Bush y el CD rayado de la oposición

No hay que ser analistas ni nada por el estilo , para darnos cuenta de los errores que sigue cometiendo la oposición venezolana en su infructuoso intento para derrocar al presidente Hugo Chávez, a pesar de Bush como refuerzo.

Parecieran olvidar que, por encima de todas las cosas, somos venezolanos y como buenos venezolanos, lo primero es Venezuela y lo demás queda relegado a un segundo plano.

Hay que recordar como se plantaban frente a los medios de comunicación Carmona Estanga, Carlos Ortega, Carlos Fernández, Juan Fernández y otros representantes de la oposición, para soltar a los cuatro vientos: “El paro continúa hasta cuando el señor Chávez se vaya del Gobierno”, como si eso fuera como dicen en buen maracucho: “soplar y hacer botellas”.

Para colmo, estos señores que se erigían como líderes antichavistas, nunca se ponían al frente de las caminatas. Convocaban las marchas mediante micrófonos, en tanto ellos se quedaban en aire acondicionado viendo las incidencias de las acciones por la televisión y atendiendo a los periodistas a través del hilo telefónico.

El paro fue uno de los errores más grandes -reconocido por la misma oposición- que se haya cometido en el intento desesperado por derrocar a Chávez, entre otras razones además de la debacle económica y sus devastadoras consecuencias, porque sacrificaron al pueblo “clavándolo” en una inmensa y tediosa cola, para llenar el tanque de gasolina de su auto y eso nunca se los perdonó la gente.

De esa forma, siguieron con los maniáticos desaciertos para sacar a Chávez, hasta que se realizó el “referendo revolcatorio”, que lo atornilló en el poder y demostró que el Presidente cuenta con el respaldo absoluto de los venezolanos.

Por supuesto, las denuncias de fraude no se hicieron esperar, pero como siempre, todo se trató de un bombardeo de micrófonos. Nunca presentaron las pruebas. Lo cierto es que después de estos “dimes y diretes”, se observó un silencio sepulcral, optimista para muchos, porque es hartamente conocido que a todo gobierno le hace falta una oposición seria y responsable.

En los países donde hay una oposición equilibrada, cuyo único objetivo es el bienestar del país, sobran los casos en los que no sólo hacen rectificar al presidente, sino que son capaces de enrumbar los destinos de la nación hasta llevarla a puerto seguro.

De allí, que se suponía que la oposición se estaba revisando, reagrupando que, por fin, estarían trazando estrategias acertadas, para hacer un trabajo concienzudo por el país, pero lamentablemente, no es así e insisten con “el CD rayado” de tumbar a Chávez, haciéndole el juego a los EEUU, que no haya como frenar la integración latinoamericana con nuestro comandante a la cabeza.

Con el secuestro de Rodrigo Granda en Caracas y en la que debieron conjugar esfuerzos, para hacerle frente a las opiniones malsanas que dañaban la imagen de Venezuela, la oposición lo que hizo fue regresar con la misma canción.

Ahora, cuando todavía el país está pendiente de los desaparecidos y damnificados y el desenlace de este desastre natural, la oposición no es capaz de asomar el más mínimo atisbo de honestidad y cortesía, para ver el esfuerzo que hizo y hace el Gobierno, en su intento por superar la situación.

Ni siquiera respetan el dolor ajeno, para empatarse en una diatriba política sobre Vargas, cuando lo que se requiere es mancomunar esfuerzos y sumarse a las labores que, aunque les duela en el alma, ordenó Chávez, para dignificar a los damnificados.

Ya como se cerró la página de Rodrigo Granda, tienen las canciones de la compra de cien mil fusiles a Moscú y la indignación que esto produjo a los EEU, así como un tema que interpretaron tan pronto el presidente Lula abordó el avión de regreso a su país, según la cual, la firma de los acuerdos sólo benefició a Brasil.

Y por si fuera poco, continúan empatados con el señor George W Bush en una nota de descrédito que hacen desde los medios de comunicación internacional y de la cual se hacen eco algunos del país, con el propósito de implicar a Chávez con el terrorismo internacional.

¡Señores, es hora de que cambien ese CD, por favor! No se dan cuenta que ya se les aguó la fiesta...la fortaleza del Gobierno Bolivariano de Venezuela y la integración latinoamericana no la detiene ni Bush ni nadie.


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Alberto Morán


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