Luego de anunciar el proyecto GNU en 1983, dos años más tarde, Richard Stallman publicó el Manifiesto GNU, en el que declara cuáles son sus intenciones y motivaciones para crear una alternativa libre al sistema operativo Unix, y que denominó GNU (GNU No es Unix) al que no dudo en calificar como completo y compuesto en su totalidad de software libre.
El 25 de agosto de 1991, Linus Torvarlds, un estudiante finlandés de informática dirigió un correo electrónico a la comunidad de usuarios de Minix –un clon del Sistema Operativo Unix– en el grupo de noticias comp.os.minix diciendo lo siguiente: “Hola a todos aquellos que usan Minix: Estoy haciendo un sistema operativo (gratuito) (solamente una afición, no será grande ni profesional como el GNU) para clones 386 (486) AT. Este ha estado gestándose desde abril, y está comenzando a estar listo. Me gustaría recibir cualquier comentario sobre las cosas que gustan/disgustan en minix, ya que mi SO (Sistema Operativo) se le parece un poco (la misma disposición física del sistema de archivos, debido a motivos prácticos, entre otras cosas). (…) me gustaría saber qué características quiere la mayoría de la gente. Cualquier sugerencia es bienvenida, pero no prometeré que las pondré en práctica :-)…” (1)
La respuesta no se hizo esperar. Quizá es por esa respuesta que en La Catedral y el Bazar, Eric S. Raymond afirmó “Linux es subversivo”, preguntándose: “¿Quién hubiera pensado hace apenas cinco años que un sistema operativo de talla mundial surgiría, como por arte de magia, gracias a la actividad hacker desplegada en ratos libres por varios miles de programadores diseminados en todo el planeta, conectados solamente por los tenues hilos de la Internet?”.
Si bien la combinación GNU/Linux se ha constituido en el término empleado para referirse al núcleo o kernel similar a Unix denominado Linux con el sistema GNU, su verdadero motor son las personas y su combustible es la colaboración que ellas hacen como programadores, beta testers, traductores, diseñadores, documentadores, entre otros, pero todos hacen parte de la “comunidad” de usuarios o grupos de usuarios. Ese esfuerzo de la Comunidad GNU/Linux va más allá del código, de los círculos académicos o de los geeks, no puede prescindir de sus usuarios (as) finales presentes en grandes empresas como Intel, Google, NASA, Facebook, IBM, Dell, etc., a los Estados y gobiernos como el venezolano, que lo incluye en su marco jurídico, del que deriva, por ejemplo, la Distribución venezolana Canaima GNU/Linux, el Proyecto Canaima Educativo –que ya cuenta con más de 2.500.000 usuarios (as)– y en los miles de usuarios (as) de la Administración Pública de Venezuela.
La comunidad del código GNU/Linux trabaja y colabora de forma entusiasta en el desarrollo del núcleo y de aplicaciones, instalando y socializando el sistema operativo. Sostengo que la colaboración es su más formidable característica, en la que personas de cualquier cultura, idioma, ideología, sexo y sobre todo más allá del código, se coordinan y trabajan resueltamente con otras personas en procura de la mejora continua de un sistema operativo, que saben contribuye a la libertad del conocimiento o, para decirlo con Lawrence Lessi, “liberen la cultura” o, como decimos los venezolanos, en Cayapa.
MIEMBRO DE LA COMUNIDAD DE SOFTWARE LIBRE
@_TauCeti
Referencias:
(1) Torvalds, Linus: What would you like to see most in minix? (¿Qué es lo que más le gustaría ver en minix?) Grupo Usenet comp.os.minix, 25 de agosto de 1991.