordo, Fombona rugido de tigre, entre otros. Galardonado en 14 certámenes literarios.

 elpoetajotape@gmail.com

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