Todos sabemos muy bien quien es Iglesia Católica: Una institución politica empresarial cuyo úni fin es hacer dinero. Que se cree por derecho divino en inmiscuirse en los asuntos de estado por gracias de Dios. Son eso: políticos y como políticos hay que tratarlos. Si somos iguales ante Dios, tambien lo somos en la tierra. Por lo tanto a los jerarcas de la CEV se les puede aplicar las leyes como a todos.
En estos días cuan esa iglesia arremete contra nuestra revolución y contra nuestro comandante a través de su personaje más conspicuo: Urosa Sabino, es por que ella está atravesando por una crísis moral y espiritual en el mundo. Y es en estos tiempos cuando esa crísis se ha acentuado más. De allí su desesperación terrenal y su irritación espiritual. Ella no escapa de la crísis económica actual y por ello el Vaticano está hacinando aguas en sus bovedas. El viaje de Urosa Sabino al estado del Vaticano (muy similar en sus estructuras al de Israel) es motivado a eso.
La Iglesia Católica está necesitada de ingentes sumas de dinero y está utilizando al epicúreo cardenal para tratar de ablandar al gobierno y este los deje tranquilos para que ellos puedan seguir haciendo negocios turbios y seguir robando a sus anchas. Si el gobierno quiere que los jerarcas de la CEV dejen de conspirar lo único que tiene que hacer es dar por terminado el grosero y criminal concordato que lo ata al Vaticano y que es el que mantiene a estos curas viles, ambiciosos y pederastas. Si lo hace ya verán que vuelven a su redil mansos como unos corderitos. La Iglesia Católica como una corporación empresarial que es, cuida sus intereses y los sabe cuidar muy bien y cuando los ven en peligros, actúan como lo que son: unos empresarios. Por eso arremeten contra el estado como una Fedecamaras cualquiera. Esta es la realidad. La Iglesia Católica está quebrada económicamente y espiritualmente (ya casi no les queda fieles).
Yo no soy de los que creen que los católicos son mayoría, eso es mentira. Aqui lo que hay es una iglesia costumbrista: nos acostumbraron a bautizar a nuestros hijos, apenas abrieran los ojos para que crecieran siendo católicos. Esto es como decir que la mayoría de nosotros somos adecos o copeyanos por que nuestros padres nos bautizaron en el adequismo y en el copeyanismo. Nada más alejado de la realidad. La mayoría de los niños que fueron bautizados en una iglesia católica, jamás vuelve a ella. Los que fueron bautizados en el punto fijismo, crean conciencia y se vuelven revolucionarios. Esa es la bronca que tiene la CEV: Joven que deja el catolicismo, joven que ingresa en las filas del socialismo, Por eso es que yo digo que las campanas están doblando por primera vez por un pueblo que dejó de ser pendejo, que aprendió a leer y a escribir.
Que asiste a universidades, que formó conciencia patria y que ya no es fácil de engañar ni por cardenales y obispos, ni por nadie.
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