El interés de algunas autoridades por el "encendido de las luces" Maracaibo, es inversamente proporcional al interés que existe por el asunto del transporte público en la ciudad. Esta semana diferentes entes públicos del gobierno bolivariano han promocionado "el tradicional" evento. Además, se han mostrado orgullosos de devolverle el brillo a la fiesta con la realización nuevamente de espectáculo en la ciudad de "Supersabado sensacional".
Después de casi un año de privaciones continuas del servicio eléctrico, me pregunto si no es necesario acabar con esa macabra "tradición" no solo del encendido, sino de mantener las benditas luces hasta enero y cuidado sino hasta febrero. Las luces en cuestión son un símbolo del derroche y de la inconsciencia de los escasos recursos para sostener un buen vivir. Es una odiosa y decadente emulación de los vicios de las "grandes capitales".
Después de hacer sufrido horas y horas de calor, privación de sueño, comer frío o esperar para hacerlo, escuchar el llanto de los niños, enterarme del padecimiento de los enfermos y pare de contar; como ciudadano parte de este pueblo exijo que no se burlen de mí y mis conciudadanos. ¡Celebremos estas fechas! Pero otra manera.
Lamento afirmar y no saben cuánto, que lo abordado es una perla mas de la desconexión de quienes toman las decisiones y los que los elegimos.
Quizás mi opinión sea solitaria, seguro que hace la diferencia si somos más y organizados.