La evaluación de una gestión ambiental no obedece a criterios caprichosos de gente que amparada en un micrófono descalifica vilmente, y con ventaja teje opiniones desproporcionadas en torno a temas de interés publico. Con todo respeto no es usted el caballero que podría dar un veredicto de gestión ambiental. Sus comentarios en variados programas que usted protagoniza permiten concluir que sabe muy poco o nada del tema. Ahí están las oficinas de Ambiente Municipal y sus archivos físicos y digitales para que usted los revise, si así quisiera. Allí están las comunidades en donde se atestiguan centenares de asistencias por eventos de índole ambiental. Allí están los operativos de saneamiento donde esta gestión es protagonista, allí están los nuevos criterios de control y seguimiento ambiental de la minería municipal. Allí están las nuevas estrategias para controlar las infracciones ambientales. Allí están los volqueteros ya reubicados y que usted denunció, pero después calló a cerca de la solución que se dio. Allí está el depósito de escombros y restos vegetales más organizado y humanizado. Venga para mostrarle los indicadores de esta gestión. Y después, no juzgue por que no es su competencia, pero si opine, porque es su derecho. No estoy amarrado a este puesto, señor. Es mas, creo en el elemento humano de relevo, porque amplia la participación y da oportunidad a otros compañeros. Ese es un precepto revolucionario. Por eso noto que sus elementos de juicio, si asi pudieran llamarse, son absolutamente errados, al límite de caer en la ofensa a la dignidad y el desprestigio profesional, para lo cual guardo reservas de medidas legales y de índole jurídico. Porque es que han sido recurrente sus ataques que ya son personales y no sé porqué. Porque las cosas personales deben arreglarse personalmente. Y usted muy poco o nada habló del ambiente durante cuatro años anteriores a esta gestión. Por primera vez, a lo mejor señor, la instancia municipal asume sus competencias, y como dijo un serio colega suyo, en este municipio ni siquiera se conocía el director de ambiente municipal. No es la forma señor, para juzgar una gestión que jamás será ni apabullada por la blasfemia, menos manchada por innoble tinta. En cuanto a la mal referencia que hace usted de mis letras por diferentes medios, permita indicarle que tal cosa nada tiene que ver con el ambiente municipal, pero cuando las califica de “esas noticas que nadie lee”, quiero recordarle que tal vez por alguna contradicción existencial, en fecha 14 de enero de 2009, Ud. catalogó esas mismas letras en su columna semanal de los miércoles, como las más leídas, cosa que jamás creí, señor, por provenir de donde venía.
(*) INGENIERO GEÓLOGO
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