Una vez más y sin cejar en mi empeño exhorto a nuestros Aporreadores a apoyar el esfuerzo de Jacinto. Tiene muchos enemigos, aquellos que viven del dolor humano, de la enfermedad, que se enriquecen a costa de la desgracia y de la muerte. Los que son incapaces de investigar y/o de ayudar a la investigación de verdaderas curas para las muchas enfermedades horribles que padece la humanidad, y que no lo hacen porque si los enfermos se curan ellos dejan de percibir enormes ganancias.
Es así que la cura de la diabetes descubierta en Argentina no nos ha llegado, ni siquiera nadie le hace propaganda, tampoco le hacen propaganda a nada de lo que ya logró Jacinto, después de todo ¿a quien le importaban los leprosos?, él los atendió y creó la cura de esa horrible enfermedad de miserables, y de paso curó la leishmaniasis. Mi esposo, Edgar Chacín, hace años la contrajo, que dolorosa y fea esa enfermedad, con la cura totalmente gratuita de Jacinto ya es historia y él vive feliz sin ella, ¿pueden imaginar el agradecimiento, el respeto y la admiración que sentimos por Jacinto todos en nuestra familia?
Ahora resulta que para nuestra Ministra de Salud, la Organización Mundial de la Salud es el paradigma, esa misma que aprobó la Talidomina (para los que llegaron tarde a este mundo les informo que ese fue un tranquilizante aprobado por la OMS que se prescribió por los médicos obstetras a la embarazadas por los años 60, luego desastre, decenas de niños nacieron sin brazos ni piernas por efecto, secuela de ese “tranquilizante”; también la OSM aprobó las prótesis de mama francesas que ahora se revientan dentro de los senos de las víctimas de su aprobación), en fin, no podremos utilizar más los tratamientos y medicinas cubanos, no están aprobados por la OMS.
Bendito sea Dios, y que esto se diga Socialista.
Jacinto es como Torrealba y otros grandes científicos venezolanos, un benefactor de la humanidad, y cualquier investigación que él inicie debe ser apoyada irrestrictamente por nuestro gobierno y nuestro pueblo, a pesar de las sanguijuelas que como la Sociedad y que venezolana de oncología pueda decir, con su carga de capitalismo donde sólo interesa desangrar a los enfermos, ellos mismos admiten que la segunda causa de muerte natural en Venezuela es el cancer, y todavía tienen el tupe de decir que los únicos tratamientos comprobados son la Quicio, la radio y la cirugía, serán muy comprobados pero ya ellos mismos admiten que sus resultados no son nada satisfactorios. Lo peor que hace Jacinto es hacerlo todo gratis.
Adelante con Jacinto que la canalla no lo hunda.
veoch@hotmail.com