Gaddafi y Mubarak. Son 42 y 30 años respectivamente, que no es lo mismo que los 40 y 20 de la canción aquella. Es difícil defenderlos porque es difícil entender lo que allí pasa. Es tan difícil como defender al imperio gringo que, con distintas caritas a lo largo de siglos, tiene sometido al mundo. Desde George Washington para acá, el imperio ha dominado con distintas máscaras, porque la dictadura gringa entra con cualquier lubricante.
Lo que sea que esté pasando en esos pueblos, rebeliones, revueltas o estallidos, hay un denominador común: se están alzando. ¿Hay rebeliones en los pueblos árabes? Y si las hay, ¿por qué los gringos no los miden con la misma vara? Los pueblos se rebelan, y cuando los pueblos se rebelan los poderosos tiemblan. Y delante o detrás de esos poderosos, detrás o delante de esos pueblos ¿qué hay?: ¡La geopolítica, estúpida, la geopolítica!
Y es que revueltas hay a cada rato en el planeta. Pero no a todas se les presta la misma atención. En Ruanda casi se matan hace unos años, por ejemplo, y la comunidad internacional no mandó ni un avioncito de papel. No hay petróleo en Ruanda.
La dictadura mediática ocultó hasta donde pudo la situación de Egipto y ha difundido “generosamente” la situación de Libia. Tanto se ha dicho sobre Libia que cada vez se sabe menos lo que ocurre. Los muertos los calculan entre 300 y 10 mil. Los heridos entre mil y 50 mil. No hay grises. O estás con el asesino Gaddafi o no estás. Y así se consigue la etiqueta de “demócrata”. Es el blanco y negro del chantaje imperial, del eje del mal, de la doctrina Bush pos torres gemelas.
Por cierto ¿alguien sabe dónde está Mubarak? No. Nadie lo busca. Pero Gaddafi ya tiene un juicio en la Corte Penal Internacional. Ay, perdón… ¡Qué pregunta! ¡La geopolítica, estúpida, la geopolítica!
Y es que la diferencia entre Libia y Egipto, entre Mubarak y Gaddafi es una sola: el petróleo. Para desgracia del pueblo libio están en el medio de un Oriente querido y odiado. Los intereses se cruzan entre enemigos y riquezas históricas. Palestina, Israel, Egipto, Estados Unidos. Pero, ¿alguien sabe dónde está Mubarak? No. Nadie lo busca. ¡La geopolítica, estúpida!
Lo más honesto y lo más ético es invocar la autodeterminación de los pueblos. El Gobierno venezolano ha sido claro. Fuera la intervención imperial en el Medio Oriente. Por eso, es bienvenida la iniciativa del ALBA; por eso, la propuesta de mediación va dirigida a neutralizar a Estados Unidos.
Y es que nos guste o no hay una diferencia entre Obama y Chávez, el primero mueve portaviones y el segundo, mueve emisarios de paz. ¿Qué preferirá el pueblo libio? ¿Guerra o paz? Pero, disculpen, una última pregunta ¿Alguien sabe dónde está Mubarak? No. Nadie lo busca. ¡La geopolítica, estúpida!
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