Libia en la mira

LA GUERRA YA NO ES SÓLO UN FANTASMA 

Una guerra es una de las cosas peores que puede ocurrirle a la humanidad, y estamos viviendo una guerra global, matizada por el levantamiento de los pueblos del mundo. Hasta en las líneas interiores del imperio yanqui, una buena parte del pueblo, que está despertando del “sueño americano”, decidió unirse a la fuerza transformadora. 

Un fantasma recorre el mundo: El fantasma de las revoluciones populares. 

Y ha tomado cuerpo en lugares que le duelen al imperialismo, como Egipto, el antiguo país de las pirámides, con una secular tradición imperial, cuyos gobernantes vendieron hasta lo más sagrado, al imperio y a los sionistas. La sola idea de perder ese lacayo ha vuelto tan loco a “Israel”, que comenzó a atacar indiscriminada y cruelmente al indefenso pueblo que está confinado en el campo de concentración de Gaza. En Bahrein, los multimillonarios jeques mandaron a dispararle al pueblo, en muchas plazas árabes el pueblo, como mandado por una deidad telúrica, busca voltear la tortilla. Y muchos que gritan contra Kadhafi, no han dicho ni pío. 

LA VANGUARDIA BOLIVARIANA 

Aquí  en Latinoamérica, la existencia de gobiernos progresistas, los agrupados en el ALBA y Brasil, entre otros, son la avanzada de esta fuerza transformadora global. Sin embargo, en México, el imperio ejerce su poder a través del narcotráfico,  y el gobierno manda a disparar en las calles contra la gente que manifiesta públicamente su descontento. 

Donde la gente no se levanta, la naturaleza hace su parte y los sacude con sismos y huracanes. El mundo debe cambiar, y está cambiando.  

KHADDAFI, SOLO FRENTE AL IMPERIO 

Pero las empresas privadas de comunicación en todo el mundo sólo ven violencia en Libia, y Khadafi, el mismo del libro verde con su filosofía humanística, el mismo que se enfrentó al imperio hasta que se quedó solo y tuvo que negociar el petróleo con los europeos, el mismo que el pueblo ha sostenido en el poder durante décadas, como a Fidel; para la derecha mundial es el único que ha utilizado la fuerza contra la disidencia. 

Todo indica que se está preparando una invasión imperial, con la anuencia de la Liga Árabe y las arrodilladas Naciones Unidas, para convertir Libia en otro Irak, en otro Afganistán. 

Y muchos revolucionarios y progresistas se han tragado el anzuelo y han declarado ya, condenatoriamente, contra el líder anti imperialista libio. De nuevo, Libia está  solo frente al imperio, afortunadamente y su pueblo ha tomado las calles para apoyar a su líder y a su gobierno anti imperialista. 

PARALELISMO CON LO QUE PASÓ AQUI EL 2002 

Las pruebas de la masacre “contra el pueblo” que presuntamente estaría cometiendo el gobierno libio son las declaraciones de militares y altos funcionarios que han desertado, que presentan discursos grabados en el silencio de sus oficinas o en la comodidad del exilio, tal como hicieron los generales y otros escuálidos en Venezuela en 2002. Durante un tiempo (y algunos aún lo creen) en el mundo se creyó que de verdad verdad Chávez había mandado a disparar contra el pueblo, y hasta un periodista recibió un premio en España por el video trucado conque fabricaba una prueba contra el gobierno bolivariano. Algo así está pasando con Libia. 

Como dijo Roberto Hernández Montoya, lo peor que puede hacerse es guardar silencio o tragarse el anzuelo de la derecha internacional y el imperio, para convertir a Khaddafi en otro Sadam Husseín, para escalar las agresiones contra un pueblo aguerrido que no ha hecho más que proteger su dignidad durante casi medio siglo.  

¿MASACRE A MANSALVA, O COMBATES ARMADOS? 

Tomando en cuenta tanto las declaraciones del propio líder libio como otras informaciones que se han colado en medio del chaparrón imperial, fuerzas pro imperialistas, armadas hasta los dientes, pretendieron tomar a plomo limpio tanto edificios gubernamentales como bases militares. El ejército respondería de la misma manera, derrotando a los insurrectos. 

No es lo mismo que los policías que, de civil, atacaron a los manifestantes en la plaza Tahrir, o los militares que dispararon en la plaza Perla de Bahrein. 

No es lo mismo que las numerosas y pacíficas manifestaciones en otros países. Todo indica que, al igual que los ataques locos al campo de concentración de Gaza por los sionistas; los yanquis, con sus agencias de espionaje, ha aprovechado la oportunidad para atacar en Libia, acabar con un régimen soberano, haciéndolo pasar por “revuelta popular”. Es una manera de equilibrar las fuerzas, ya que aún no están a salvo de perder la sumisión del gobierno de Egipto, que ha cambiado figuras, pero mantiene intacta la estructura que estos títeres construyeron durante décadas. Pero que ha sido golpeado duramente por la lucha popular. 

Si un gobierno, sobre todo cuando está solo frente al imperio, no se defiende con las armas cuando con las armas es atacado, sería irresponsable. Y lo que está en juego en el Medio Oriente, y en todo el mundo, es la ruptura de la posición de fuerzas que sostiene el poder imperial. En Libia se juega a la geopolítica muy a lo árabe, como en Venezuela se juega a la geopolítica, muy a lo venezolano. Es una guerra, y en cualquier parte del mundo, cuando te atacan grupos armados, respondes con las armas. 

Nadie escapa a la lucha en esta guerra mundial. Hoy, más que nunca, hace falta la paz. Pero una paz con dignidad, no de rodillas.


andrea.coa@gmail.com


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Andrea Coa


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