La maldición de Vargas y los pededevecos del volante

Cientos de veces han sido publicadas observaciones acerca de los vejámenes a los que a diario nos someten los choferes del transporte público en Vargas y esto con el absoluto conocimiento de las autoridades, desde el Gobernador Antonio Rodríguez San Juan y el Alcalde Alexis Toledo, como principales responsables, ya que son las máximas autoridades y en esto debemos incluir a Tránsito Terrestre, INVITRAMI, la Policía de Vargas y a los agentes de la Policía de Metropolitana que se apuestan en la parada de Capitolio y Gato Negro, que se hacen cómplices de los desmanes que cometen con los usuarios los mercenarios del volante, tanto de las Líneas como los piratas que nos despellejan a diario, cobrándonos lo que les da la gana, cada vez que montan sus “operativos” para atrasar el servicio y crear interminables colas, en las que nos podrimos a diario esperando autobuses. Todos sabemos que en estas palabras no hay exageración y sería harto cínico que intenten refutar lo que aquí exponemos.

Invito al que quiera a tomar un autobús para Caracas a la parada de Catia La Mar, allí en las peores condiciones debemos hacer colas bajo una lluvia de polvo de un edificio en construcción, en una acera estrecha, donde unos buhoneros han colocado sus tarantines que obligan a la gente a lanzarse a la calzada para poder circular por el lugar y para mayor aderezo hay un bote de basura cuyas miasmas tenemos que tragarnos, porque ni a los directivos de la Línea ni a las autoridades sanitarias de la Alcaldía, a la Gobernación, ni a nadie le interesa lo que ocurra con los desafortunados del común que tiene que viajar en autobús y no como ellos en sus flamantes camionetotas. Aquí no tiene lugar hablar de las jurisdicciones que corresponden a los organismos, ni sus atribuciones, ni cualquier otra excusa, porque cuando se trata de la población, de las madres con niños, de los estudiantes maltratados no hay razón que valga (INVITRAMI dice que son 5 estudiantes por unidad de transporte y los choferes y sus secuaces los botan de los autobuses aduciendo que sólo aceptan 3 por unidad – Entonces ¿quién manda a quién?…

En la prensa publicaron que el pasaje es de 1.720 bolívares y cuando el vehículo posea aire acondicionado nos han dicho que la tarifa es de 2.500 bolívares. Pues para el conocimiento de los flamantes funcionarios que nos gobiernan de manera tan negligente, los mercenarios del volante cobran indefectiblemente 2.000 bolívares por transportarnos hasta Caracas en carros que en su mayoría presentan PÉSIMAS condiciones y si es con aire acondicionado nos obligan a cancelarles 3.000 bolívares. Pero debido a las dificultades que ellos artificialmente generan nos despellejan quitándonos cuanto pueden desde 5.000 bolívares y mucho más.

Ahora en época de vacaciones los autobuses desaparecen porque al parecer hacer otro tipo de servicio les es más rentable, ignorando el compromiso de servicio acordado con las autoridades y con los usuarios, que a fin de cuentas somos a quienes se deben, tanto los burócratas como los choferes. Este es un problema acuciante que nos oprime de manera infame y nos coloca a diario ante la negligencia los más altos funcionarios del estado, en quien tan erróneamente depositamos nuestra confianza.

No se pierdan el espectáculo que a diario “disfrutamos” en la parada de Capitolio, donde los piratas hacen su zafra diaria a costillas de nuestra desesperación de regresar a casa y si nos resistimos a montarnos en carros piratas, sus cómplices de la Línea se encargan de condenarnos a esperar hasta 2 horas hasta que aparece uno de ellos, que a regañadientes y entre insultos nos permite la venia de montarnos en sus carcachas.

¿Creen que exageramos aquí? ¡Más bien nos quedamos cortos! Y no estamos dispuestos a aguantar ripostas airadas de algún ofendido funcioranillo. Aquí los humillados somos nosotros que hemos soportados vaguadas, derrumbes de puentes, trochas con guardias dormidos en su indiferencia, mientras las colas sin fin. Lo que aquí exponemos es testimonio de una realidad terrible - ¡En Vargas nos equivocamos otra vez! Creímos que estarían al frente de la administración pública personas cuya sensibilidad no les daría sosiego hasta ver a Vargas como una Entidad Federal digna de quienes le habitamos. Nosotros con un arraigo tan profundo que nos permitió soportar todas estas desgracias que hoy nos laceran – incluyendo a los tan respetados responsables, que ahora nos deleitan con los postres que aquí les hemos narrado…

¡Vengan a “gozar” de los equipos de sonido a todo volumen que impiden escuchar cualquier señal de advertencia que nos haga algún vehículo, mientras el autobus baja a La Guaira a 120 kilómetros por hora, ante la indiferencia de la Guardia Nacional que se supone vigila el cumplimiento de las leyes de tránsito en la vía!

Finalmente sólo resta invocar a la “conciencia socialista” de los que ocupan las más altas responsabilidades en Vargas; no basta erigirse monumentos a su vanidad para señalizar las obras que ha construido el pueblo con sus propios dineros, esfuerzo y trabajo; hace falta más, deben demostrar ahora, en las postrimerías de sus irrepetibles gestiones y en agradecimiento hacia ese pueblo que los puso al frente de sus cargos, atreverse a meterles las cabras en el corral a esta mafia “pedeveca” del volante.

Sin embargo pueden tener ustedes la certeza que si el pueblo pudo derrotar el paro petrolero, seguro que va a poder con esta guarimba del transporte que nos montaron en Vargas.

elmacaurelio@yahoo.es


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El Macaurelio

Periodista, Politólogo, poeta, escritor, humorista y ensayista. Columnista en varios medios, digitales e impresos.

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