Respuesta fácil para la oposición retrógada: “Hasta que se vaya Chávez”. Lo que no saben ellos es que éste se puede ir…pero otro vendrá, porque el camino de la redención social es sueño de los pueblos que durante siglos han vivido el sometimiento de los poderosos. Otro vendrá y seguramente será peor el destino de esta plaga parasitaria que empobrece, chupando hasta el último aliento a los millones de trabajadores que les venden a bajo precio su fuerza de trabajo. Otro vendrá y seguramente no tendrá la paciencia para soportar el insulto, la calumnia y la burla que a diario propagan a los cuatro vientos, pretendiendo convertirse en víctimas de un supuesto acoso a sus libertades, que no son otras que sus pretensiones capitalistas.
Resulta que Rusia y los Estados Unidos derrochan sonrisas en un acuerdo que les permiten el intercambio de espías. Pero años atrás la llamada “guerra fría” terminaba una larga etapa que mantuvo al mundo en permanente confrontación político-ideológico. Vinieron las pases y cada quien a lo suyo. Pero resulta que desde los círculos de espionaje y desestabilización de los gobiernos de los Estados Unidos se dio continuidad a las campañas anticomunistas, que siguen encontrando eco y receptividad en gobiernos y agrupaciones políticas, así como en un sector oscurantista como ha sido las iglesias religiosas, especialmente la católica.
Por supuesto que el gobierno de los Estados Unidos, a sabiendas que el anticomunismo es caldo de cultivo en países, pueblos y grupos atrasados, es poca cosa para ello financiarlas, tal como ocurre en Latinoamérica en donde la punta de lanza es la USAID, mil veces denunciada en nuestro país y en otros, en un afanoso y desesperado plan desestabilizador y golpista. Migajas de dólares para unos y chorros para otros que vendieron su alma al diablo. Muestras hay demás. Que hable el gobierno y pueblo de Cuba, Nicaragua, Venezuela.
Aquí en Venezuela, la jerarquía católica no cesa en su desespero antichavismo. Ve el comunismo (¿?) por todas partes y se olvidó de su feligresía. Mientras tanto los otros grupos opositores, además de aplaudir a sus obispos, seguirán escudriñando madrigueras para sacar comida y medicamentos escondidos, exprofeso. Pero como el pueblo votará el 26-S por un proyecto y por un líder exitosos, es bueno recordarles que… ¡NO VOLVERÁN!
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