El gobernador de Mérida, Jehyson Guzmán, insiste en su obsesión por desplegar en el Parque Nacional Sierra Nevada de Mérida, al pie del Pico Humboldt, a 4.800 metros de altura, un manto plástico de cinco mil metros cuadrados de extensión, equivalente a la de 60 casas de 83 metros cuadrados cada una.
A la usanza del déspota general Juan Vicente Gómez, el Taita, el gobernador de Mérida pisotea leyes y reglamentos vigentes para proteger intereses personales, enmascarados bajo argumentos ambientalistas. No solo ignora deliberadamente los derechos y los intereses colectivos de la ciudadanía a la que juró servir. Juega además con la seguridad y la salud de la población de la ciudad de Mérida y de múltiples otras comunidades del estado, tanto urbanas como rurales, para impulsar su desquiciada y peligrosa iniciativa.
En su obsesión por imponer sus intereses personales sobre los de la ciudadanía, el Pichón de Taita no ha tenido reparos en mentirle a la colectividad, en coordinación con el Ministro para el Eco Socialismo, Josué Lorca, asegurando que su proyecto se realiza "junto con la Universidad de Los Andes". Sin embargo, la Comisión Central de Coordinación Ambiental de la ULA confirma que la universidad ni participa ni ha sido invitada a participar en este proyecto.
El martes 20 de febrero 2024, el gobernador Guzmán declaró:
"He retornado a Mérida luego de una agenda exitosa en la ciudad de Caracas, y como decimos popularmente ‘cayendo y corriendo’ sin perder tiempo, en la tarde de hoy me he reunido con el comandante de la @zodimerida22, GD @belzaresfanb para lo que será la ejecución de la 3ra fase de la operación la Corona del Glaciar Humbolt" (sic)
El gobernador de Mérida argumenta que su proyecto tiene por objeto "retrasar" el derretimiento del minúsculo y moribundo remanente del glaciar La Corona, al pie del Pico Humboldt. Sin especificar cuanto tiempo proyecta "retrasar" la inevitable pérdida del agonizante resto del último glaciar de Venezuela, ni explicar los beneficios para la sociedad venezolana de tan descabellada iniciativa, ya tiene sus 35 rollos de manto plástico de polipropileno y ha coordinado con la fuerza armada la disposición de un helicóptero para llevar sus tres toneladas de plástico a las cercanías del pico Humboldt.
El manto plástico será "extendido en el perímetro del glaciar para disipar la incidencia de los rayos solares y retrasar su derretimiento…
El material cumplirá un ciclo útil y luego será retirado para no generar daños ambientales" http://www.minec.gob.ve/download/80979/)
Se abstiene de especificar cuál es el "ciclo útil", cuándo planean retirar el plástico "para no generar daños ambientales", cuales son los daños ambientales que se producirían si no se retira el manto plástico al concluir su "ciclo útil", ni quien asume la responsabilidad jurídica por los daños tanto ambientales como a la salud de la población que puedan derivarse.
En entrevista con el presidente de la República, Nicolás Maduro, el 11 de diciembre 2023 (programa de televisión "Con Maduro") el gobernador Jehyson Guzmán señaló que quedan "cerca de dos hectáreas" del glaciar del Pico Humboldt. "A partir de una evaluación de las acciones adelantadas en Francia, Suiza, Rusia y China, Venezuela adquirió una malla térmica que será empleada en el proyecto de desaceleración del deshielo del glaciar" (http://www.minec.gob.ve/download/80826/)
Se ha negado a divulgar los resultados de la presunta evaluación a la que hizo referencia, como si se tratase de un documento privado, ajeno al interés colectivo.
A inicios del siglo 20 el glaciar La Corona cubría 450 hectáreas en los picos Humboldt y Bonpland de la Sierra Nevada de Mérida. "Quedan cerca de dos hectáreas" le confesó el gobernador Guzmán al presidente Nicolas Maduro y al pueblo de Venezuela, el 0,4% de su superficie original. Reconoce así que ya desapareció el 99,6% del glaciar La Corona.
La desaparición del moribundo remanente es inevitable a muy corto plazo, en un período no mayor a cinco años. El gobernador Guzmán lo reconoce. Por eso no habla de ‘salvar’ el remanente del glaciar, sino de "retrasar su derretimiento". Se niega a informar ni por cuanto tiempo ni con qué propósito, aparte de sus intereses personales por esta descabellada aventura a expensas del interés colectivo del pueblo de Venezuela.
El glaciar La Corona abarcaba a inicios del siglo 20 cerca de la mitad de los glaciares que coronaban las más altas cumbres de los Andes venezolanos. Las llamadas Cinco Águilas Blancas del fabuloso mito magistralmente descrito por Tulio Febres Cordero en 1895, cubrían cerca de mil hectáreas a inicios del siglo 20. Hoy sólo quedan las "cerca de dos hectáreas" señaladas por el Taita Guzmán, el 0,2%. Ha desaparecido el 99,8%.
Las crestas más elevadas de los Andes venezolanos se encuentran hoy desnudas. Las cinco águilas blancas han desaparecido. Mérida ya no es más la Ciudad de Las Nieves Eternas, como otrora se le conociera.
El Parque Nacional Sierra Nevada no es propiedad privada del gobernador de Mérida para hacer lo que le plazca. Es un bien común, un bien público. Cualquier intervención o alteración de este delicado ecosistema debe cumplir con los requisitos y las limitaciones establecidas en la legislación vigente.
Pero, sin explicación alguna, el gobernador de Mérida se considera por encima de la ley. Se ha auto eximido de cumplir con requisitos establecidos en la legislación nacional para proyectos que afecten intereses colectivos o difusos, tales como la consulta pública, previa e informada, la presentación de un estudio de impacto ambiental al alcance irrestricto de la ciudadanía, y la participación de todos los entes interesados. Entre los entes locales de mayor relevancia y competencia se encuentra la Universidad de Los Andes, arbitrariamente excluida de participar en esta iniciativa.
El artículo 129 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, establece que toda actividad susceptible de degradar el ambiente debe estar acompañada de un estudio de impacto ambiental y socio-cultural.
El decreto presidencial 1257 establece las Normas sobre Evaluación Ambiental de Actividades Susceptibles de Degradar el Ambiente.
La Ley Orgánica de Planificación Pública y Popular (1), establece que la planificación pública y popular es un proceso participativo, democrático, transparente y vinculante que debe garantizar la consulta y el control social de las políticas, planes, programas y proyectos públicos (1).
La participación pública en la toma de decisiones sobre asuntos de interés colectivo es un derecho en Venezuela, reconocido y protegido por la Constitución y por las leyes. Según el artículo 62 de la Constitución: "todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de participar libremente en los asuntos públicos".
El derecho de todo ciudadano a participar en la dirección de los asuntos públicos se encuentra también establecido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y jurídicamente garantizado y protegido por el artículo 25 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: "todos los ciudadanos tienen el derecho y sin restricciones de participar en la dirección de los asuntos públicos"
La participación pública en la gestión de los asuntos públicos implica un proceso de construcción social de las políticas públicas, que debe garantizar la consulta y el control social de tales políticas. Es un derecho, una responsabilidad y un complemento de los mecanismos tradicionales de representación política.
Es una obligación jurídicamente vinculante para el gobernador del estado Mérida, Jehyson Guzmán, cumplir con lo establecido en la legislación vigente y realizar una consulta pública, tras la divulgación del correspondiente estudio de impacto ambiental, sobre su peligrosa iniciativa para cubrir con mantos de polipropileno las márgenes del agonizante vestigio del glaciar La Corona, en el pico Humboldt del Parque Nacional Sierra Nevada de Mérida.
El gobernador del estado Mérida pretende justificar su iniciativa haciendo referencia a experiencias similares en glaciares europeos en los últimos 20 años. Pero, junto al ministro para el Eco Socialismo, miente al señalar que en los casos en donde se han desplegados geo textiles plásticos en sectores seleccionados de glaciares en Alemania, Austria, Italia, Suiza, la tasa de pérdida de los glaciares se ha reducido "entre un 60% y un 70%"
En realidad, los informes técnicos y científicos publicados en revistas especializadas dejan claramente establecido que el despliegue de geo textiles en glaciares europeos sólo ha logrado reducir la tasa de ablación de los glaciares en menos de 1% en casi todos los casos. Son sólo las pequeñas áreas directamente bajo los textiles las que han registrado una reducción promedio en la tasa de derretimiento de 60% en comparación con las áreas circundantes sin recubrimiento. En el caso de China, la reducción de la tasa de ablación fue de apenas el 15%. Como las zonas cubiertas con plásticos son normalmente fracciones muy pequeñas en comparación con el tamaño de los glaciares donde se han colocado, el efecto sobre la totalidad de los glaciares es considerablemente más limitado. Las experiencias registradas en Suiza, Italia, Austria y China demuestran que sólo han podido mitigar, temporalmente, la pérdida de entre 0,01% a 0,04% de los glaciares en donde se han utilizado (https://substack.com/home/post/p-140811991?source=queue ).
En el caso del minúsculo remanente del glaciar La Corona, al pie del Humboldt, la reducción de la tasa de ablación tiende a ser aún menor, pues el plástico se piensa colocar no sobre el glaciar, sino sobre la roca en la zona perimetral. En el mejor de los casos, la agonía del glaciar pudiera prolongarse un par de años más. Sin embargo, el costo ambiental y social tiende a ser prohibitiva e injustificadamente alto.
Las condiciones ambientales que predominan en el pico Humboldt son radicalmente diferentes a las prevalecientes en los glaciares europeos en donde se han utilizado mallas geo textiles de polipropileno para proteger pistas de esquiar. En los lugares donde se han utilizado en Europa, a un promedio de 45° de latitud Norte, los geo textiles se colocan al final de la temporada de esquiar y se retiran al inicio de la siguiente temporada.
En el caso del remanente del glaciar La Corona, el gobernador del estado Mérida pretende que el manto plástico se mantenga de manera permanente, sin especificar el número de años, bajo condiciones de insolación, vientos, lluvias y temperaturas considerablemente superiores a las de glaciares europeos. No sólo se encuentra el minúsculo remanente del glaciar La Corona en pleno trópico, a apenas 8° de latitud Norte. La altura sobre el nivel del mar es también mayor, lo que implica mayor intensidad solar debido a la menor densidad del aire, menor presión y menor dispersión de la luz solar ( https://substack.com/home/post/p-140811991?source=queue )
La colocación del manto plástico en el perímetro del remanente del glaciar La Corona no sólo afectará la proliferación de sucesiones primarias de especies colonizadoras. Bajo el efecto sostenido y combinado de la irradiación solar, la turbulencia de vientos, fluctuaciones de temperatura y precipitaciones, el plástico tiende a degradarse, a reducir su albedo, a aumentar la retención de calor y a convertirse en una gigantesca fuente de micro y nano partículas de plástico.
Los micros plásticos, de 1 micrómetro (µm) a 5 milímetros de largo, y los nano-plásticos (de menos de 1 micrón) terminan propagándose por el aire, las fuentes de agua y los suelos, con impactos sobre los ecosistemas, la fauna y la salud humana. Se acumulan en la cadena alimenticia, interfieren las funciones naturales de los organismos y acarrean sustancias tóxicas y patógenas.
Los nano-plásticos penetran los sistemas biológicos humanos por ingestión, inhalación o a través de la piel, afectando los sistemas respiratorios, inmunológicos, reproductivos y digestivos de animales y humanos. Pueden afectar el metabolismo y provocar daños genéticos (2). Han sido detectados en pulmones, en el sistema gastrointestinal y en la sangre, donde persisten y se acumulan. Pueden atravesar las paredes de los pulmones y el tracto digestivo. Penetran así al flujo sanguíneo por el que se propagan a otros órganos.
Bajo las severas condiciones ambientales a las que estarían sometidos en el pico Humboldt, los 5.000 metros cuadrados de manto plástico que pretende colocar el gobernador Guzmán a 4.800 metros de altura al pie del pico Humboldt, en pleno trópico, tienden a convertirse en una gigantesca y peligrosa fuente de micro y nano partículas de plástico, innecesariamente amenazando la salud de la población de la ciudad de Mérida y de múltiples otras comunidades rurales y urbanas del estado. En los picos Humboldt y Bonpland los vientos predominantes vienen del oriente. La ciudad de Mérida se encuentra directamente al oeste del pico Humboldt.
En su megalomaníaca obsesión por figurar como una autoridad sensible al deterioro ambiental, el gobernador Guzmán pretende violar con impunidad leyes y reglamentos vigentes y amenazar la seguridad de la población a la que está en la obligación de proteger y servir.
El desquiciado despliegue de 5.000 metros cuadrados de manto plástico al pie del pico Humboldt se realiza en contubernio con el Ministro de Eco Socialismo, Josué Lorca, uno de los funcionarios más incompetentes de la administración pública al servicio del presidente Nicolás Maduro. El ministro Lorca, al frente de la delegación de Venezuela ante la Conferencia de las Partes del Acuerdo de Paris en noviembre 2021 (COP26), se negó a suscribir la Declaración de Bosques, en la que 130 países se comprometieron a erradicar la deforestación para el 2030 a más tardar.
Por el contrario, nuestro Ministro de Eco Socialismo presentó ante la ONU un documento oficial en el que sentencia la destrucción de un millón de hectáreas de bosques naturales entre el 2021 y el 2030. Deja además las puertas abiertas para continuar la destrucción después del 2030. Véalo Ud. mismo en este documento oficial de Naciones Unidas, página 79 (Actualización de la Contribución Nacionalmente Determinada de la República Bolivariana de Venezuela para la lucha contra el Cambio Climático y sus Efecto. Noviembre 2021, pg. 79).
El abuso de autoridad es un delito tipificado en la legislación vigente. El gobernador Guzmán se niega a reconocer el derecho de la ciudadanía a ser consultada, a conocer con anticipación el estudio de impacto ambiental del despliegue del manto plástico en el pico Humboldt, a identificar a los responsables por retirarlo cuando cumpla su desconocido "ciclo útil", así como a identificar a los responsables jurídicos por las consecuencias sociales y ambientales que puedan derivarse de tan descabellada iniciativa.
Un grupo de profesores especialistas de la Universidad de Los Andes, todos miembros del Foro para el Estudio del Cambio Climático, emitió un pronunciamiento público el 20 de enero 2024 advirtiendo sobre los desproporcionados peligros del despliegue de este manto plástico al pie del Pico Humboldt y cuestionando su utilidad y pertinencia.
En otro comunicado, fechado el 7 de febrero 2024, un grupo de especialistas de la Universidad Central de Venezuela, la Universidad Simón Bolívar y la Universidad Lisandro Alvarado, junto a otros miembros venezolanos de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) concluyen textualmente: "recomendamos no seguir adelante con el proyecto del MINEC de utilizar mantos geo textiles para alargar la vida de las 1,8 hectáreas de hielo que quedan del glaciar La Corona"
Sin embargo, la inmensa mayoría de la ciudadanía se encuentra desprevenida. Es hora de sincerar posturas y hacer respetar el carácter participativo y protagónico de la democracia venezolana, tal y como lo establece la Constitución Nacional.