Pildoritas 42 (año VIII)

Periplo con un amigo que visita San Cristóbal

Aproveché el fin de semana para mostrarle a un amigo que visita San Cristóbal, después de varios años sin hacerlo, las obras de embellecimiento, las más visibles que el gobierno regional de José Gregorio Vielma Mora ha inaugurado en los últimos días que aunque no son prioritarias, contribuyen a que el hábitat, tan contaminado, no solo por acción de la insensatez de la mayoría de los pobladores, sino por la desidia de una autoridad municipal que no se ocupa de sus responsabilidades, porque bien sabemos que su primera prioridad es mantener vigentes las estrategias de su marido, ahora bien preso , con las que casi incendian la ciudad.

Sirvió el periplo para que mi amigo se cerciorara, frente a instalaciones como la de la Sede de COTARUR, de la UNEFA, de la Fundación Familia etc. de que lo que había leído en los medios escritos y visto por televisión no era puro cuento, como han pretendido los propulsores del caos hacerle ver al resto del país y a nivel internacional, le mostré el edificio desde donde se desprendió para morir uno de los reclutados por los mensajes de muerte del Alcalde preso, quien actuaba, creyendo que por ser autoridad electa tenia patente de corso e impunidad total y se prestó para ejecutar los planes de quien hoy le acompaña en su reclusión, para confirmar algo que negaban a pies juntillas que es su dependencia a los intereses foráneos, que ahora salen en su defensa, hasta el punto de acusar al gobierno revolucionario de violarles los derechos humanos precisamente a quienes son los organizadores y ejecutores de planes perversos que sí violaron derechos, incluido el de la vida a muchos venezolanos.

Sirvió para que en el recorrido por la ciudad pudiese observar las calles destruidas, llenas de huecos, causados por la quema de la capa asfáltica en los sitios donde se montaron las barricadas que auto secuestraron a miles de san cristobalenses.

Vio cómo había nuevas y/o remodeladas instalaciones, con fuentes de agua que por las noches muestran una agradable imagen a la vista, hay que observar, eso sí que una vez inauguradas no se tomó la precaución de buscar la fórmula para garantizar que los violentos, quienes ya deben tener en la lista de objetivos todo lo que sirva como prueba de la gestión de gobierno, no procedan en sus planes de terrorismo a destruir esas obras como ya lo intentaron con el llamado Obelisco de los Italianos.

Ojalá y este escribidor esté equivocado y quienes no tomaron medida conducentes a proteger esos sitios por lo menos dotándolos de cámaras ocultas y un patrullaje permanente, no tengan que lamentarlo en el futuro.

Pasamos igualmente por algunos parques de la ciudad, los cuales han sido dotados de máquinas para ejercicios diversos y de atracciones para los más pequeños como columpios y toboganes.

La verdad da dolor ver cómo se han robado piezas enteras de la mayoría de las maquinas y cómo la suciedad se ha apoderado de ellos.

No hay un solo policía de las tres distintas que existen, que sirva para evitar que los depredadores actúen impunemente, lo cual es estas fechas se hace casi que obligante, pues esos sitios son frecuentados por mayor número de personas que de costumbre.

La visita de mi amigo un técnico especialista en recuperación de motores industriales, me manifestó una inquietud, que por cierto había tocado en un artículo, al comienzo de la guerra económica, me contaba que el problema radica en que los repuestos y demás insumos para reparar equipos son extremadamente costosos y no se consiguen, especialmente el alambre de cobre para embobinado que llega al precio increíble de hasta cinco mil bolívares el kilo cuando la materia prima no le cuesta al importador más de seis dólares el kilo y por el solo hecho de trifilarlo es decir convertirlo en alambre le llega, por culpa de los intermediario al consumidos final que son los técnicos al escandaloso precio que arriba mencioné.

Problema este que aquí en la frontera se acrecienta por la presencia de mafias que han llevado la situación a tal gravedad que muchas fabricas tienen parada parte de la maquinaria lo cual merma sustancialmente la producción y ello lo que hace es contribuir al desabastecimiento y al éxito que hasta ahora ha tenido la guerra económica.

Así pues que a mi amigo, quien ya venía pesimista desde el centro de los poderes que es la Capital, le tocó palpar muy de cerca las dificultades que aquí en el Táchira, en donde se ha vendido la especie al resto del país de que somos los más "arrechos" de la pradera, la situación no está nada fácil y más cuando tenemos a pata de mingo una plaga depredadora como son los famosos bachaqueros que se reproducen como moscas, y plagan las colas de las gasolineras, de los supermercados y abastos para llevarse todo lo que aparece esporádicamente, como por arte de magia.

Eso es lo que hay queridos lectores que espero tomen estas inquietudes como una critica contractiva más que pretende mostrar una realidad que bien podría corregirse con voluntad política y reduciendo a cero las cadenas de intermediarios que son una especie de bachaqueros de primer grado.-



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Saúl Molina


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