En la oportunidad cuando se escogió la candidatura por el gran Polo Patriótico y el Psuv, de quien fuese gran líder de los Tigres de Detroit, para la alcaldía del Municipio Sotillo, cuya capital es Puerto La Cruz, manifesté mi desacuerdo. En efecto, el día 08-08-2013, expuse en Aporrea, en artículo titulado "Carta a un amigo sobre la candidatura de Maglio Ordoñez", y dije lo siguiente:

"No le veo la ganancia al proceso revolucionario con candidatura

de Maglio Ordoñez, aunque se alce con el triunfo, desde la pers-

pectiva del proyecto inherente al chavismo. Además, me deja dos

desagradables sensaciones; que estamos muy mal ante la opinión

pública, los votantes y las masas anhelantes de cambio, después

de tanto tiempo y lo hecho por Chávez; hemos fracasado en el

liderazgo y sembrar el proyecto, tanto que formulamos una candi-

tura que lejos está de ser nuestro reflejo o imagen anticapitalista

y revolucionaria.

Digo lo anterior pese que profeso una gran admiración al atleta y

a su imagen modesta que desde lejos se percibe".

http://www.aporrea.org/actualidad/a171366.html

Ya han pasado por lo menos dos años de aquello y desde que el ex grandeliga exitoso asumiese el cargo para el cual fue elegido. Por supuesto, lo que allí dije está vigente y hasta sustentado por los hechos. El proyecto de Chávez expresado en aquella frase "Comuna o nada", no tiene ninguna relación con la administración de la alcaldía de Sotillo. Es más, el discurso silente de Maglio, en nada contribuye con el proceso; más cuando en el seno del Psuv y la gente toda, se ha internalizado la idea que el jefe del partido de un determinado espacio lo es el jefe de la institución estatal respectiva. O lo que es lo mismo, con Maglio al frente de la alcaldía, el pueblo en Sotillo no tiene voz ni vocerío. Por supuesto, la ineficiencia, desidia de la Alcaldía porteña se suma al pasivo del movimiento revolucionario.

Por supuesto, es bueno, maravilloso eso que el jefe del aparato estatal no ejerza también como jefe del partido y que sea este quien controle y conduzca a aquél como expresión del movimiento popular. Pero en Sotillo, por lo uno percibe, sobre lo anterior "no hay chicha ni limonada". El jefe del ejecutivo municipal, "siendo un chavista", no asume la conducción global del proceso y por la práctica habitual o la mala costumbre, nadie se atreve a sustituirle. Por supuesto también sabemos que Maglio no es militante del partido ni de ninguno del Polo Patriótico, pero su presencia y la mala costumbre inhiben a los demás a tomar el control político y conducción del proceso.

En Barcelona, es evidente y notorio, al margen de lo que uno piensa y cree debe hacerse, que es lo contrario, Guillermo Martínez, no solo ejerce como Alcalde del municipio sino que por lo que uno conoce, que es lo suficiente, también como cabeza visible y dirigente del partido. No es que uno crea, eso sucede sino que el mismo funcionario y sus colaboradores así lo hacen notar, como para no haya dudas al respecto y nadie se equivoque. Lo mismo sucede en Guanta, donde Jonathan Marín es el Alcalde.

El Alcalde de Barcelona, Guillermo Martínez, según nuestra apreciación, pese a las discrepancias que mantenemos sobre la relación partido gobierno, viene realizando, dentro del marco de una administración capitalista y tradicional una buena labor. Nunca antes, y aquí llevo viviendo cerca de cincuenta años, un funcionario de su nivel y responsabilidad había hecho una obra material y urbanística de la magnitud de este joven Alcalde. Decir de él que está muy lejos de lo que "El Plan de la Patria" o los sueños de Chávez, establecieron como tarea a esas instituciones estatales y a quienes las presiden, es una cosa distinta a dejar de reconocer que ha intentado, dentro de lo que puede y aspira, de acuerdo a su concepción del proceso, hacer lo mejor posible. Y en efecto, una ciudad que siempre ha parecido un espacio bombardeado y tomado por la desidia, bajo su administración comienza a exhibir otro rostro. En cada rincón de la ciudad se nota la presencia de la alcaldía y el empeño por mejorarle el rostro arrugado y destruido que siempre ha exhibido.

La imagen de Puerto La Cruz es triste y lamentable. Es asiento de todas las incomodidades y olvidos. Pareciera, o mejor es, un pueblo en ruinas y abandonado. Hoy, quien la visite, podrá observar, a lo largo de la avenida Municipal, un ajetreo por la construcción de la vía y estaciones del metrobús, obra ajena a la Alcaldía. Pero eso no impide ver el abandono de vieja de data de todo ese espacio. Incluso, pareciera que quienes la ciudad gobiernan odian la naturaleza y no sienten nada de aquello que viene desde la infancia, la escuela, lo de amor por el árbol. Para ellos, regarlo, parece perder tiempo y recursos. Un amigo me comentaba, lamentándose por la "ausencia" de Ordoñez, que "sabía bien que no sería el gobernante popular y empeñado en ligarse a las masas para contribuir con los sueños de Chávez, pero esperaba que, habiendo él vivido por años en Detroit y visitado tantas ciudades de EEUU, por lo menos alguna idea hubiera absorbido para cambiarle la cara a la ciudad de la cual ahora es Alcalde".

Es decir, a nuestro parecer y al de mucha gente, Maglio es un pésimo Alcalde, dentro de la perspectiva capitalista, porque de lo otro ya hablamos. Martínez en Barcelona y Marín en Guanta "le llevan una morena".

Pero lo es más, cuando uno con toda sinceridad y hasta de manera ingenua y no sin tristeza, resultado de lo que acontece, se pregunta: ¿Qué es de Maglio Ordoñez? Nadie sabe de él. Nadie le escucha. No se le ve, salvo cuando se inaugura el béisbol. ¿Estará enfermo? ¿Arrepentido de haberse metido en esa vaina? Tanto se le desconoce que es extraño que alguien como este sujeto se haya ocupado de escribir esto.