Gobernador Ramón Rodríguez Chacín

I

Mis felicitaciones por haber sido determinante su gestión para haber dado de baja al famosísimo “Picure”. Cuatro años. No es poca cosa. Durante ese tiempo el delincuente, que comandaba la banda más grande de lo que se sabe en materia delincuencial en este país, estuvo jugando la candelita con los organismos de seguridad del Estado. ¡Qué eficacia!... Sin embargo, todo tiene su final, como dice la canción. Pero esta felicitación es una excusa para ir al meollo de la cuestión, del problema, pues. O sea, lo que vengo a decirle, con el respeto que se merece como gobernador y como persona. Una pregunta señor gobernador Ramón Rodríguez Chacín: ¿Conoce usted al pueblo de Sabana Grande de Orituco? ¿Cuántas veces ha visitado a ese pueblo? Si es positiva su respuesta, es decir, si lo conoce y lo ha visitado entonces usted es un mal guariqueño. ¿Sabe por qué? Porque nada ha hecho por sacar a ese poblado del atraso. Todavía está anclado en el pasado, en los gobiernos de Isaías Medina Angarita, y los que le siguieron, hasta la fecha.

II

Señor gobernador: soy periodista nacido en ese olvidado pueblo, del cual me siento orgulloso. Pero a la vez me siento defraudado y arrecho, pues, gobernadores guariqueños pasan y pasan por la gobernación del estado Guárico, y es como si Sabana Grande de Orituco perteneciera al estado Miranda, o a cualquiera otra entidad. O mejor dicho, es como no existiera en el mapa del estado. Ya no tiene que molestarse en ir a ese pueblo, ya que los brincos que le propinarían las troneras de la vieja e inservible carretera a su cómodo vehículo, podrían desajustarlo. No, no tiene que hacer eso. Sólo métase a Internet y coloque en Google la palabra Sabana Grande de Orituco. Ni eso tendría que hacer, sólo mande a uno de sus colaboradores, y que luego le rinda un informe de lo que sus ojos hayan visto. Si no le falsean la verdad, se va a encontrar con “calles” destrozadas por el agua cuando cae. Viviendas tan viejas y deterioradas como viejos son mis recuerdos. Sabana Grande es pueblo olvidado por completo. Nadie le mete la mano. A nadie le duele ese pedazo de tierra con casuchas viejas, una “plaza” sin terminar, una iglesia esperando la conduerma de las autoridades, que no sea la pinturita acostumbrada para que no desluzca la casa de Dios.

III

Como guariqueño, como doliente de Sabana Grande de Orituco, por ser mi cuna, como chavista, le pido un favor, señor gobernador: métale la mano a ese pueblo. Pase a la historia no por haber sido el funcionario del gobierno de Nicolás Maduro que se llevó la gloria con la baja del Picure. Me gustaría que usted pase a la historia del estado Guárico, como el hombre que engransonó, para decir algo, la vieja y destartalada carretera de tierra que une al poblado con Altagracia de Orituco. Que llevó a los habitantes de ese lugar, un poco de la modernidad y la tecnología de la cual goza el resto de Venezuela. Tal vez usted desciende de los Chacín que conocí cuando era muchacho en Sabana Grande. Pero no importa. Allí nací yo. Nació José Vargas, hijo. Y no sé si también nació Chela Vargas. Así como muchos otros guariqueños que aman y siente al terruño con todas las fuerzas del corazón… ¡Volveré!



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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

 teofilo_santaella@yahoo.com

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