Un verdadero matraqueo y peor expresión de amoralidad y delincuencia uniformada aplicó un grupo de policías vestidos de civil en el terminal de pasajeros de El Tigre, estado Anzoátegui, el pasado domingo 10 de septiembre, a un grupo de pasajeros que, provenientes de Guayana, llegó a ese recinto público en un microbús, en horas de la mañana. Estos venezolanos venían de comprar alimentos en la frontera con Brasil, y otros provenían de las minas de oro con sus equipajes personajes y tres o cuatros objetos comprados lícitamente y con factura en mano, como por ejemplo, repuestos para sus motos y enseres para sus hogares. Dos matrimonios de jóvenes residenciados en Pariaguán me contaron este viacrucis.
Los funcionarios los metieron a empellones en un cuartucho que para efectos de tortura psicológica, chantaje, violación de sus derechos humanos y toda la corruptela imaginable tienen estos poli choros miserables dentro del terminal. Ahí los despojaron de Bs. 100.000,oo por persona, además de quitarles como ratas sus alimentos, principalmente arroz, pasta, aceite y crema dental. Esta situación deshonra a la policía nacional y afecta la moral del país, por cuanto quienes deben resguardar nuestras vidas y bienes se convierten en pillos, en corruptos, en bandidos y descarados ladrones. ¿Cómo puede el Estado superar sus graves fallas político-administrativas, y su crisis ética y moral, si en estamentos como estos somos las víctimas ordinarias de funcionarios carcomidos por la vagabundería y el pillaje desmedido?
La excusa de que los policías ganan sueldos muy bajos no es aliciente para que estos bandidos cometan semejante fechorías. Yo soy hijo de un policía jubilado, cuyos principios morales han guiado siempre mi vida; su rectitud, el estricto cumplimiento de sus deberes y obligaciones me guiaron siempre; así como el ejercicio de la ciudadanía acorde con las buenas costumbres, el respeto al trabajo y al prójimo, para jamás cometer actos de dolo ni daños a los demás seres vivos, incluidos plantas y animales.
¿Puede entender esto un policía corrupto de esos que pulular en el terminal de pasajeros de El Tigre? Mi padre, incluso, recibe una pensión chucuta, pues el Estado venezolano sigue sin recocerles como justa pensión el 100% del sueldo, y sólo le cancela una parte del mismo. Por otro lado, sólo le pagan una parte del beneficio de cestaticket o bono alimenticio, siendo justo que se le reconozcan a los policías jubilados ambos derechos de manera justa y completa, y no de ese modo parcial o fraccionado. Esto aplica igualmente para bomberos jubilados y enfermeros y enfermeras. Urge que la actual Constituyente considere enmendar estas graves faltas a la justicia social de estos venezolanos en situación de retiro.
En cuanto a la situación expuesta, esperamos que las autoridades competentes retiren del terminal de El Tigre esos poli choros matraqueadores que no merecen portar una chapa de policía con sus conciencias tan cochinas y su descrédito tan notorio como innegable.