Desideratum

¡ Granujas, pillos y bribones!

No se por cual o cuales razones nuestro Estado Apure tiene la mala suerte (algunos llamarían la maldición), que dado al asunto de las elecciones ocurrentes cada año, pareciera que por toda nuestra geografía llanera pasara una “peste” que enferma a un gentío y los hace convertirse en granujas, pillos y bribones. Salen al circo de la palestra pública unos cuantos antojados aspirantes a cargos de representación popular, la mayoría de ellos sin ninguna trayectoria efectiva dentro del electorado, apenas porque hayan realizado un taller político, participado en una vocería comunal, ocupado un cargo público o haber sido moderador de un programa de radio o televisión, ya se creen con un masivo apoyo popular o con las mega credenciales para ser Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas.

Lo particular de esta situación anterior es que en la mayoría de los casos, los aspirantes con menor posibilidad de llegar a los cargos son los que más cacarean, es decir, ponderan, exageran, sobredimensionan con demasiados excesos las cosas propias. Tal como sucedió recientemente con uno de los aspirantes a Diputado de la circunscripción Nº 2 del Estado Apure, quien describió un presunto atentado a su persona, con tales detalles, “pelos y señales” dignos de una película de ciencia ficción o una serie más del filme “Terminator”. Esa conducta, que produce más risas y chanzas que preocupación real en los organismos de seguridad, nos recuerda nuestra infancia y juventud en el barrio Casa de Zing de San Fernando de Apure, allí en el Grupo Escolar Daniel Oleary, nos dedicábamos a disfrutar el tiempo libre entre juegos de pelotas, metras, u otros similares y cuando mayor era la “concentración” sucedía alguno de estos episodios: Cualquiera de los perdedores se calentaba y trasmutaba en granuja para armar una trampa y tratar de revertir su perdida a toda costa; Surgía un vecinito o amigo a quien no lo habían incorporado al juego por alguna diferencia tonta (propias de esas etapas de la vida) y él desde una atalaya oculta esperaba su oportunidad para “pajear” o malograr el juego; o, se aparecía uno de los mala conducta o bribones del barrio queriendo quedarse “a lo arrecho” con la pelota o las metras… si no lograba su objetivo, prendía la coñaza, es decir, la pelea a puño limpio.

Pues bien, son muchos los grandullones que actualmente se empeñan en mantener esas conductas propias de las etapas primeras de la vida humana. Podemos decir que crecen físicamente… algunos no mucho en estatura otros demasiado, pero podemos asegurar que la mayoría de ellos están necesitados de carburo en sus cabezotas, a ver si maduran. Cuestión que por cierto nos trae a la memoria un Mensaje remitido por un buen amigo “on line”: Antonio José Alcalá, cuyo autor es Mario Andrade (Poeta, novelista, ensayista y musicólogo brasileño) titulado: “El valioso tiempo de los maduros” algunos de sus fragmentos trascribimos aquí: “Ya no tengo tiempo para soportar personas absurdas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido. (…) Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus puestos, sus talentos y sus éxitos. Detesto, si soy testigo, los efectos que genera la lucha por un cargo importante.(…) Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana. Que sepa reírse de sus errores. Que no se vanaglorie con sus triunfos. Que no se considere elegida antes de tiempo. Que no eluda sus responsabilidades. Que defienda la dignidad humana. Y que desee únicamente caminar al lado de la verdad y de la honradez.(…) Quiero rodearme de gente que sepa tocar el corazón de las personas… Gente a quien los duros golpes de la vida, le han enseñado a crecer con suaves caricias a su alma. Sí… tengo prisa… para vivir con la intensidad que nada más que la madurez puede dar. (…) Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres estimados, y con mi conciencia.

Razón de sobra tiene el compatriota Presidente de la República cuando algunas veces expresa que “Águila no caza moscas” y por tanto no le da mucha importancia a las expresiones de ataque en su contra etiquetándolo de loco, dictador, megalómano o cualquier otra palabra peyorativa; sin embargo, él mismo se ve en la obligación de decir cosas, en sentido general, con las cuales tratar de hacerle entender a los necios que los hechos no tienen que ser como a cualquiera se le antoje que sean; mucho menos nuestro caso cuando se trata de ese tipo de gente a quienes en este mismo medio identifique como “chenchenas” del escenario político o “guacharacas mediáticas”. De allí que la lucha social asumida como principio y conciencia de clase no es tarea fácil, máxime cuando en medio de tantas vicisitudes se interponen además unos cuantos, tarambanas, rábulas y ambiciosos, en cuyas caras podemos denotar la típica característica de aquel personaje de tiras cómicas de Wald Disney, “El Tío Rico”… con el símbolo del dinero en su ambiciosa y alocada mirada.

(Biruaca, 08/04/2010)

desideratum_apure@yahoo.com


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Oscar Adolfo Alvarado

Licenciado. Vicepresidente del Consejo Legislativo del Estado Apure. Presidente de la Sociedad Bolivariana del Municipio Biruaca.

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