A los 11 años padecí de difteria, como nací en el 43 no existía la vacuna triple que hoy protege a los niños (padecí tos ferina, lechina, sarampion y otras enfermedades que hoy en día son perfectamente prevenibles, sin embargo por los cuidados y atención recibidos en esos momentos ninguna secuela me dejaron)
Mi papá, médico cardiólogo al fin, al ver un día que el café con leche del desayuo se me salía por las narices me acostó, me separó de todos en la casa y llamó a sanidad de donde vinieron a hacerme un cultivo (me metiron un palito por las narices, eso fue muy desagradable), antes de tener los resultados, ese mismo día empezó a tratarme con el suero antidiftérico. Me puso creo yo más de 11 inyecciones para inoculármelo y paralizar la enfermedad. Inmediatamente desarrollé un ataque alérgico que me fue paralizando el cuerpo progresivamente, primero las piernas, luego los brazos y por último la espalda. No se como fui tratada por él para eso, pero me curé. Mi papá me dio una orden: jamás puedes volver a utilizar el suero de caballo.
Durante la enfermedad que pasé en cama me hacía electrocardiogramas, salvo él y mi mamá nadie mas entraba en la habitación donde yo estaba (oyendo por radio a Dick y Biondi).
Soy tal vez la única persona en el mundo que aumenta de peso durante la enfermedad pues era probablemente sobrealimentada por mi mami y me levanté pesando 2 Kg. más.
A nadie le dió difteria en mi casa, ni en la cuadra donde vivía ni en el Coegio La Consolación donde estudiaba. ¿Cómo la adquirí? Misterios de la ciencia, pero a nadie se las transmití. Oí decir que me había atacado el sistema nervioso y por eso se me había paralizado el velo del paladar por lo que los líquidos se me salían por la nariz.
Hoy en día la eficacía de la vacuna triple: difteria, tos ferina y tetano está super comprobada, y la reciben, creo yo más o menos el 90% de los niños. Si han aparecido casos de difteria habría que pensar en la guerra bactereológica y no me digan que estoy paranoica, si hace tantos años era tan poco común la difteria al menos en Caracas, ¿cómo es posible que hoy puedan estar apareciendo, de la nada?, casos. Claro también pudiera tratarse de propaganda política y que se tratara de otras enfermedades más comunes. La difteria con sus membranas y el exámen de laboratorio no deja lugar a dudas.
Rodilla en tierra y en espera de la reacción necesaria por parte de las autoridades sanitarias