¡Barinas, linda Barinas! Tierra mágica de nuestros llanos venezolanos. Terruño de paz, que vio nacer un 28 de julio de 1954 en Sabaneta, a Hugo Rafael Chávez Frías, el Segundo Libertador de la Patria y con él, resurgieron los sueños de justicia social para los humildes y excluidos, libertad, independencia y soberanía nacional. Con muchísima razón, Adán Chávez, ex gobernador del Estado y hoy embajador en la Hermana República Socialista de Cuba, refiriéndose a Barinas, la definía como: «la cuna de la revolución». Asimismo, el 1er. Vicepresidente del Partido de Hugo Rafael Chávez Frías: el PSUV, el Hno. Diosdado Cabello, se refería a Barinas y su importancia histórica, en los términos siguientes: «Para nosotros, Barinas es Chávez, es un bastión nuestro. De ahí nació el comandante Chávez (...) Tiene para nosotros una razón espiritual». A lo que añadiría, el hoy candidato de las fuerzas patrióticas del PSUV y el Gran Polo Patriótico «Simón Bolívar», Jorge Arreaza, lo siguiente: «Este es un Estado revolucionario y… » la población «sabe que hay que apoyar a quienes defiendan la Patria, la barinidad, los llanos, la venezolanidad, y no a quienes han tratado prácticamente de invadir a Venezuela con militares y tropas extranjeras, quienes están vinculados con el narcoparamilitarismo desde Colombia hacia Venezuela. El pueblo chavista y no chavista, está muy claro en que entre la Patria y la antipatria, hay una sola opción y va a ser la opción de nuestra candidatura el próximo 09 de enero». La Madre de los compromisos, ha adquirido el Hno. Jorge Arreaza, al lanzar su candidatura por la gobernación de Barinas. Enfrentando las oligarquías regionales, nacionales e incluso, al imperialismo mismo que las unifica. No será, una batalla fácil pues tendrá que vencer, en primera instancia, las divisiones internas que se han impuesto por encima de los intereses colectivos de todo un pueblo que aspira darse un sistema de gobierno, definido por el Padre Libertador como, el «más perfecto (…) aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política» (Discurso de Angostura, Simón Bolívar, 1819). De allí, que la prioridad de la gestión desplegada por el candidato de la Patria, Jorge Arreaza, sea la de reunificar todas las fuerzas patrióticas y revolucionarias para poder encarar la breve campaña electoral, en el sentido propiamente Chavista de Unidad, Batalla y Victoria Revolucionaria.
En contraste, la oposición subordinada al gobierno de los EEUU, promete a las y los barineses un gobierno como los que acaba de entregar en Anzoátegui, Mérida o Táchira, y sobre los cuales hablaba en días pasados el gobernador revolucionario, recién electo en Anzoátegui, Luis José Marcano, quien decía: «Recibimos una gobernación cerrada, abandonada, destruida», denunciando serias irregularidades: «Hay miles de personas contratadas bajo figuras de cuadrillas que no cumplían ninguna actividad, más que proselitismo político». De igual manera, señaló que los hospitales están «devastados»: «Hay galpones repletos de medicamentos vencidos», mientras el pueblo los requería para vencer la pandemia. Y añadió más: «Todas las escuelas de la gobernación estuvieron desatendidas. No pusieron ni un bombillo, ni pintaron una pared. Designamos una comisión de diputados para avanzar con las investigaciones que correspondan». Esto, en referencia a la gestión del gobernador saliente de la MUD, Antonio Barreto Sira. Situación similar, reflejan los gobernadores recién electos; Jehyson Guzmán, quien refiriéndose al saliente gobernador de Mérida, también de la MUD, Ramón Guevara, a quien acusa de presunta corrupción pues «en la rendición de cuentas aparecen nóminas de máquinas alquiladas para atender la emergencia. Y eso no fue así. La gobernación, no hizo nada durante la tragedia», y añadió: «la única maquinaria en propiedad de la gobernación, fue vendida irregularmente». Finalmente, Freddy Bernal, calificaba lo recibido de Laidy Gómez, ex gobernadora del Táchira, como una «catástrofe», viéndose obligado a cumplir sus funciones como gobernador electo desde la sede de CorpoAndes, debido al deterioro del palacio de gobierno. Una constante, en las pésimas gestiones de los gobernadores salientes de la MUD, es que despachaban desde Miami y/o Cúcuta. Nunca, tuvieron el más mínimo compromiso con quienes les eligieron para que fueran sus gobernantes.
En Anzoátegui, Mérida y Táchira, esa oposición apátrida y criminal, siguió –fielmente- el libreto de Washington, al establecer gobiernos fallidos y auspiciantes del abandono de sus pueblos para procurar desde los mismos, rebeliones populares que adjudicar –mediáticamente- en contra del Gobierno Bolivariano. Buscaban así, propiciar el financiamiento internacional de los gobiernos imperialistas de los Estados Unidos y Europa para el impulso de dichas acciones desestabilizadoras. No obstante, el Gobierno Bolivariano, les abortó esa pretendida ambición, mediante la figura de los «Protectores de Estado», que actuaron siempre en procura de minimizar los daños causados por los agentes imperiales de las gobernaciones de la MUD. Es la misma patología criminal, que hoy denuncia el infanticida y presunto «Canciller» del gobierno de la autoproclamación por la orden «divina» de Donald Trump y Joseph Biden, léase: Julio Borges, quien en su renuncia al presunto gobierno de Juan Guaidó, manifiesta que: «El Gobierno Interino ha derivado en una instancia que ha propiciado inaceptables acciones de corrupción que lastiman gravemente la lucha democrática y nos alejan de nuestro objetivo» (…) «No queremos seguir formando parte de una estructura que maneja fondos para uso personal (…) es asquerosa y nauseabunda la situación de los hechos de presunta corrupción en los activos venezolanos». ¡Entre delincuentes te veas! La choropolítica, en su máxima expresión y en estado de putrefacción.
Si todas las gobernaciones de la MUD, denunciaron que no recibían recursos del gobierno central, lo hicieron para justificar su abandono de las entidades regionales bajo su responsabilidad. Cosa incierta, que ahora les tocará explicar ante los órganos contralores que aspiramos funcionen, como no lo hicieron durante los cuatro años precedentes. Mientras, que el supuesto gobierno interino «presidido» por Juan Guaidó, por la gracia «divina» de Donald Trump y Joseph Biden, no puede aducir lo mismo, ya que miles y miles de millones de dólares, sustraídos –indebidamente- a la República, fueron drenados por el gobierno imperialista de los Estados Unidos, hacia sus manos y fueron a parar algunos de ellos, en el hotel Penélope de Cúcuta derrochado en putas y drogas por Freddy Superlano, otros en inversiones inmobiliarias de la familia Guaidó, padre y hermano, y otros en paraísos fiscales donde se mantienen gran parte de esos recursos, robados a la nación venezolana, «como una inversión a futuro». Lo que confirma, una vez más, que esa política imperial de «cambio de régimen» y recolonización de países mediante la creación de auténticas oligarquías de la corrupción, sometidas a sus dictámenes y directrices, ha fracasado en Venezuela.
En esta nueva etapa de la República Bolivariana de Venezuela, somos testigos de cómo los imperialistas de Estados Unidos y Europa, han propiciado el surgimiento y creación de una nueva oligarquía, conformada a partir de los partidos políticos integrantes de la MUD, léase: Voluntad Popular, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y Acción Democrática. Abrimos éste paréntesis, para explicar que no se trata de una nueva clase social propiamente dicha, sino más bien, una categoría política que, cohesionada por sus ambiciones económicas y de enriquecimiento ilícito, se subordinó a los intereses imperialistas de los gobiernos de Estados Unidos y Europa, para apropiarse –indebidamente- de la riqueza nacional, propiedad de todas y todos los venezolanos, actuando en consonancia con la decisión del gobierno de Donald Trump de que «Todos los bienes que el Gobierno de Venezuela tiene en Estados Unidos pasarán a ser manejados por la administración de Juan Guaidó, quien dispondrá del uso y control de los mismos», según expresó John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca en marzo 2019. La orden imperial entonces, fue: ¡Enriqueceos!
¡Nació así, la oligarquía de la corrupción! Totalmente, improductiva y parasitaria, contradictoria con la Venezuela emergente de los tiempos presentes, surgida al calor de la resistencia antiimperialista y contra las sanciones criminales, la guerra económica, el bloqueo financiero-comercial, el secuestro y robo de los activos de la República en el exterior y, en definitiva, en contra de lo que definió el embajador de EEUU en Colombia, William Bromfield, como: «el colapso económico de Venezuela» y añadía más, en su propuesta –seguida fielmente por las Administraciones de Donald Trump y Joseph Biden- la cual generaría, como generó al pueblo venezolano, un «mayor sufrimiento por un período de meses o quizás años». Solo que, en sus criminales cálculos, no contaban con las capacidades de resistencia del pueblo bolivariano, el pueblo de las dificultades, que ha dejado atrás al Rentismo Petrolero. Está produciendo sus alimentos y medicinas, está restableciendo su producción petrolera, en fin, está venciendo el bloqueo imperialista con su Ley Antibloqueo y con capacidades propias –inimaginables- para los enemigos de la Patria y la venezolanidad, evidenciando, que sí es posible que una pequeña, pero poderosa nación, como lo es Venezuela, puede vencer a los imperialistas de los Estados Unidos y Europa juntos, tal como lo visualizaba el Padre Libertador, Simón Bolívar, en su batalla epistolar contra el agente imperial de los Estados Unidos, Juan Bautista Irvine, en octubre 1818, en la que visualizaba el futuro de la Patria, su grandeza heroica y preconizaba dos siglos atrás: «El valor y la habilidad, señor Agente, suplen con ventaja al número. ¡Infelices los hombres si estas virtudes morales no equilibrasen y aun superasen las físicas! El amo del reino más poblado sería bien pronto señor de toda la tierra. Por fortuna se ha visto con frecuencia un puñado de hombres libres vencer a imperios poderosos» (1818).
Barinas, la disputa por el control de su territorio por parte de las fuerzas imperialistas para imponerle un gobierno de la oligarquía de la corrupción, nos conduce –históricamente- a Santa Inés. A la lucha que libró Ezequiel Zamora, «Tierras libres -decía-, hombres libres». ¡Horror a la oligarquía! Santa Inés, se convirtió en el Santo Sepulcro de la oligarquía Paecista. Zamora, en su proclama emitida el día 30 de diciembre de 1859, desde su Cuartel General, en la Sabana de Curbatí, refiriéndose al carácter tiránico de esa oligarquía que había engañado al pueblo y lo había llevado a la guerra de forma forzada, expresó: «Hombres ciegos, ambiciosos, desalentados, vosotros los que creíais que la fuerza es el único resorte de la humanidad, ahí lo tenéis. La violencia reunió ese ejército, la violencia los trajo hasta Santa Inés, con la violencia los traéis a pelear contra los que defendemos su causa y la del pueblo…». La traición, no permitió que Zamora culminara su causa redentora de paz y justicia social, un balazo cegó su vida. 145 años después, esa misma oligarquía -servil a los intereses del gobierno de los Estados Unidos- intentó acabar con la Revolución Bolivariana a través de un mecanismo Constitucional, el Referendo Revocatorio. Hugo Rafael Chávez Frías, asumió con valentía y dignidad, el reto y convocó a Santa Inés, la Segunda Batalla. Dijo entonces, en cadena nacional de radio y tv: «Se me parece tanto la situación que estamos viviendo. Claro, no en la guerra militar afortunadamente, sino en la política. Se me parece tanto a la campaña de Santa Inés, tanto se me parece, que hoy anuncio a los venezolanos que me convierto en el comandante de la campaña de Santa Inés». Y democráticamente, con votos, venció las pretensiones de la oligarquía de posesionarse del poder político de la República. Pero, Santa Inés, no culminó allí y nuevamente la oligarquía, 17 años después, pretende posesionarse del territorio Barinés para desde allí, como lo refiere el candidato de la Patria, Jorge Arreaza: «establecer el epicentro, no del desarrollo del país, sino de la violencia y la desestabilización de Venezuela. Y los barineses deben entender eso. No podemos permitir una combinación de corruptos, delincuentes y violentos en el estado Barinas».
En resumidas cuentas, el objetivo imperialista no es otro sino reeditar desde territorio Barinés, la labor de destrucción nacional ejecutada desde la Asamblea Nacional 2015-2019 por esa oposición violenta y criminal. Ya otra barinesa, Carmen Teresa Maniglia, los desalojó por la fuerza de las balas de territorios que ocupaban ilegalmente en las parroquias de La Vega, Cota 905 y El Cementerio del Municipio Libertador en Caracas. Ahora, le toca a la Barinas decente impedir con sus votos, que esa banda de delincuencia organizada -dirigida por el choro del Juan Guaidó- se instale con su política de tráfico de drogas, secuestros, corrupción generalizada y violencia en territorio sagrado Barinés. La Paz de la República depende ahora de la conciencia de la Barinas decente. Esa que está obligada a ganar con votos la gobernación e impedir que Barinas, se convierta en chorolandia o la republiquita de los choros.
Barinas, no tiene otra posibilidad de elección sino vencer por la fuerza democrática de los votos a la oligarquía de la corrupción para que el día de mañana, no tengan que hablar las armas de la República como ya hablaron en la Cota 905…