La Suprema Corte de Justicia de Colombia decidió ayer invalidar los procesos que se basaban en documentos extraídos de las computadoras de Raúl Reyes, uno de los líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), muerto en marzo de 2008 durante un bombardeo en Ecuador. Después de su muerte, correos electrónicos y archivos de Word fueron usados ampliamente como base de datos para realizar denuncias. Según la Corte, el material extraído de las computadoras fue obtenido de manera ilícita por militares, ya que deberían haber sido aprehendidas por la policía judicial, y por eso, no se puede usar como prueba legal”, se pudo leer el jueves 21 de mayo en los despachos internacionales de noticias.
La decisión que echa por la borda toda la operación de desprestigio planificada y ejecutada por Álvaro Uribe Vélez, fue recibida con beneplácito por quienes han sido señalados e inculpados de diversos delitos, con base en “pruebas” extraídas del computador, devenido en Caja de Pandora al gusto del ex presidente colombiano y la Interpol. Los más mencionados son los presidentes de Venezuela y Ecuador, Hugo Chávez y Rafael Correa, las ex senadoras colombianas Piedad Córdoba y Gloria Inés Ramírez y el ex representante de la Cámara del Congreso por el Polo Democrático Alternativo de Colombia, Wilson Borja. Casualidades cibernéticas.
Pero vea pues, como dirían en el vecino país, que la decisión no fue tan “ajustada” como parecía ya que muy pronto el presidente de la Corte Suprema de Colombia informó que la decisión era “selectiva”. Es decir no vale para todos los casos. Sólo se desechan como pruebas válidas para el juicio Wilson Borja.
Los megabytes, la memoria RAM, el sistema operativo, el disco duro, los archivos Word, las presentaciones, los archivos corruptos e insurrectos de imágenes y las, suponemos, miles de veces que se mencionan los nombres Hugo Chávez, Piedad Córdoba y Rafael Correa, estuvieron fuera de juego sólo por horas. Vuelven a la vida los fusiles que Chávez mandó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, los 300 millones de dólares que le depositó en una cuenta en la sucursal del Banco de Venezuela en plena selva. Y es que parece que fue allá donde se probó el primer terminal comunal bancario.
La computadora pues no sólo incrimina cortando y pegando textos, sino que incrimina a quien quiere, con una aplicación especial encargada por Uribe a la gente del Valle del Silicón. ¿Puede haber un sumario más desprestigiado? Dudemos. Claro, hay medios que no se han enterado, como El Nacional, que ayer 22 de mayo de 2011 abrió su edición con esta perla: Funcionarios venezolanos negociaron con las FARC venta de armas. La fuente: sí, la computadora de Raúl Reyes. Lo que hay que leer.
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