Estaremos insistiendo por la gravedad que transita el servicio de gas domestico en el estado Bolívar, donde la distribución de este combustible vital para los hogares se convierte cada dia es un trauma mas para la dignificación de nuestro pueblo y pasa a ser un acto de agresión del burocratismo contra la ciudadanía; es por ello que insistimos en denunciar esta grave problemática partiendo desde Upata, El Palmar, Guasipati, El Callao (existen 5 camiones cargados desde el 27 de diciembre con destino a esta población y no han salido); Hasta llegar a Santa Elena; que desde el año pasado hay destinados 4 camiones y no han partido para allá. Recordemos que esta parte del país es sumamente explosiva por la etnia Pemona y los hechos terroristas que se escenificaron hace poco contra un cuartel donde asesinaron a un efectivo de nuestras fuerzas armadas. Estamos obligados a evitar una protesta en el Sur, que amenaza con acciones de calle. Ya tuvieron una reunión con el gobernador y la gerencia de Gas Bolivar; planteándole el malestar de la población por falta de gas. Similar situación atraviesa los municipio Cedeño y Sucre con Caicara a la cabeza-
En Ciudad Guayana el servicio va de mal en peor desde el momento que abruptamente cerraron el despacho de Koma; que al menos brindaba un mínimo de comodidades a quienes iban en busca de su bombonita. Esta responsabilidad se la dejaron a los Consejos Comunales y las UBCH y se continúo con los despachos a los edificios y conjuntos cerrados. Ahora por ejemplo por PDVSA Gas Comunal de Unare pasa diario todo un desfile de lamentos, de quejas, de protestas, de lágrimas de personas que no tienen gas desde hace tres meses. Hace poco llego allí un anciano con unas muletas, se arrodillo a la entrada de la empresa, dejo la bombona a un lado, levanto los brazos y con lagrimas en los ojos expreso: "Pido a Dios y las tres divinas personas, a un santo milagroso o a los espíritus de la sabana que se apiaden de mí y me vendan esta bombona. No había pasado10 minutos cuando ya se la habían despachado.
Tenemos información de asedio laboral en la institución donde no se respeta los derechos de los trabajadores, lo que ha aunado a la ineficiencia en el servicio. En este sentido debemos de hacer un poco de historia. El Plan de la Patria le asigna la responsabilidad del manejo del gas a la gobernación y esta a la Corporación Bolívar Gas mediante una Ley de comodato con la instrucción de no tocar a los trabajadores, que es lo que no se ha cumplido. En el estado bolívar han destituido cerca de 78 trabajadores. Tenemos entendido que en Caracas semanalmente se reúne una Mesa de Paz Laboral, para discutir una conciliación con los trabajadores y buscar vías para mejorar el servicio del gas. En medio de este pandemónium de errores y desaciertos, de quita y pon, de improvisaciones, de medidas erráticas sin planificación alguna; no observamos autoridad alguna que tome medidas para resolver esta problemática, pareciera que actuaran como una sociedad de cómplice ganados mas bien en sabotear y enturbiar la política actual del gobierno. No basta con pedir los cargos a los ineficientes hay que echarlos o botarlos.
Nadie puede argumentar que la escasez es por falta de materia prima. Somos una potencia gasífera; el primero en latinoamerica y el octavo en el mundo; incluso estuvimos a punto de construirles un gasducto a Colombia; lamentablemente tenemos esta grave situación en el estado Bolívar. Alertamos al alto gobierno por la desidia manifestada en el estado Bolívar para darle solución a los graves problemas del gas, del agua, gasolina, la desaforada especulación, la inseguridad; todo esto esta minando la paciencia de la población; no podemos permitir que el burocratismo continúe dañando el legado del comandante Chávez y la política de paz y recuperación económica que adelanta el presidente Maduro. Ante este cuadro que se recrudece cada dia mas algunos han venido sugiriendo que el estado Bolívar también necesita un PROTECTOR. Nuestro pueblo defensor de la soberanía nacional espera y aspira que el alto gobierno dirija su mirada hacia este estado acogotado por graves problemas políticos, sociales y económicos.