La pujante y floreciente Ciudad Guayana no existe, esa vigorosa y prospera urbe industrial solo quedan vestigios de su grandeza. De la ciudad mejor planificada de Venezuela quedan solo recuerdos de un ayer glamoroso. Puerto Ordaz y San Félix conocidas por sus sorprendentes represas hidroeléctricas, y por ser asiento de las empresas básicas de Guayana, compañías encargadas de la extracción del hierro y la bauxita y luego transformadas en acero y aluminio; Las bellezas de sus parques naturales. Se puede decir que hoy solo quedan añoranzas y remembranzas, para no hablar de escombros y ruinas. Hoy, la Ciudad Guayana sin servicios públicos, con las centrales hidroeléctricas y sufren de constantes apagones eléctricos. Con los ríos Orinoco y Caroní y en la mayoría de sus barrios y urbanizaciones escasea el agua potable. El transporte público es un caos. El aseo urbano no existe, la ciudad está convertida en un gran botadero de basura con criaderos de ratas, zamuros y alimañas. En eso han convertido la majestuosa Ciudad Guayana los rojos rojitos.
La otrora Ciudad Guayana, una gran ciudad con un gran parque industrial y un grandioso movimiento empresarial y comercial. Ahora parece una trágica fotografía después de un terremoto o una ciudad de Europa de 1945, después de la II Guerra Mundial. De su destrucción se encargó los regímenes de Chávez y Maduro. Lo que tantos años costo construir y mantener en solo 23 años fue destruida y devastada, la ciudad corrió la misma suerte de las empresas básicas, la desidia, la corrupción, la irresponsabilidad, la negligencia y la ineficacia acabaron con la ciudad más moderna de Venezuela. También es culpable la pasividad, sumisión y sometimiento de la ciudadanía.
El régimen de Maduro no tiene planes de reconstrucción de la ciudad ni de las empresas basicas. Para ellos todos es un negocio. Ahora envían recomendada una empresa recolectora de basura llamada FOSPUCA, cuyos propietarios están ligados a la familia real y hay que tenderle la alfombra roja. Estos empresarios son dueños de varios alcaldes, diputados y concejales en Venezuela y a través de estos burgomaestres y legisladores han llegado a varios municipios del país a imponer sus exorbitantes tarifas y leyes. Las ordenanzas de manejo de los desechos sólidos las hacen los abogados de la empresa y los concejales la aprueban en la cámara edilicia. Los concejales de Caroní están al servicio de FOSPUCA. El alcalde Tito Oviedo y los concejales tienen el descaro de aprobar un aberrante instrumento ilegal que sólo beneficia a FOSPUCA y perjudica al Municipio. Este instrumento es la Solvencia Única Municipal, esta aberración jurídica va en detrimento de los contribuyentes. Este decreto impone el registro y pago de los servicios públicos como requisitos para declarar impuestos o acceder a beneficios fiscales. Si no pagas a FOSPUCA no puedes pagar los impuestos municipales. Este instrumento violenta la Constitución Nacional, el artículo 51. Derecho de Petición; derecho de toda persona,
grupo de personas y asociaciones para presentar peticiones a los órganos que se ocupan de los asuntos públicos, dirigidas a informar, reclamar o demandar conductas, acciones o reparaciones a la afectación o violación de derechos, o a perjuicios para el interés colectivo o el bien público. Este adefesio fue aprobado a mano alzada por los concejales y presentado por el alcalde por órdenes de la empresa.
Otra acción de los complacientes y serviles concejales de Caroní y Tito Oviedo es dejar que FOSPUCA facture por algo que el sector Cañaveral no existe, el RELLENO SANITARIO. El vertedero de Cañaveral no se puede llamar relleno sanitario y menos cobrar el 40% por concepto de Relleno Sanitario. Es un servicio que no existe. FOSPUCA estafa con algo fraudulento con la complicidad del Alcalde Tito Oviedo y los ediles del municipio por cobrar por un servicio inexistente. En Ciudad Guayana no hay Relleno Sanitario. Lo que existe es un depósito de desechos de sólidos a cielo abierto, cuando colapso el botadero de basura de Cambalache lo cambiaron a Cañaveral. En ese vertedero no cuenta con las maquinarias suficientes ni mano de obra para tal fin. Sólo hay unos payloaders que mueven la basura. No hay clasificación de la basura, porque esta actividad hay que realizarla antes de trasladar al vertedero o relleno, para que el material a reciclar no se contamine. En ese vertedero se puede observar más de 100 segregadores que buscan desperdicios y alimentos para comer en medio de malos olores, los insectos, zamuros y roedores. La empresa recolectora quema la basura y produce contaminación ambiental en la ciudad.
Entonces porque FOSPUCA está cobrando por un relleno sanitario que no está construido. Es como si CORPOELEC o Eleoriente cobrará por las líneas de transmisión o CANTV por las antenas rastreadoras, si esos equipos son del Estado y FOSPUCA es una empresa privada.
FOSPUCA y su política es generar dinero y facturar tarifas exorbitantes. No hay un gesto de educación ambiental a la ciudadanía. Aún no han entregado ni recipientes ni bolsas en las urbanizaciones para clasificar los desechos sólidos para el RECICLAJE. No es preocupación ni su interés. Su preocupación es desangrar más la economía de la región. Porque los directivos de la empresa viven en su burbuja del crecimiento económico. Ellos no entienden desde sus lujos y riquezas que en el país el 90% vive en pobreza extrema. Que se vive en la pobreza y la miseria, y cómo vas a imponer altas tarifas en dólares que al cambio con la devaluación del bolívar son más altas que el salario mínimo mensual que son 130 bolivares y que esté salario es devengado por más de 10 millones de venezolanos en edad laboral.
En el país tenemos los salarios más bajo del mundo, con una devaluación diaria del bolívar, los precios al consumidor dolarizados. Estamos en una profunda crisis económica y social. Un trabajador no puede pagar más de 40% de su salario en servicios, cómo se alimenta, cómo compra medicinas, cómo pueden comprar ropas y calzados a sus hijos. Entonces porque FOSPUCA viene a crear más hambre en nuestros hogares y quebrar las empresas que con el esfuerzo de sus propietarios y trabajadores se mantienen aún produciendo .
No entienden los bolichicos y magnates de FOSPUCA que no se pueden imponer tarifas exorbitantes en una economía deprimida donde las empresas manufactureras no llegan a producir más del 30% de su capacidad instalada. Estas tarifas significan el cierre de empresas y más desempleo para Guayana.
Hablando de Rellenos Sanitarios no hay más de tres en el país, quizás la Bonanza es el único que funciona, pues en 335 municipios que tiene el país solo hay vertederos de basura. Algunos especialistas opinan que un Relleno Sanitario podría costar entre 50 y 80 millones de dólares para atender entre 2 y 4 mil toneladas mensual, en un lapso de 20 años y esa inversión con costo de producción aparentemente puede garantizar la recuperación de esa inversión en menos de 10 años, con la cual, además de resolver un problema de primera prioridad nacional, sería una extraordinaria oportunidad de negocios.