I.
Hace apenas unas horas, se declaró un Alerta Sanitaria Mundial con epicentro en España y se está difundiendo por todos los medios de comunicación.
Las autoridades de ese país están retirando de emergencia 117 medicamentos con el principio activo Valsartán que es prescrito para la hipertensión, los cuales son producidos por la empresa china Zhejing Huahai Pharmaceutical Co para 16 empresas farmacéuticas españolas.
El Ministerio argumenta que se descubrió una sustancia cancerígena en la composición del fármaco, pero contradictoriamente indica a los consumidores que sigan el tratamiento hasta que su médico lo sustituya por otro medicamento (https://www.aemps.gob.es). Eso es muy raro porque ¿Como se explica esa Alerta por riesgo de cáncer si se puede seguir consumiendo el Valsartán?. ¿Será una guerra comercial contra los chinos?. ¿Será un atentado contra psiquis de la población iberoamericana?. ¿Que otros medicamentos producidos Zhejing Huahai pudieran estar contaminados con la sustancia cancerígena?.
La respuesta la veremos con el tiempo.
Hoy tenemos que abordar la gran angustia y temor de millones de personas que consumen Valsartán. Angustia porque sienten que, tanto su vida como su salud, dependen de ese medicamento y temor porque pudieran haber sido inoculados con cáncer.
Debemos estar convencidos que el Valsartán baja pero no cura la hipertensión y tiene reacciones muy adversas sobre órganos vitales como corazón, riñón, cerebro, pulmón, corteza suprarrenal e hipófisis.
Nos preocupa que en un solo día pudieran haberse incrementado en millones los enfermos con cáncer.
Nos debe alegrar que buena parte de la humanidad pueda librarse de los medicamentos anti-hipertensivos y de sus efectos secundarios que son mas mortíferos que el cáncer.
Nos debe alegrar que es el momento para conocer la verdad sobre la hipertensión y la manera natural de controlarla y erradicarla.
II.
Ante la falta de este anti-hipertensivo industrial, es necesario desarrollar, con la orientación y asesoramiento de naturópatas o médicos naturistas, un plan de acción para mantener la presión arterial a raya y luego llevarla a los valores normales de un cuerpo sano.
Es un plan con tres dimensiones.
Una para ajustar el estilo de vida al punto de anular el sedentarismo, combatir la obesidad y eliminar los vicios.
Otra para asumir la sana alimentación, acatar el sueño reparador de 8 horas, consumo terapéutico del agua, la desintoxicación profunda del organismo y fortalecer la relación con la naturaleza.
La tercera para dar la confianza a la plantas medicinales en sus diferentes preparaciones y abordar el mantenimiento preventivo y correctivo del aparato circulatorio.
Es cuestión de sumarse con fuerza y voluntad a una consigna mundial por la vida.
¡La alternativa natural a este desastre está en las plantas!
III.
Sin pretender que este escrito sea una receta única o sustituya las orientaciones de otros profesionales de las ciencias naturopáticas, pues cada persona tiene sus particularidades y como tal requiere un tratamiento especifico, vamos a nombrar algunas plantas, que solas o mezcladas, en diferentes proporciones y dosis, tienen buenos resultados en la lucha contra la hipertensión en base a sus propiedades terapéuticas (Antihipertensivas, Vasodilatadoras, Diuréticas, Antitrombóticas y Relajantes): Flor de Jamaica; Ajo, Jugo de Remolacha; Cacao; Valeriana; Guayaba; Limón, Stevia, Gingko; Barbas de Maíz; Albahaca Morada, Orégano; Cola de Caballo; Diente de León entre muchas.
El Naturismo siempre vencerá al Valsartán.