Hoy el mundo parece estar deslumbrado ante una aparente nueva Revolución Tecnológica: La Revolución Informática. ¿Es ésta realmente una revolución?, ¿Cuáles son verdaderamente sus alcances?, ¿Cuáles pudieran ser sus beneficios y perjuicios?, ¿Cuáles son sus mitos y realidades?. Un mundo que cuestiona la hipertrofia tecno-científica se deslumbra ante la nueva “aparente Revolución Tecnológica”. ¿Es la información suficiente para comprender y transformar la realidad? Rotundamente No; el hombre más informado puede ser al mismo tiempo un pobre estúpido sin capacidad ni inteligencia para comprender y mucho menos contribuir a transformar la realidad. Históricamente el hombre a intentado conocer, descubrir, explorar, comprender, y transformar la realidad, la búsqueda del saber está siendo hoy sustituida para la mayoría de las personas por la simple y aparente condición de estar informado: saber de todo un poco, sustituye el dominio profundo y sistemático “la totalidad de lo aparente” dentro de la “Globalización de las banalidades” parece ser lo predominante.
Para comenzar debemos hacernos algunas interrogantes: ¿Qué está cambiando esta Revolución Informática?, ¿Una nueva sociedad?, ¿Llega a sustituirse el actual sistema capitalista o por el contrario esta revolución informática es una nueva dimensión del capitalista en crisis?, ¿No es precisamente la revolución informática como la ha planteado Mc Luhan – la mayor garantía de poder hablar hoy de globalización o Aldea Global?, ¿No estaremos hoy transcurriendo por una Revolución Informática cuyo discurso nos indica el fin de todo, el cambio a una realidad a un desconocida pero en el fondo las grandes “realidades”- si bien sufren modificaciones- se mantienen?, ¿No es el comercio de la información - computadoras y redes - la mayor manifestación de la vigencia de la sociedad capitalista?.
Como bien lo planteó Khun (1996) en su conocida obra sobre Las Revoluciones de los Paradigmas Científicos:
“...Los cambios de los paradigmas hacen que los científicos vean el mundo de investigaciones que le es propio, de manera diferente. En la que su único acceso para ese mundo se lleva a cabo a través de lo que ven y hacen, podemos desear decir que, después de una revolución, los científicos responden a un mundo diferente” (p.176). Aunque el mundo no cambia con un cambio de paradigmas, el científico después trabajó en un mundo diferente” (p.190).
El temor es que en esta discusión postmoderna, en el que la revolución informática tiene un importante peso, pudieran estar cambiando todos los paradigmas que servían para comprender al mundo y pudiéramos estar cuestionando con validez la situación real de este mundo, pero este mundo pudiera estar básicamente siendo el mismo y al final sólo estemos abstrayéndonos de los problemas de fondo y legitimando su actual situación.
Otro punto necesario de discutir es sí realmente se está produciendo una revolución científica – tecnológica con los cambios en la informática. La tecnología representa dominio de los conocimientos propios de un arte u oficio. No hay duda que en los países donde se generan todos los procedimientos (técnicos) y se tiene dominio total de las fases que estos envuelven podemos hablar de tecnología. Pero en países donde estas tecnologías son implantadas, donde sólo se les da un uso, sólo podemos hablar de técnica o máquina y no de tecnología. El proceso tecnológico es integral, la técnica es parcial. La mayoría de los países del mundo sólo cuentan con técnicas y no con tecnologías en el área informática. En los países donde se domina todo este proceso tecnológico hay conocimiento y no simplemente información. Según González (1998):
“¿Porqué se habla hoy de “Tecnología” y no simplemente de “Técnica?”. Hay razones para pensar que esa preferencia terminológica connota alguna intención socializadora (tenue, sin duda, como corresponde a nuestra época, pero por ello mismo eficaz) del hacer Técnico – Instrumental” ( P.59).
Habermas(1990), propone diferenciar entre “medios técnicos “ y” reglas técnicas” para referirse con esta ultima a tecnologías:
“Con la palabra “técnica” nos referimos, en efecto, en primer lugar a un conjunto de medios que permiten una eficaz realización de fines con un ahorro de trabajo, o sea, instrumentos, maquinas, autómatas. Pero con esa palabra aludimos también a un sistema de reglas que determinan la acción racionalmente adecuadas a fines; aludimos, pues, a estrategias y tecnologías.”(Subrayado nuestro).(p.315)
Debemos añadir a esta información que aún en la mayoría de países subdesarrollados los ordenadores sólo son utilizados como procesadores de textos y memoria. El resto de las funciones son, por costo y desconocimiento, de difícil acceso. La Revolución Informática, tiene un centro hegemónico de poder, no sólo en el millonario comercio de ordenadores y redes monopolizadas por Bill Gates y Compañía sino en el contenido de la información que en ella se encuentra. Esto no nos puede llevar a desechar su uso, sino que debemos estar conscientes de esta realidad, a igual que cuando vemos televisión, pues la información manipulada genera deformación.
La Sociedad Virtual: La Información, entre la Religión y la Política
“Llegará un día, no muy distante, en que seremos capaces de dirigir negocios, estudios, explorar el mundo y sus culturas, hacer surgir algún entretenimiento, hacer amigos, asistir a mercados locales, y enseñar fotografías a parientes lejanos, sin abandonar nuestra mesa de trabajo o nuestro sillón” (Gates ,1995).
Este patético sueño del multimillonario de las computadoras Gates –El más interesado en que este sueño se vuelva realidad- debe producir escalofrío más que entusiasmo. Desear resolver parte de la vida humana desde la comodidad del “Sillón” es un deseo siempre anhelado. Pero, ¿Quiénes gozarán de este “supuesto” privilegio?, ¿Quién producirá los alimentos y las manufacturas necesarias?, ¿Qué sucederá con la vida en sociedad?, ¿Con la necesidad de mirarse, tocarse, sentirse, amarse y odiarse?, ¿Será resuelto virtualmente?, ¿Estamos hablando del fin del cuerpo humano?, ¿Podrá la sociedad ser sustituida por la “computadora y yo.
Queda claro que según esta visión, el mundo como lo hemos entendido hasta ahora se desdibujará ante nosotros. La tecnología informativa parece ser la única capaz de darle sentido al mundo. La misma tecnología que ha sido acusada como culpable de la deshumanización y algunos exageradamente la han “endemoniado”, hoy la hemos convertido en la nueva religión. Pérez (1998) señala: “Queremos pensar que es posible superar las deficiencias de un mundo mediocre e inculto y si ni la religión ni la política van a conseguirlo, sólo nos queda la ciencia”. (P.127-31)