"Es propio de hombres de cabezas medianas
embestir contra todo aquello
que no les cabe en la cabeza."
Antonio Machado
El lunes en la mañana, al leer el artículo "Páez entre cauchos y basura" del cronista de la ciudad de Araure Wilfredo Bolívar, terminé por leerlo una y otra vez, para tratar de entender la intención del mensaje, sin poder digerir la cantidad de palabras rebuscadas, algunas sin ninguna conexión con lo planteado; lamentablemente lo que hice fue repasar una copia de los tantos panfletos, escritos en los últimos años, contra el Comandante "Eterno" Hugo Chávez. El escrito, está lleno de incoherencias, y errores en la redacción, además de muchas falsedades sobre la manera, como Chávez, entendió la vida del Páez, guerrero, y después, cuando llegó a ocupar la presidencia de la República de Venezuela entre tres oportunidades, la última a una edad bastante avanzada.
La única verdad presentado por el cronista, es el uso y las condiciones del parque "Curpa" muy apartadas para lo que en verdad fue creado, un sitio de recreación y esparcimiento, y además una escuela para conocer la vida de un valiente luchador independentista; hasta ahí, tiene toda la razón en su denuncia, pero, todo lo demás me parece algo muy pobre, demasiado trillado, y solamente sirve para identificarse con la jauría desatada, arremetiendo contra Chávez, y el proceso bolivariano, queriendo ser más papista, que el mismo PAPA, dando la ligera impresión de querer asomar la cara para aspirar algún cargo–tiene todo el derecho, según la constitución–creyendo que los mangos están bajitos.
Estoy totalmente convencido, nadie puede desconocer la brillante carrera militar del hombre nacido en Curpa muy cerca de Acarigua, pero no podemos dejar a un lado una tarea urgente–sobre todos estos personajes, como el cronista de Araure– de contar la historia sin ambigüedades; no aprovecharse de una figura –el "catire" Páez– con muchas facetas en su vida, del cual se necesita mucho tiempo y espacio para analizarlo, por lo contradictorio y polémico, cuando tiene una antes, y un después, para arremeter contra un militar con raíces muy profundas en el llano venezolano, como lo fue el comandante Chávez,.
En algunos pasajes de su muy mal redactado escrito, nos encontramos el siguiente párrafo: "La construcción de un imaginario falso y maniqueo tramó en la quincalla verbal de Chávez, formada por inconexos retazos de una historia aprendida a medias, una construcción peregrina y errabunda de nuestra historia épica. De suyo entonces, el fanático y religioso empeño en "construir" nuevas fábulas en torno a la llaneridad, arruinando los escasos conocimientos de los venezolanos sobre un Páez de por sí desfigurando, como pretexto y motivo de exaltación sobre un Bolívar artificial y a la carta, fabricado al antojo del narrador farsante".
Un verdadero arroz con mango, al cual no le consigo ninguna explicación, de lo que en verdad quiso decir, con palabras no registradas en el DRAE (llaneridad) a menos que este armando su propio diccionario, el cual lo felicito. En todo el documento, se exprime el cerebro buscando descalificar al comandante Chávez, al creerse el único conocedor de la vida José Antonio Páez, por eso quiero recordarle–al cronista– lo que no digo: Páez, se enriqueció a la vista de todo el mundo a través de la corrupción o peculado, como llamaban en esa época, se aprovechó del tráfico de influencias para conseguir préstamos del Banco Nacional, pero algo más grave aún, no le pagaba a los empleados de una hacienda, y para colmo de males a los soldados los dejaba sin la ración, motivo para confiscarle los bienes en vida, manchando una brillante carrera militar. Con toda razón, el fallecido humorista norteamericano Groucho Marx, dejó este pensamiento: "Mientras que el dinero no puede comprar felicidad, te permite elegir tu propia forma de desgracia"